Au revoir

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La suave brisa de verano acariciaba su piel a la vez que veía a Teddy juguetear con sus hermanos en el mar mientras fingía leer sentada en la arena, demasiado distraída por la visión del chico sin camisa frente a ella como para en verdad captar algo de su lectura...

- ¡Ven, Toire! Teddy puede cargarte también- llamó Dominique, haciéndola sonrojar terriblemente. Dominique y su inocencia...pero Teddy pegó una risotada mientras encarnaba una ceja.

- ¡Sí, ven Toire! - secundó Louis y, ¿Cómo negarse a ese niñito? Sería un completo conquistador una vez creciera con su efecto veela...

-Cuidado con tus manos- sentenció ella, haciéndolo sonreír ampliamente, mientras alzaba las manos en un gesto de inocencia.

-Tranquila, primita. Solo queremos jugar...

Pasaron la tarde entre risas y juegos. Castillos de arena, carreras...en fin, una linda tarde de verano.

- ¿Qué mosca te pico, Lupin? - preguntó ya en el atardecer, mientras se acercaba a sentarse a su lado. Se había puesto un delicado vestido blanco encima de su traje de baño, y su cabello, antes suelto, se encontraba peinado en trenzas que Dominique se había esmerado en hacer.

- ¿Qué te pasó a ti, Weasley? - preguntó él de regreso, como si de verdad aquello le representase una gran incógnita-. Estás rara desde Argentina...

- ¿Argentina? Tú siempre estás raro- comentó algo fastidiada por su afán de responder preguntas con preguntas. Él bufó, tampoco del todo contento.

-Olvídalo...



Despertó de golpe, la sensación de calidez del verano y la piel de Teddy contra la de ella desvaneciéndose conforme recuperaba conciencia, siendo reemplazada por el frío del cuarto invernal...

"Hoy va a ser el peor día..." fue el primer pensamiento que su mente pudo procesar, amargándola de repente.

Victoire no era pesimista, y, de hecho, se sentía mal por ver las cosas de ese modo: ese día vería a sus primos, tíos y abuelos, debería estar contenta... pero ese día también se iría Camille, quien partía a las 12...

Eran las 7 cuando el ruido de sus hermanitos corriendo la levantó: era lógico que estuviesen entusiasmados incluso siendo tan temprano en la mañana, era nochebuena. El resto de las vacaciones las pasaría en la madriguera, lo que la hacía sentir un poco mejor. Se vistió con calma y colocó un poco del perfume de Alexa, notando desde su lugar que su lechuza se acercaba con rapidez, llena de correspondencia.

Abrió su ventana de par en par dejando entrar a Snow disparado, rozándole las narices. Se estrelló contra su cama haciéndola soltar un chillido, pero suspiró aliviada al ver que no le pasó nada.

-Tontuelo, dame eso- pidió, haciendo que se acercase. Tomó las cartas de su pico mientras le acariciaba la cabecita, consolándolo por el golpe. Una era de su tío Charlie, otra era de Ian, y la última, de Ben.

"Qué raro, Ian no me escribe desde hace mucho tiempo. Y Ben... ¿Qué querrá?" pensó, curiosa, antes de ponerse a leer, empezando por la de su amigo por correspondencia, Ian Krum.


Querida Toire

¿Muy formal el inicio?

La verdad es que no sé siquiera si te llegará esta carta, con lo torpe que es el correo internacional... pero, por si acaso, tan solo quería saber cómo estabas.

T&V: Antes del beso en el andén.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora