Suposiciones

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- ¡Mierda! - se quejó Delphini en voz alta, botando el caldero lleno de líquido carmesí. No había funcionado. Una parte de ella quería tomar su escoba e ir a reclamarle a sus hermanos...pero sabía que no había forma en que burlase la seguridad de Hogwarts otra vez...al menos no tan pronto.

Era una de dos: o el hechizo para crear un giratiempo que tenía era una farsa, o necesitaría casos más extraños que una legeremante y un nacido el 29 de febrero. Ese último era risible, de hecho, pero nada costaba el intento...

Alguien tendría que responder por ese fraude...y ella deseaba que fuera Alexa.

Sería matar varios pájaros de un tiro: se deshacía de su insufrible hermana, se vengaba de su ruin hermano, y quedaba con el camino libre para hacer sus maquinaciones sin estresarse en cómo esos dos podían afectar....

Casos extraños... ¿Por qué la magia antigua tenía que ser tan ambigua en sus términos?

No que tuviera muchas alternativas, verdad: desde 1998 que los giratiempos eran ilegales para la Unión Europea, y en menos de 10 años ese decreto se volvió la regla en todo el mundo. Por lógica encontrar manuales de cómo hacerlos era extremadamente complicado, y casi siempre implicaban cosas que ella simplemente no tenía a la mano...pero ella no se rendiría sin intentarlo. Querer es poder, y si ella no tenía los medios, tendría el doble de voluntad para intentarlo...

- ¡Delphini! ¡Tienes visita! – la rubia rodó los ojos, fastidiada, pero sabía que le convenía atender.

- ¡Ya bajó! - Delphini odiaba a Euphemia, pero vivía bajo su techo y debía ser cordial.

Ser educada, sin embargo, no significaba nada: durante años trató de ganarse su cariño, y ahora ya había aprendido a odiarla...pese a agradecerle el techo. Estaba segura que Rodolphus Lestrange la había elegido específicamente por su aversión a los niños. Quizás fue su manera de vengarse por los cuernos...

- ¿Qué haces tú aquí? - preguntó al bajar, sorprendida de encontrarse con el rubio frente a ella-. Creí que estabas en Hogwarts...- él se rió socarronamente.

-... ¿Cómo les está yendo a tus hermanos? – evitó sus cuestionamientos, haciéndola rabiar.

-No sé. No me interesa. Si vienes a preguntar por ellos, mejor vete...

-...Vine a preguntar por qué mi primo presume de salir contigo. Creí que lo odiabas...

- ¿No puede una chica cambiar de opinión?

-Te creería si él hubiese cambiado, pero sigue siendo el mismo misógino de mierda, además de ser un violento. Ten cuidado...

-...Gracias por tu preocupación, Maze, pero sé lo que hago. Si eso era todo, me tengo que ir. Estoy ocupada...

-...Sí, de todos modos, no puedo estar mucho tiempo aquí...

- ¿Dónde te estás quedando?

-Prefiero mantenerlo en secreto, Delphi. Cuídate...

-...Igual, Maze. Buen viaje...- se despidió del joven, antes de volver a subir a su recamara, donde su Augurey lloraba por salir un rato de su jaula, conmoviéndola-. Está bien, ¡Pero nada de salir del cuarto! - su mayor temor era que Euphemia cumpliera sus amenazas y lo matara. No podía confiar.

Alguien de incidencia extraña... ¿Querrá decir una anomalía? Mágica, evidentemente. ¿Qué contaba como anómalo para los magos, de todos modos? ¡Todo era raro!

Pensó en Ronald o Ginny Weasley, el mayor siendo un mago con magia indómita, y la menor la primera Weasley desde el siglo XIV: eran casos rarísimos...pero no valía el riesgo. Parte de su estrategia era no irse de frente con la familia de Potter, jugar seguro.

T&V: Antes del beso en el andén.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora