K a i r a M o o n.
Mi madre, mi padre, mi tía, mi tío y mis abuelos entran a la sala de espera donde me encuentro, me levanto del sofá y a tiempo mi abuela me abraza, gruño un poco al sentir que aprieta mi cuerpo y eso me duele un poco. Luego me suelta y se coloca casi de puntillas agarrando mi cabeza y viéndome los moretones que tengo, son un poco leves —algunos morados por la frente—, pero nada más eso.
—¿Ya te revisaron? ¿Te dieron algo para el dolor? ¿Te duele? En la casa tengo pastillas, te las daré, te quitara el dolor — habla muy rápido.
—Abuela.
—Y luego iremos con otro doctor privado para que te vea las heridas, pueden ser grabes — sigue hablando rápido, ignorándome —, hacerte un par de radiografías.
—Abuela — tomo sus manos que están en mi cabeza y las bajo — estoy bien — trato de esbozar media sonrisa.
—¿Bien? — ríe sarcástica —, tienes un hematoma en la cara — dice molesta.
—Solo es un leve morado, exagerada — trato de calmarla.
—Voy a matarlo — se aleja de mí y se dirige a mi abuelo — ¡Es tú culpa! —lo señala.
—Pero, madre — mi madre trata de detenerla.
—Mis nietos están en peligro por tu culpa — lo empuja levemente mi abuela y mi abuelo roda los ojos. — Si no te hubieras metido con esa familia de idiotas, mafiosos, mi familia estaría bien.
—Mujer, tranquilízate — mi abuelo trata de alejarla.
—¡No me digas que hacer! — se da la vuelta molesta y se dirige a mi tía que está preguntando sobre Lucas.
Suelto un leve suspiro y me dejo caer al sofá, cierro un poco los ojos al sentir un leve de dolor de cabeza y me llevo la mano a la cien.
—¿Qué hacías en la empresa? — mi madre me pregunta, sentándose a la par mía.
—Compartiendo champan con Lucas — digo sarcástica.
—Kaira —
—Estoy bien — abro los ojos y la veo, seria — estoy bien, ya pasó.
Mi madre suelta un leve suspiro y niega con la cabeza.
Hace veinte minutos que hemos venido al hospital, a mí y a mi primo nos separaron nomas entrando al hospital, a él lo llevaron a la sala de emergencias, a mí me llevaron a revisar y limpiarme las heridas, los doctores hicieron un par de preguntas y luego me dieron un par de pastillas, la policía quería pasar a investigarme, pero el doctor lo ha detenido, dijo que eran ordenes de mi abuelo, que no podían entrar sin su consentimiento o hasta que el viniera.
Por lo poco que sé sobre Lucas, es que están tratando que se coloque estable, mientras le quitan la bala y luego de que se la saquen, de ahí, no sé nada más. Mi celular vibra y lo saco de la bolsa de mi pantalón trasera, veo de nuevo la llamada de un número desconocido, es el mismo que el anterior, me ha estado llamando como tres veces.
Frunzo el ceño, levantándome del sofá y alejándome un poco de mi familia para al fin poder contestar la llamada, ya que están muy insistentes. Me llevo el celular al oído.
—Aló — hablo algo en bajo.
—Kai — su voz gruesa y masculina, se deja escuchar.
Mi piel se tensa y me alejo más de mi familia, doblando una esquina.
—Estás bien — dice más como afirmación, soltando un suspiro.
—¿Bien? — río irónica —, ¿qué mierda Drazhan? — mi voz sale molesta.
ESTÁS LEYENDO
Perfectamente imperfectos
Romance°No lo mires directo. *No la toques. °No lo desafíes. *No te le acerques. °No lo gires a ver. *No la busques. La definición de la terquedad en los seres humanos es: el hecho que una persona no tenga capacidad para Flexibilizar su posición ante...