VII

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K a i r a  M o o n.

Abro los ojos poco a poco, la luz que hay enfrente de mí, me impide abrirlos por completos todos. Bajo un poco la mitad, abriendo los ojos y evitando la gran luz blanca fuerte. Ladeo un poco la cabeza, sintiendo un poco de dolor por la sien.

—La cachorrito despertó— conozco esa voz.

Desvían la luz que está enfrente de mí, y ahora elevo la mirada. Kiara, Drazhan y Gilbert están enfrente de mí. Kiara me mira sonriente. Gilbert está sentado y me mira serio, Drazhan ladea un poco la comisura de sus labios viéndome.

—Alguien intentó evitarme hoy — habla, está cruzado de brazos. — ¿Sabes que eso trae consecuencias?

—Perdón por intentar salvar mi vida — digo sarcástica, dándole una mirada seria.

Drazhan hace una seña con la mano y un tipo se acerca con otra persona: Lucas. Lo deja caer al suelo de golpe, está inconsciente y de nuevo tiene un golpe en la mejilla. Aprieto levemente los brazos en la silla y elevo la mirada de nuevo a Drazhan.

—Debes decidirte, Kai, ¿tu vida o la de él? — mira a mi primo.

—¿Qué quieres? — pregunto, molesta.

—Tu abuelo tiene información privada sobre su empresa y quiero que tú, nos las des — se acerca un poco a mí.

—¿Piensas que yo tengo esa información privada?

—Sí — Kiara afirma.

—Si es privada es por algo ¿no? — les doy una mirada obvia, rodando los ojos—, no tengo esa información privada, ni siquiera me dejan estar tanto tiempo dentro del sistema de la empresa.

—Pero, si eres la nieta favorita — Gilbert comenta, como si no entendiera.

—¿Quién lo dice? ¿Los medios? ¿Tú? — enarco una ceja.

Ellos se quedan callados, me relamo el labio inferior y niego levemente con la cabeza, la gente inventa tantas cosas.

—Largo — Drazhan le dice a sus dos acompañantes y a todos los hombres que están dentro.

Todos salen del lugar, y me dejan sola con Drazhan y mi primo inconsciente que está tirado en el suelo.

—Oye, si piensas que te de información sobre la empresa, no puedo — comento— no porque no quiera, es porque no sé cuál es esa información privada. Así que, hasta un favor y ahórrate a ti mismo perder el tiempo conmigo y mi primo. Tu abuelo ya fue a la empresa con mi abuelo, lo amenazo, ¿por qué no dejas que ellos lo arreglen entre ellos?

Drazhan me mira detenidamente, su gesto es serio, frío y calculador. Se relame los labios y ladea un poco la cabeza.

—Tu trabajo de ahora en adelante, es conseguir la información privada de tu abuelo — me mira serio—, y traérmela a mí.

—¿En serio crees que mi abuelo me dirá esa información? — ladeo una sonrisa irónica.

—Búscala por donde sea — pide serio— y tal vez, así, te deje en paz y a tu primo.

Niego con la cabeza y suelto un leve suspiro.

—Drazhan, mi abuelo no compartirá esa información y estoy segura que la tiene muy bien guardada.

Drazhan se acerca algo rápido a mí y me quita los lazos que me atan a la silla, frunzo el ceño mientras veo lo que hace, minutos después se aleja de mí y se acerca a mi primo.

—No tengo mucha paciencia, prinzessin —comenta —, así que deja de colocar excusas, hacerte la inocente y consígueme la puta información, si no quieres que tu primo pague las consecuencias — su tono molesto me asusta.

Perfectamente imperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora