Estaba sucediendo de nuevo. A decir verdad, ¿Por qué me complicaba tanto con lo que estaba pasando? No es como si fuera nuevo o fuera lo suficientemente horrible como para querer tirarle mi zapato a Jisung en la cabeza.
Sólo era ella. Otra chica más a la historia de Han.
Si bien, era irritante ver como casi se comen en media cafetería, pero no podía hacer nada cuando sólo éramos dos amigos, uno enamorado.
Y para mi suerte nadie sabía sobre ello porque siempre me he comportado de la misma forma con él, por obvias razones, yo no iba a cambiar sólo por esa idea sonsa que seguía ahí plasmada en mi cabeza.
No me gustaba sentir nada, no sólo era él, por la gente en específico. Y todo eso se debía a que era odioso, la vida sería mejor si cuando vieras la cara de alguno de tus compañeros o amigos no sintieras nada.
— ¿Qué tanto piensas, Min? —La voz de Hyunjin retumbó en mis oidos. Lo miré, esa boba sonrisa en sus labios mientras mantenía su cabeza sobre su mano.
Hyunjin también era bello, pero de esa belleza que no tiene razón y a la cual quieres una explicación.
—En mi casa. No quiero estar en mi casa. —Dejé de verlo, sabía que haría preguntas por ello. Y no estaba mintiendo del todo. Si Jisung no tenía a su familia completa sería estúpido pensar que yo sí.
—¿No quieres salir conmigo? Puedes pasar la tarde en mi casa, mamá estará feliz de verte nuevamente. —Escuché esa risita que daba cuando estaba nervioso, sonreí de forma inconsciente porque amaba ponerlo así. —Prometiste que la visitarías pronto.
Lo pensé, era eso o quedarme en casa solo hasta esperar alguna señal de Han. Y la última no sonaba tan tentadora sabiendo que vendría de jugar a la mamá y al papá con esa chica.
Ignoré esa sensación de molestia que se instaló en mi pecho. No me gustaba, no me gustaba y no me gustaba que mi cuerpo se tomará ese tonto trabajo de ponerse mal cuando Han no estaba.
Yo no necesito de un niño tonto que me busca mayormente cuando hay problemas.
—Me encantaría. —Subí mi mano y sacudí sus cabellos rubios rizados. Eso era mi parte favorita de él, su tierno cabello que parecía de bebé. O tal vez era ese olor a naranja de su shampoo...
—Gracias, Min. —Besó mi mejilla y no pude evitar sonrojarme.
Ellos sabían que a mí no me gustaba tanto el contacto físico, al menos tenía que ser yo primero el que hacía ese movimiento. Y eso me recordaba a que con Han siempre lo dejaba hacer lo que fuera conmigo, sin cruzar esos límites de mejores amigos.
Me aparté, me sentía extraño, como esa sensación de que no estaba bien pero muy en el fondo lo veías como algo lindo.
Rodé los ojos y me decidí a no pensar de más. Iba a ser una tarde irritante si seguía en lo mismo.
—¿Y a dónde vas? —Ahí venía él corriendo detrás de mí y de Hyunjin, su mochila se movía a los costados viéndose ridículo, pero sabía a que a Jisung no le importaba eso.
—Iré a ver a la mamá de Hyun. —Tomé la muñeca de rizos y sacudí mi mano en su dirección. —Te diría ven pero sé que lo más seguro es que vayas a estar ocupado.
Traté de que mi voz sonara despreocupada como siempre. Y al parecer lo logré, pero esa sonrisa deslumbrante que se posó sobre sus labios no fue del todo clara.
—Cuidalo mucho, Jin, no sabes lo importante que es Minho para mí.
Calma, Minho, es sólo un tonto diciendo cosas lindas.
—No tienes que decir ese tipo de cosas, pero ten en mente que lo cuidaré con mi vida de ser necesario.
Rodé los ojos y apreté la muñeca de Hyunjin nuevamente. Mis mejillas quemaban pero no les iba a dar la satisfacción de lo que esas tontas palabras habían causado.
—¡Ya! Ni que lo fuera lo suficiente hombre como para defenderme. —Señalé a Han y lo hice callar. —Tú cállate, no soy un viejito arrugado al cual tengas que estar cuidando. Soy tu mejor amigo, y tu mejor amigo sabe defenderse.
—Eso no quita que tiene que hacerlo. —Se acercó hasta estar parado frente mío. Sin querer, ejercí más fuerza en mi agarre con Hyunjin escuchando su gemido de dolor. Lo solté veloz mirándolo apenado. —Eres una parte importante de mi vida, ¿Qué haría yo si un día te vas? — Tomó entre sus manos mi rostro para que sólo lo mirara a él. Pude sentir el rojo consumirlo, su dura mirada posada en los míos y eso me estaba desesperando.
—No seas un exagerado y vete. —Dije, o al menos supongo que eso se entendió porque las manos de Han seguían apretando mis mejillas. —¡Ush, ush!
Rió causando que sus ojos tomarán más brillo y sus pómulos se pusieran más gorditos. Hice mis manos puños por inercia por las ganas que me consumieron de tocarlo.
Bajé lentamente con sus labios alzados, negué veloz, no quería besos en este momento cuando me sentía desfallecer en el duro piso. Besó mi nariz dejando sus labios posicionados ahí más tiempo del necesario. Él al parecer no había notado que ya no respiraba.
—Te quiero, Li. — Quise golpearlo. Hacerle tragar sus sucias palabras que estaban afectando mi organismo y a las cucarachas que eran más que las de hace una semana.
—Yo no.
Él volvió a reír, dejó un roce de su nariz con la mía, que fue más rápido de lo que quise, para después apartarse y hacerle prometer de nueva cuenta a rizos de que me cuidaría.
—Podría jurar que si no los conociera lo suficientemente, ustedes serían una pareja de adolescentes enamorados con miedo a terminar.
Eso es estúpido.
Pero no pude objetar nada en mi defensa, no cuando sentía que me echaría a llorar del brillo que rodeaba mi cuerpo gracias a Han.
Suspiré volviendo a lo mismo, comencé a caminar más rápido mientras Hyunjin hablaba sobre su mascota. Pero mi cabeza estaba perdida en otro lado como siempre cuando Jisung se acercaba.
Todas mis reacciones llenas de color siempre se debían a él, todo lo bueno de mí es porque él lograba sacarlo. Y lo odiaba. Yo me odiaba.

ESTÁS LEYENDO
𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒐́ ⎯ minsung / bangho
RomanceLos resultados de un gusto que crees pasajero no siempre terminan siendo buenos. A veces creemos que callar es mejor que decir lo que de verdad sucede por miedo a arruinar todo en lugar de ver el lado positivo de las cosas. Cosas buenas como malas...