19 ! un nuevo comienzo seguido de abrazos que quisieron ser besos

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« Ahora debes ser eso que tanto quisiste mostrar pero que te negabas hacer. Recuerda dar lo mejor de ti aunque te dé miedo lo que los demás piensen, ¿Pero de qué sirve tener en cuenta la opinión de los otros si tú estas cómodo con lo que muestras? »

Solté un nuevo suspiro seguido de ese jugueteo con mis dedos, todo en mi comenzaba a picar mientras papá seguía haciendo más corto el camino a la escuela. Me sentía extraño pero me gustaba como me veía apesar de que no era un muy gran cambio.

—Deja de temblar, cariño.

— No puedo, papá... ¿Y si hago algo mal? ¿Y si en realidad no me veo feo, feo? ¿Y si todos se ríen? ¿Y si Hyunjin y Chan me ven mal? ¡Papá!

Él rio y yo volví a suspirar mientras tapaba mi cara con mis manos. —Te ves hermoso, Minho.

—Me siento bien, me gusta... pero tengo miedo de que los demás piensen que es raro viniendo de mí porque nunca me muestro de tal forma.

Yo parecía que que iba a explotar mientras él se veía calmado, para nada asustado de que a su hijo lo fueran a linchar.

Y bueno, no es que me viera mal con un top, pero... ¿Cómo se supone que debía de encontrarme cuándo era la primera vez?

—No le des más vueltas a las cosas, sólo deja que todo pase. Estoy seguro que Hyunjin y Chris te van apoyar porque ese top no es sinónimo de su amistad. Ellos están contigo porque te quieren y les gusta como eres, no por cómo te vistes y te ves.

Terminé por asentir sabiendo que papá tenía razón, aunque no me sentía satisfecho con ello, pero ese calor que me transmitieron sus palabras de apoyo fue lo mejor.

Era un buen comienzo para nosotros.

Se estacionó afuera de la escuela, besó mi frente y me deseó suerte. Yo sólo alcance a sonreír y tomar el suéter gris de los asientos traseros, el cual fue arrebatado de mis dedos casi al mismo tiempo en el que lo tomé.

—No, esto se quedara conmigo. Si llegas a sentirte incómodo o mal estoy seguro de que ellos te van ayudar. No pienses de más, Minho, recuerda que asumir hechos que aún no han pasado sólo te va afectar.

—Gracias, papá —Él sonrió y se alejó dejándome ahí parado a la vista de todos.

Me aferré a la correa de mi mochila y no baje la cabeza apesar de que quería esconderme de todos esos pares de ojos curiosos que me miraban de arriba abajo, pero como todos decían, las opiniones ajenas no debían ser las más importantes en nuestra vida.

── Channie <3 :

¿Ya estás aquí
o tenemos que
ir por ti?

Ya estoy aquí.

¿Pueden venir
por mí? Estoy
en la entrada.

Ya vamos, Min
Visto a las 06:57 am

En mis labios se dibujó una pequeña sonrisa, guarde mi celular en el bolsillo trasero y junté mis manos mientras esperaba por ellos. Seguía sintiéndome igual de nervioso, incluso pensaba que más porque ahora venía lo más importante; mis amigos.

No quería pensar que ellos dijeran algo mal, pues siempre eran muy sonsos pero no hirientes, aunque nunca se termina de conocer a las personas y eso hace que todo se vuelva mas trágico.

Yo sólo quería ser aceptado de la misma forma que yo me estaba aceptando; con toda la popó de caballo encima pero con vida.

— ¡Aww, bebé! —El grito más los brazos de Hyunjin sujetándome me hicieron sonreír y abrazarlo con la misma fuerza que él lo hacía conmigo. Sus manos acariciaban mi espalda desnuda sacándome pequeñas risas penosas en medio de ese pasillo aterrador. —Te ves realmente lindo, mi vida, ¡¿Por qué verga no nos habías dejado ver esta imagen de ti?! ¡La amo!

Yo sólo me sentía como una pequeña flor siendo regada de amor, y quería llorar porque sus palabras me estaban haciendo sentir especial. La mejor amapola del jardín.

Miré a Chan que no había dicho nada, él parecía muy atento a nosotros pero esa sonrisa diminuta en sus labios indicaba que no le molestaba mi imagen, eso para mí era suficiente.

Pero, yo quería un poco más. Necesitaba más que sólo eso.

Porque me gustaba cuando él decía que era bonito, o cuando sus manos tomaban las mías y me abrazaba hasta que me sentía calientito.

Por eso mismo no a parte mis ojos de él aún cuando este parecía no salir de donde sea que estuviera.

—¡¿No dirás nada, viejo pendejo?! ¡Mi hijo está aquí mostrándose como una linda hada y tú estás ahí con tu cara de culo! ¡¿Qué no ves que quiere que le digas que se ve hermoso?! —Reí dejando caer mi cabeza en el hombro de Hyunjin, el cual me seguía sujetando entre sus brazos haciendo que mis pies ya no tocarán el suelo.

Él sonrío aún más y se terminó por acercar a nosotros. Hyunjin me dejó en piso y se hizo a un lado mientras Chan me tomaba de las mejillas, las cuales de seguro ya debían de estar todas rosas de la pena.

Mis rizos caían en mis ojos cubriendo parte de mi vista, pero él con sus manos los hizo a un lado para volver a chocar su mirada con la mía. Ese tierno color gris estaba robándome suspiros que ni siquiera había notado que salían de mi boca.

—Te ves... Minho, tú siempre te ves hermoso, pero hoy estás más deslumbrante que otras veces. Tus mejillas brillan y tus ojos demuestran la felicidad de lo bien que te sientes, ¿Así que es necesario que te diga que me encanta como te ves más allá de como siempre te ves? —Asentí sin dejar de sonreír y él rió. —Entonces déjame decirte que amo como te ves el día de hoy.

Me apegué a su cuerpo, abrazando su torso mientras dejaba mi mejilla descansar donde su suponía que estaba su corazón. Reí al tener bajo de mí ese aleteo acelerado, y no pude evitar que el mío lo hiciera de la misma forma con tenerlo a mi lado.

El resto del día fue mucho mejor de lo que esperé, Chan jamás se fue, mucho menos Hyunjin que no dejó de recordarme que me veía adorable con un toque sensual. Yo sólo quise patearlo y hacerlo callar por más que me gustó que dijera eso de mí.

Me sentí feliz, me sentí completo, me sentí yo.

𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒐́ ⎯  minsung / banghoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora