Mis mejillas se sentían aprisionadas por las bobas manos de Han, me hacía sentir pequeño e indefenso, cuando en realidad no era para nada de eso. Él sonreía y hablaba y hablaba, pero yo no escuchaba nada de lo que salía de sus labios rojizos. Siempre sucedía esto cuando lo tenía más cerca de mí cuerpo, de mi cara, porque las ganas de basarlo eran tan grandes que me hacían querer llorar.
Lo tenía tan cerca pero a la vez tan lejos.
Deslicé mis manos por sus hombros anchos, él sonrío más grande acercándome a su cuerpo, pero sabía que yo era el único pensando en un dulce beso, y ese abrazo con besitos en mis sienes me lo dejó en claro.
Evité llorar, porque me vería como un ridículo sin razón.
En cada momento así, por más que fuera el más pequeño, para mí tenía tanto significado. Era esa bella representación de lo que deseaba que fuera un para siempre, como en esas novelas todas fantasiosas donde a pesar del dolor, los protagonistas quedaban juntos.
Y era una mierda pensar que sólo por amar uno tenía que aguantar todo lo malo.
Detrás de Han podía notar a Chris con sus brazos cruzados mirando hacia nosotros. Parecía estar dedicándole el tiempo necesario a cada uno de nuestros movimientos. Y por ello me sonrojé, quitando mi vista de él, enfocándome en lo cálido que era el abrazo de Han, pues me sentía como un pequeño osito refugiado entre popó de arcoíris donde el mal jamás podría tocarlo.
— Eres tan bonito, Min. — Reí, tallando mi cara en su hombro donde su singular olor volvió a llenar mi nariz dándome más placer.
Pero de la nada se fue con aquel sonido de su celular. Se marchó dejándome atrás. Claramente, me había dolido más de lo que me gustaba mostrar, pero intenté no dejarlo en claro bajo los ojos de Chan, los cuales seguían posados en mí.
Y lo sabía, él lo sabía. Porque no era tonto y el único ciego en todo esto es Jisung.
Él se acercó, tomando mis mejillas en sus manos dándome ese apoyo que necesitaba. Aunque claramente todo era mi culpa, o era culpa de aquel que todos llamaban destino que hacía todo fuera más complicado. Pero buscar un culpable a todo esto sólo lo volvía más tenso.
—Te quiero, Honnie. — Dijo con ese calor típico de él, aquellas dulces palabras que salían expresando más de lo que quería ver. Le sonreí, pero no me sentía del todo cómodo bajo ello.
Quise llorar, porque con Chan no sentía todo aquello que Han me representaba con una mirada o un insignificante beso. Porque con Jisung todo era amor, pero con Christopher y Hyunjin era ese sentimiento de amistad que posiblemente nunca fuera a sobrepasar.
Sus brazos tomaron mis hombros, dándome esa mirada brillosa que escondía más de lo que yo podía leer. Se veía tan frágil, pero con ese aire que te hacía querer esconderte y que no volviera a verte. Agaché la cabeza por inercia y traté de refugiarme en su pecho, pero él no hacía más que sujetarme de los hombros.
—Minho, no todo primer amor es para siempre.
No respondí, sólo dejé que sus manos me empujaran hasta estar pegado a su cuerpo. Lloré en silencio sabiendo que él me escuchaba, que lo tenía ahí siempre que lo necesitara. Y parecía no importarle que estaba mojando su suéter favorito, porque su cuerpo jamás dejó el mío.
Hyunjin no lo notó, pero en especial, Han que no me volvió a mirar.
Y de nuevo caí en ese bucle donde todo lo demás me decía que estaba mal cuando yo lo sentía correcto
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𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒐́ ⎯ minsung / bangho
RomanceLos resultados de un gusto que crees pasajero no siempre terminan siendo buenos. A veces creemos que callar es mejor que decir lo que de verdad sucede por miedo a arruinar todo en lugar de ver el lado positivo de las cosas. Cosas buenas como malas...