21 ! oye, te llama la atención, ¿por qué quieres hacerte el ciego?

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« No me cansaré de decirlo, siempre te ves bonito »

Debía de verme como un tonto por sonreír al recuerdo de ese mensaje, pero me sentía tan bien cada que recibía esos comentarios de parte de Chan. Porque él no se fijaba sólo es mi peso, sino en mi cara y junto con ello mis sentimientos, haciéndome sentir bien con mi cuerpo y esas cicatrices que se acomodaban en mis brazos y parte mi abdomen.

Él parecía no sólo ver cicatrices, él decía que veía una historia y con ello la belleza de las cosas.

Si alguien no le pega, yo le terminaré rompiendo el hocico.

Quise esconderme en mi asiento cuando sentí su mirada en mi cuerpo, pero no me moví ni hice nada con lo que él se diera cuenta de que yo sabía. Lo había visto todo desde el momento en que entró a la escuela sujetando la mano de una pelinegra y no pude evitar sonreír cuando vi esa sonrisa en sus labios, cuando la vi abrazando el pequeño cuerpo de la chica.

Se veía feliz. Y deseaba que lo suyo con su padre también fuera de lo mejor, porque él merecía esa calma que se había ido junto con la muerte de su madre.

Una mano se posó en mi hombro y le sonreí al baboso, se terminó por sentar a mi lado y sujeto mi mano entre las suyas. Comenzaba a volverse una maña, lo sabía. Sonreí más grande al ver ese color azul de sus uñas casi intacto.

— ¿Es que tienes un radar? —Cuestioné. Él me miró extrañado. —Siempre llegas en el momento indicado.

—Tú cuerpo dice todo aquello que no sale de tu boca, yo sólo me guió por lo que el de seguro quiere escuchar.

—¿Y qué es lo que quiere en este momento? —Sus ojos me miraron detenidamente, una sonrisa boba se posó en sus labios y me sentí atrapado por sus ojos cuando éstos bajaron por mi torso. Mordí mi labio sintiendo como mis mejillas tomaban color, pero sus ojos grises no pararon hasta estar posados en nuestro agarre, quise apartarme, pero él ejerció más fuerza y me prohibió eso. —¿Chan...?

—Me gusta como pronuncias mi nombre. Tienes ese acento que hace me guste mas la forma en la que lo dices, por eso eres especial, por eso a mis oídos suena tan magnífico cuando hablas. —Él sonrió de lado, junto con ello sus ojos grises brillaron. —Y tú cuerpo está confuso, tanto como debe de estar tu cabecita en este momento.

Estúpido.

Subí mis manos a sus mejillas, mis labios se encontraban entre abiertos, y mi corazón se había acelerado con eso. Cerré mis ojos mientras estampada mi mano en su mejilla izquierda, pequeños golpes que no llegaban a causarle daño pero me hacían fácil ignorar esa sensación fuchi que se instalaba cuando él hablaba.

— ¡Deja. de. decir. ese. tipo. de cosas. Me. haces. sentir. raro! —Él rio y acomodó su mano entre la mía, la cual no había parado de moverse en su mejilla.

Quise besarlo, pero sería demasiado idiota como para hacer una tontería de ese tamaño.

—Tú sabes bien que ese sentimiento de rareza es más obvio de lo que quieres aceptar.

—No es cierto.

—Lo es, pero estoy dispuesto a esperar. Lo he hecho por tres años, ¿Crees que no podría aguantar un poco más cuando se trata de ti?

── ♡

— ¿Sabes, Soonie? Él es irresistiblemente adorable que me hace sentir un idiota por haberme enamorado de la persona incorrecta. Ese chico que jamás me amó pero que quise que lo hiciera.

Acaricié su pelo aún con mis ojos puestos sobre el techo blanco de mi nueva habitación, me sentía más relajado aquí, y tener a Soonie lo hace mucho mejor.

—Y no sé si él dice y hace ese tipo de cosas con el fin de tenerme bajo suyo, pero no puedo evitar sentirme amado y... querer besarlo. Es tonto, lo sé, pero no puedo evitar sentirme de esa forma. Y si te das cuenta han sido muchos sentimientos en esta semana, y todos terminan siendo un lío por la misma razón; él.

Comenzaba a sentirme seguro de cada una de esas emociones viejas que se dirigían a ese chico.

—Él dice que... que me ha querido desde hace mucho, pero no quiero sentirme mal al saber que amaba a la persona incorrecta cuando tenía al correcto viéndome todo tonto por otro baboso. —Soonie comenzó a empujar en mi estómago con su nariz, reí ante eso y lo sujete contra mi pecho. —¿Con eso tratas de decir que debo de olvidar aquello y enfocarme en lo nuevo? Porque de ser así, déjame decirte que eres muy inteligente. —Lo acerqué a mi cara y bese su naricita, ese gato perezoso sólo me ignoró y se acomodó mejor en mi cuerpo para volver a descansar.

—Eres un grosero, yo que te cuento de mis problemas y a ti que te vale cola.

—Bueno, eso te pasa por contarle cosas al gato cuando podrías contarmelas a mí. —Me sonrojé al escuchar la voz de papá, con una de mis manos cubrí mis cara y no me digne a verlo. —Oye, no tiene nada de malo que te guste Chan.

—Yo no dije que me gustaba.

—Tampoco te negaste, Minho —Rodé los ojos. —Estoy seguro de que le gustas.

—Y no tengo dudas sobre eso, ya no. Pero eso no cambia que me siento raro, ha pasado muy poco tiempo desde el rechazo...

Él se sentó a mí lado, llevando su mano hasta el pelaje del gato mientras me escuchaba. —Pues deberías de dejar de pensar en el tiempo que ha pasado, eso no hará que el gusto sea más, ni menos. En todo caso, ¿Te hace sentir mal que no sea Jisung por quien gustes o que sea Chan ese nuevo amor?

¿Qué es lo que en realidad me preocupaba?

—No lo sé, papá.

—Si sabes. —Sonreí a medias.

—No sé como explicarlo. Me siendo atraído por cada una cosa suya, pero también me da miedo de que sea todo falso y tenga que comenzar desde cero.

—¿Por qué tendrías que comenzar desde cero?

—Porque se ha convertido en alguien muy importante que perderlo sería realmente difícil.

Él pareció pensarlo, yo mordía mi labio con fuerza impaciente por su respuesta. Ahora su mano se dirigió a mis cabellos, los cuales acarició de forma lenta que cerrar los ojos fue inevitable.

—No pienses en cuán importante es la persona, ni nada de eso, cariño. Lo que pasa es que metes mucha información a tu cabeza y comienzas hacerte daño, con ello, no dejas que las cosas fluyan y comienzas a volver todo pesado. —Asentí, como si de una pregunta se hubiera tratado. —Si te gusta y no te sientes listo, entonces sólo deja que pase el momento. Pero si te gusta y quieres que sean algo, hablalo con él y traten de llegar a un lado.

—¿Estás seguro de que en tu vida pasada no fuiste mi mejor amigo? —Pregunté con algo de burla. Él rio y se encogió de hombros.

—A lo mejor fui alguien más importante de lo que parece, pero ese no es el punto. —Besó mi frente y se levantó. —Te dejo para que pienses. Te amo.

—También te amo, papá. Buenas noches.

Cuando papá se perdió por el pasillo mi celular sonó:

──Channie <3 :

Que sueñes lindo,
pequeño

Pequeño tus huevos,
viejo pendejo

Jaja

También te amo,
Min
Visto a las 11:12 pm

Enterré mi cabeza en la colcha y grité, más no contesté ese lindo mensaje.

Pinche vato culo, ¿Qué me estás haciendo?

𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒐́ ⎯  minsung / banghoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora