Verdadero ser

64 6 10
                                    

- ¡Victoire, ya me cansé! Cami, dile algo. También te ves cansada- se quejó Zade en el suelo, donde se había botado dramáticamente tras un nuevo intento fallido de conjurar. De no haber estado igual de hartas, se hubieran reído.

Weasley la miró aprehensiva: ¿cómo podía tirarse con tanta facilidad al piso frío de piedra, sin quejarse, y con la escueta ropa deportiva del entrenamiento de Quidditch? Ahora, los partidos eran entre los equipos de las escuelas, y los miembros de las 4 casas que sabían del deporte habían armado el equipo de Hogwarts, del cual Zade, por supuesto, era parte. Nuevamente, Zade Winston no conocía límites a su energía.

Las chicas estaban en un aula que servía para practicar duelos después de clases, y llevaban ya casi 2 horas practicando el encantamiento Patronus. A Victoire le sorprendió, pues según ella, eso se veía en el último año de escuela...pero supuso que, si su tío Harry había podido en su tercer grado, ellas podían en su sexto. Esperaba, pues de eso dependía parte de su calificación en DCAO.

-Por más que quiera estar de acuerdo contigo, Vic tiene un punto. No hemos estado ni cerca, y no pienso perder 20 puntos por un hechizo...- Zade bufó, alzándose de golpe antes de que cualquiera de las rubias pudiera ofrecerle una mano para ayudarla, sacudiéndose el polvo de la ropa y el cabello-. Ponte suéter, te vas a enfermar- la regañó por instinto, sacándole una risita.

- ¡Ya ni la futura sanadora, mamá! - se quejó, pero bien que le hizo caso-. Pero si descansemos un rato, ya se agotaron, y así nada les va a salir. ¿Traes dulces, Vicky?

-Siempre, Zade, siempre. No se nos vaya a bajar el azúcar...-las tres rieron, sentándose en los pupitres al fondo del aula. Las tres desenvolvieron los chocolates que Victoire llevaba consigo, tratando de ignorar el posible efecto de este en sus rostros. A veces se tenía que elegir la felicidad a pesar de las consecuencias...

- ¿Será que no tenemos recuerdos felices? – preguntó Camille, sus dedos masajeando su frente en un intento de calmar su dolor de cabeza. Tanto concentrarse le dio migraña. Victoire rio amargamente, pues se había empezado a cuestionar lo mismo.

- ¡No digas eso, Francia! Solo fue una mala racha. Seguro que el chocolate nos sube el ánimo. Ahora, ya que no sueltan el tema, ¿Qué animal creen que nos toque? Porque yo quiero algo lindo, de preferencia no un bicho...- las dos se rieron por el comentario, haciéndola bufar-. ¡Habló en serio! ¿Qué diría de mí tener a una cucaracha como representación de mi alma?

-...A como eres, serás un loro o un pájaro- aseguró Victoire, a quien la pelinegra le enseñó la lengua infantilmente-. No es solo de tu alma, es más complejo. Según los libros y mis tíos, es una mezcla entre tu personalidad; tu alma, tanto lo evidente como lo oculto en ella; y, por mucho, los recuerdos que hayan potenciado a ese Patronus. Para muchos es el amor, por eso existen las "almas gemelas" ...

-...Eso no quiere decir que los amantes que no comparten Patronus se amen menos o algo por estilo: simplemente que a veces se da el caso de almas pares, gemelas, y es bonito e inusual de ver...-aclaró Camille en el mismo tono clínico que su amiga, quien había resumido muy bien lo que la literatura había rescatado de ese encantamiento tan poderoso-. Un caso registrado de ese fenómeno fue, de hecho, el de James y Lily Potter, quienes eran el par de ciervos...

- ¡Ay, qué bonito! Como Bambi...- Camille miró a Zade como si hubiese dicho algo en otro idioma, mientras que Victoire solo asentía, pues, para variar, si sabía de qué hablaba gracias a sus tíos Harry y Hermione quienes, al ser nacidos de muggles, enseñaron muchas cosas de esa cultura a sus sobrinos-. Yo creo que el tuyo, Cami, va a ser algo así, o un búho. Algo relacionado a la sabiduría...

-...Soy prudente y estudiosa, pero no me considero sabia...- aclaró Camille.

-...Eso lo diría alguien sabio, aunque somos chicas para decirnos sabias, la verdad. De la única que estoy segura es de ti, Vic: un lobo. O bueno, una loba, ¡auuu! – imitó Zade, y las rubias confirmaban una vez más que la chica era la risa en su triada. Camille asintió, de acuerdo con la moción, y Victoire se cruzó de brazos, fingiendo indignación.

T&V: Antes del beso en el andén.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora