Cuidando

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-El príncipe y la princesa se casaron, y vivieron felices por siempre...

-...Papá dice que el príncipe utilizó poción herbovitalizante para despertar a la princesa, y que la bruja malvada era una arpía...

-Eso si no lo sé. Supongo que los muggles simplificaron su versión de La Bella Durmiente- Victoire rió un poco mientras abrazaba al lobo de peluche que Teddy le había prestado. Era su peluche favorito, pero el niño creyó que Toire lo necesitaba más esa noche, pues los truenos no la dejaban dormir. Ella siempre había batallado más en controlar sus sentidos lobunos, así que los escuchaba demasiado fuerte.

-Y si el príncipe no se puso poción en los labios, ¿Cómo rompió el hechizo?

-Creo que fue el beso de verdadero amor...-explicó con simpleza, susurrando.

- ¿Amor? ¡Pero si no la conocía! No puedes amar a alguien a quien no conoces...

-...En eso tienes razón- le concedió él, risueño por como ella se ponía a analizar el cuento con tanta seriedad-. Aun con eso, ¿Te gustó?

- ¡Sí! Gracias, Teddy- lo abrazó con cariño, acomodándose en la pequeña cama para dormir con él. Siempre que no podía dormir él, como el mayor, la cobijaba, y eso Victoire lo valoraba. Teddy era alguien cariñoso en quien confiar, y ella sospechaba que sería así siempre.

Había tenido razón.




Teddy despertó para encontrarse con Victoire acurrucada a su lado, su rostro tranquilo mientras dormía profundamente. Por el aroma procedente de la cocina, supuso que su padrino ya se había levantado a hacer el desayuno (siendo que era domingo, día libre para Kreacher). Se sonrojó al pensar que quizás los había visto de ese modo, pero el hambre le ganó a su vergüenza, y decidió que igual era mejor irse levantando. Si Harry estaba despierto, pronto lo estarían el resto, y quería ahorrarse las burlas de James y Lily.

-Vic- la llamó, moviéndola con suavidad, sin recibir respuesta-. ¡Ey! Ya es tarde, bella durmiente...

-...Si fuera la bella durmiente, me despertarías con un beso...- él rio por el tono modorro de la rubia, quien se negaba a abrir los ojos.

-...Quisiera, pero con nuestra suerte, James nos verá bajando- Victoire por fin decidió levantarse, bostezando y estirando su adolorido cuerpo. Se había desacostumbrado a dormir en muebles-. Lo siento...

- ¿Por?

-Te hice dormir en un sofá...

-...No me hiciste hacerlo, yo quise venir a verte. ¿Te sientes mejor? - preguntó con dulzura, peinando su cabello azulado con sus dedos. Él sonrió, encantado por el gesto, asintiendo.

-Si. Gracias- escucharon pasos variados bajar la escalera, haciendo que se separaran un poco. Ginny fue la primera en saludarlos, y la mujer estaba demasiado cansada como para preguntar por qué estaban allí.

-Vicky, ¿Bill sabe que viniste? - fue lo primero que dijo, bostezando en la mitad. Lo último que quería era un padre asustado buscando a su hija. La rubia asintió sonriente, calmándola.

-Sí, les pedí permiso de venir. ¿Cómo dormiste?

-Bien, linda, gracias por preguntar. Si quieres quedarte a desayunar, adelante. Harry siempre se emociona y hace comida de más...- detrás de Ginny, Albus bajaba seguido de James, ambos como zombis con un rumbo fijo: la cocina. Solo Lily pareció notarlos, saludándolos entre bostezos.

-Sí, tía. Gracias- Ginny le sonrió antes de ir a donde su esposo e hijos, dejándolos solos. Victoire, un poco más despierta, fue la primera en hablar.

T&V: Antes del beso en el andén.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora