XXVI

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K a i r a M o o n.

—Sí, mi madre se toma una copa de vino cada año en su aniversario para recordarte y luego maldecirte y quemar tus cosas en la chimenea mientras se ríe y baila — cuento hacia Malik—, es una tradición para ella desde hace muchos años — esbozo una sonrisa.

He estado hablando con él desde hace un rato ya —yo hablando y él escuchando—, sobre como mi familia lo odia.

—Mi abuela está de acuerdo que solo sirves para fanfarronear — asiento con la cabeza —, y piensa que su hija fue muy estúpida para meterse con alguien como tú, pero bueno, mi madre tenía dieciocho y tu veintiséis ¿no? Asaltacunas — burlo.

Roda los ojos y yo me río.

—Has hecho muchas cosas estúpidas en tu vida, pero esto... oh, esto se lleva el premio mayor — hago una mueca de asco—, si te dejan con vida, ten por seguro que mi madre va a matarte — sonrío un poco —, siempre lo ha querido hacer. ¿Eres estúpido de nacimiento o lo fuiste adquiriendo con el tiempo? — me cruzo de brazos, mientras lo veo con el ceño levemente fruncido —, pregunta seria.

Malik, achiquita los ojos y me mira sin entender.

—      Mmm, tal vez así naciste — me encojo de hombros —, la estupidez no tiene cura, tranquilo, tal vez, algún día, Dios, te ilumine — sonrío, con dientes abiertos.

Roda los ojos y se remueve en la silla.

—Y yo que pensaba hacerlo sufrir, pero veo que tu ya lo estas haciendo — ladeo a ver a James, permanece en la puerta, trae una bandeja de comida en la mano —, me siento orgulloso — sonríe.

Rodo los ojos y él se acerca.

Deja la bandeja de comida enfrente de mí, hay todo lo que no como. Hago una leve mueca.

—¿No te gusta? — enarca una ceja.

—¿Tengo cara de que me gusté? — frunzo el ceño.

James, roda los ojos. Se hinca frente a mí.

—Es lo único que conseguirás en mucho tiempo — comenta.

—Sabes, una vez pasé más de una semana sin comer, estaba apurada con tareas y solo me alimentaba de agua — comento, como si fuera interesante—, descuida, no pienso pasar mucho tiempo acá, así que sobrevire — le guiño un ojo.

James, esboza una sonrisa burlona.

—Ya no te miro asustada, ¿qué cambió? — cuestiona.

—Mm, estar con Malik, acá, me ha hecho reflexionar — asiento con la cabeza —, no quiero ser como él.

—¿Estúpida? — enarca una ceja.

Esbozo una sonrisa.

—Con miedo — susurro —, mientras tú intentabas ser mi amigo en el parque, Drazhan, estaba preparándome para la vida.

Me toma un poco reaccionar que James se abalanza sobre mí y presiona sus labios con los míos, trato de empujarlo, pero lo único que muevo con mis manos, son las cadenas y suelto un gruñido cuando rozan mi piel lastimándola.

—Ugh— murmuro contra sus labios, evitando abrir los míos.

—Soy mejor que Drazhan — susurra y presiona de nuevo con fuerza.

Su mano presiona mi nuca y me pega a él, pataleo a su dirección para alejarlo, solo mis piernas puedo mover un poco.

—No, nunca serás mejor que él.

Lo pateo en las bolas y suelta una maldición, se hace hacia atrás. Me da una mala mirada. Mi pecho sube y baja con dificultad, esto me saldrá caro. Estúpida.

Perfectamente imperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora