Recordando

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2005


Andrómeda no se encontraba bien.

Para ser sinceros, su salud había decaído precipitadamente desde 1998, cuando la pena de perder a su esposo e hija en cuestión de meses había menguado en su salud considerablemente.

La expresión "morir de un corazón roto" jamás había sonado tan real como en ese entonces, la única solución siendo su pequeño nieto Teddy, quien alegraba las penas de su abuela con su existencia. Lamentablemente, el daño estaba hecho, y la salud de Andrómeda solo fue en declive...hasta ahora, que de plano estaba internada en San Mungo de urgencia.

- ¿Cuándo podré ir a ver a la abuela? - Teddy preguntó, como todos los días.

-Cuando el hospital lo permita- respondió Harry apenado, su corazón partiéndose por tener que negarle aquello-. Seguro será pronto, Teddy. Ven acá- lo abrazó con fuerzas, consolándolo. Teddy lloró hasta quedarse dormido, y entonces Harry lo llevó cargado a su cuarto, donde despertó horas después acurrucado.

Cuando bajó, se encontró a sus padrinos pálidos como la cera, los ojos aguados como si fueran a romper a llorar. Al verlo, sin embargo, se calmaron, y Ginny lo invitó a sentarse con ellos en la sala, poniendo a James en su cuna para poder abrazarlo de costado, despeinándole el cabello con cariño.

- ¿Qué ocurre, mamá? ¿Papá? – Harry sonrió levemente, agachándose a la altura de él para hablarle.

-Mañana iremos a ver a Meda. Mañana la dejan salir del hospital...

-... ¿Ya está mejor?

-Ya no necesita estar en el hospital. Quiere verte, te extraño mucho...- fue lo único que le dijo, incapaz de mentirle con algo así.






- ¡Gané, gané! - festejaba la rubiecita. Al instante se preparó para cuando Teddy le pidiese la revancha, pero él se hallaba distraído. Toire se preocupó al ver que su cabello paso a un tono más pálido, como siempre que se encontraba triste- ¿Qué te ocurre?

-Nada...

-No me digas eso, sé que no es cierto...

-...Eres muy pequeña...

-Lo lamento, abuelo, testigo de los dinosaurios, Hagrid...- empezó a burlarse ella, sacándole una sonrisa a pesar de la pena.

- ¡Ya! Está bien. Tú ganas. Mañana voy a ver a mi abuelita...

- ¡Eso es muy buena noticia! Me habías dicho que hace tiempo que no la veías. Deberías estar feliz...

-Lo estaba, pero mis padrinos han estado muy raros, y la última vez que la vi, la internaron en el hospital...

-...Pero vas a ver que todo irá bien...- trató de consolar la menor como pudo.

- ¿Enserio lo crees? – preguntó él con ilusión. Toire no entendía la magnitud de lo que Teddy decía, y de hecho no comprendía bien la situación. Ella solo quería no verlo triste y jugar con él.

-Te prometo que todo irá bien ¿Sí? Mañana la verás y te sentirás mejor...

-Gracias, Vicky- dijo de corazón, volviendo a su usual cabello peliazul.

-Cuando quieras, Arcoíris...Ahora, ¡Carrera hasta la madriguera! El último, limpia la mesa...

- ¡Te voy a ganar, princesa!

T&V: Antes del beso en el andén.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora