Capítulo LXXXI (Parte final)

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Nota: Escuchen la canción que está en multimedia mientras disfrutan el capítulo... sin duda, le aporta un extra a la experiencia...

˜*˜

Sonia, Gillian y Elijah estaban sumidos en un ataque de nervios. En cuanto Greg les había dicho que Lily se había puesto en contacto con él y les había informado el lugar donde Peter se encontraba, el escritor sospechó que el muchacho iba a cometer una tontería, después de todo, él era el único en ese lugar que sabía que Peter estaba armado.

—Creo que se acercan varias ambulancias —expresó Gillian, alarmada ante el insistente sonido de las sirenas que se acercaban.

En ese instante, la llegada de la ambulancia donde venía Lily se produjo. Rosalie se acercó con premura a la entrada de emergencia del hospital para conocer de primera mano la situación de salud de su sobrina.

—¿Cómo está? —preguntó la enfermera al personal que trasladaba a la escritora.

—Al parecer la herida se le infectó y debemos operarla de urgencia, pero lo que más nos preocupa es que todo parece indicar que tiene una hemorragia interna.

—Entiendo —pronunció la enfermera fingiendo la mayor cantidad de calma posible, aunque por dentro sentía que su corazón latía de manera frenética—. Acompáñeme, tenemos que prepararla para cirugía.

Mientras Rosalie y el personal paramédico que trasladaba a quirófano, Amy y Mary Elizabeth quienes habían ido a ver "su sobrina Lara" antes de irse a descansar, llegaron para despedirse de quienes se encontraban en el lugar.

—¿De qué nos perdimos? —Preguntó Amy—. Parece que vieron un fantasma.

En el instante en que Elijah iba a responder, la camilla donde trasladaban un cuerpo cubierto con una sábana blanca ingresó al área de emergencia.

—Dios mío, no —susurró Sonia sentándose en el piso, presa del pánico.

Todos a su alrededor se vieron la cara sin saber qué hacer o qué decir. El primero en ponerse en acción fue Elijah, quien, sin pensarlo dos veces, le pidió permiso al enfermero que trasladaba el cadáver para ver de quien se trataba.

—Es Brandon —dijo Elijah para luego darle permiso al enfermero de que siguiera su camino.

Todos los presentes respiraron con alivio. Todos excepto Gillian.

—Hija, ¿te encuentras bien? —preguntó Sonia—. Te pusiste muy pálida.

—Si... si... estoy bien —susurró la mujer—. Solo... solo estoy sorprendida, es todo —dijo mientras trataba de reprimir sus ganas de llorar y se colocaba de manera discreta la mano sobre su vientre... si bien Brandon merecía haber terminado como lo hizo, no podía evitar sentirse triste, después de todo, dentro de si se encontraba el hijo de ese hombre que estaba en la camilla rumbo a la morgue.

˜*˜

Greg se sentía devastado. Peter era su sobrino pero más que eso, era su hijo, el hijo que el destino le había regalado y que él había decidido atesorar en su alma, y ahora, verlo allí en esa camilla, con sus labios tiñéndose de azul y su mano fría y carente de vida, le llenaba el corazón de sufrimiento.

Y ahora tenía que enfrentar el momento de darle la noticia a Sonia y a Gillian.

—Llegamos —dijo el enfermero que viajaba a su lado—. Debemos bajar.

—¿Me puede hacer un favor? —dijo Greg, saliendo de su consternación.

—Por supuesto, teniente Wallace, ¿Qué desea?

Te encontraré (Vida en Línea #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora