—¡Gabby!, ¡Gabby!, ¡Despierta!
Jill sacudía a la joven de cabellos castaños con amabilidad pero con firmeza al mismo tiempo, la chica iba a llegar —de nuevo— tarde al trabajo.
—¿Ni siquiera porque estamos en casa puedes llamarme por mi nombre verdadero? —se quejó la aludida, odiando la manía de la chica de llamarla por ese nombre.
—Lo siento Lily, pero ya sabes lo que dice Brandon, nunca sabes quién puede estar escuchando.
—Sí, bueno, como sea —replicó la chica con fastidio— ¿qué hora es?
—Las siete y media —contestó Jill.
—¡Mierda! —gruñó Lily— ¿por qué no me despertaste antes?
Justo cuando la aludida le iba a responder que había estado tratando de hacer que se despertará por espacio de una hora, la chica literalmente voló al cuarto de baño, se dio una ducha con agua fría, se hizo una trenza desordenada en el cabello, salió del aseo y se colocó un pantalón jean, top ancho negro y sus botines, siendo todas esas prendas seleccionadas al azar del montón de ropa que ésta tenía en el universo paralelo que era su closet.
—Un poquito de orden no te vendría mal —ironizó Jill mientras que la muchacha le daba algo de vida a su cara con maquillaje.
—Pues... será otro día —respondió aquella tendiéndole la máscara de pestañas— adiós.
Y así, sin más preámbulos, se colocó su cartera al hombro y se marchó, otra jornada laboral la esperaba.
Si había algo que ella extrañaba de Omaha era el tráfico, mientras que en su ciudad de origen pudo haber salido de su casa con media hora de anticipación y aún así llegar a tiempo a su destino, en Nueva York tenía que salir mínimo dos horas antes y, aún así, existía una gran probabilidad de que no fuese puntual, por lo que no le quedó de otra más que resignarse y tomar las cosas con calma, nada ganaba con alterarse.
—Una hora de retraso —anunció con voz burlona su compañero de escritorio— ¡vamos mejorando el récord!
—Gracias por recordármelo Elijah, eres un gran amigo.
Elijah Roberts era el compañero de trabajo de Gabby en la editorial Austen, que, de acuerdo al apellido de la escritora Jane Austen, solo se ocupaba de la publicación de libros del género romántico.
—No te enojes Gabs, solo estaba bromeando, igual, no tenemos nada atrasado así que no hay de qué preocuparse.
A Lily le molestaba enormemente que abreviaran su nombre falso, pensaba que era una tontería hacer más pequeño su nombre pues ya de por si era un diminutivo, sin embargo, no le recriminaba nada a Elijah, después de todo, él era el único amigo que ahora tenía.
La historia de esa amistad comenzó en la universidad, la castaña estaba nerviosa porque, a pesar de que ya había cambiado su identidad, sentía miedo de que alguien la descubriera, fue cuando le comentó al director de la institución, el único que sabía su caso, sus temores y así fue que terminó presentándole a Elijah, un chico tres años mayor que ella y que, al igual que ella, también había cambiado su identidad, en su caso, para huir de sus familiares, personas que tenían a la mafia como estilo de vida.
—Planeta Tierra llamando a Gabby —bromeó el muchacho.
—¿Uhm...? —respondió la aludida, saliendo de su debate interior.
—Decía que hoy viene a verme una pareja para rentar el departamento, y ya que tú intuición para los negocios es mejor que la mía, quería saber si podías acompañarme —dijo el chico mostrando su sonrisa más embriagadora.
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Te encontraré (Vida en Línea #2)
General FictionLily Albright había decidido cambiar su vida para proteger la de Peter Wallace... y vaya que había cambiado; de ser la chica solitaria de Omaha paso a ser una ciudadana mas de Nueva York, trabaja en una editorial y esta a tan solo un paso de cumplir...