Asentí de forma frenética cuando el baboso uno dijo que iríamos a ver a su mamá. Porque yo no podía dejar de amar el hecho de ver a esa encantadora mujer. La mamá de Hyunjin siempre era tan agradable y te llenaba de preguntas para nada incómodas, era como un Hyunjin dos, pero mucho más atractivo y juvenil. Sin quitar el hecho de que, cuando te miraba, te sentías como la única florecita del jardín.
Por eso amaba ir con él a visitarla, porque se sentía tan bonito tener una figura maternal con ella.
Chan iba aferrado a mi mano aun cuando le dije que no era necesario, pero según él, se sentía más agusto de esta manera. En mi opinión, no podía contar con los dedos de las manos todas las veces que he querido estrellar mi puño en su cara.
— Eres un tonto.
Él estaba por responder, pero Hyunjin se apresuró y con su mano sujetando la mía que estaba libre habló: — Y un pendejo, baboso, cochino, asqueroso–
—No seas grosero.
—Mira quien lo dice —Canturreó.
Chan se adelantó, por ende nos terminó llevando con él aún cuando se notaba que quería golpearnos.
—No le hagas caso, Channie. Hyunjin es un pendejo.
—Somos, mi querido amigo.
—Agh, ya cállense. —Formé un puchero de forma inconsciente porque su voz fría no me gustó.
Él pareció notarlo y su agarre en mi mano se suavizó al igual que las ligeras caricias nuevas en mi muñeca. Sonreí, se sentía bien tenerlo así.
Al llegar, la señora nos abrazó y beso como todo el tiempo cuando íbamos a verla. Al tenerla cerca me era un poco imposible no recordar a Jisung, ya que ella tenía es avibra característica de él; toda positiva y llena de popó de unicornio.
Sacudí mi cabeza mientras mordía mi labio apenado, escuché como mandaba a los babosos a comprar galletas a la tienda, los cuales se negaron pero al final terminaron yendo después de que ella los señalará con su zapato.
—Regreso en unos minutos —Asentí mientras entrecerraba los ojos por el pequeño beso que dejó en mi frente. —Te quiero.
Chan. Chan. Chan. Chan... Eres un estúpido, cochino, encantador.
—Sólo vete — Dije cuando él pareció no querer irse. Su sonrisa creció y siguió a Hyunjin por atrás.
── ♡
Las tasas de té estaban puestas sobre la mesa con humo saliendo de ellas. Aquel se perdía casi de la misma forma en la que llegaba, de forma relajante seguía su curso. —Las madres no todo el tiempo somos lo que los hijos esperan, pero intentamos mejorar por ellos aunque nuestro pensamiento nos detenga muchas veces. ¿Sabes cuántas veces me he equivocado pero sigo intentándolo?
— Los papás suelen equivocarse al igual que los hijos, es un curso 'normal' porque sucede en la mayoría de las familias.
—Efectivamente, pero no deberían de quedarse y esperar que sea el tiempo quien se lleve los problemas. A veces se necesita de sentarse y hablar sobre lo que les molesta. —Llevó se mano hasta mi mejilla y la acarició, un toque dulce y las yemas de sus dedos transmitían paz. —Tus padres ya dieron el primer paso, ahora sólo necesitan de más fuerza para dar el segundo.
—No me siento listo para darlo —Susurré con algo de miedo, porque por más que dijera que ahora era cosa de ellos, yo tampoco me sentía con la fuerza para sentarse hablar. Era lo que necesitábamos, pero era muy rápido.
—Nadie te está obligando a que lo hagas hoy o mañana. Habla eso con tu psicóloga, ella te ayudará a que aclares más tu mente, de igual forma yo siempre estaré aquí para escucharte, cariño. —Le sonreí y asentí. Su voz tenía ese tono de mamá orgullosa, aquel que aparte de escucharme alegre te lograba calentar el alma.
¿Ven por qué amo a la madre de Hyunjin? Es todo aquello que deseo que mamá sea, lo que necesito de ella.
Seguimos hablando, aunque ya no era de temas muy importantes, minutos después los chicos llegaron con galletas y panes de la tienda. Hyunjin traía esa sonrisa burlona en sus labios y Chan parecía molesto, pero no parecían querer hablar sobre eso.
Chan parecía querer seguir a mí lado, ya que apartó a Hyunjin cuando este vino en mi dirección. Lo miré mal por lo grosero que había sido, pero él sólo sonrío y me dijo: 'me gusta estar contigo'
¿No se supone que es muy obvio?
Vi esa mirada de complicidad que compartieron Hyunjin y su mamá, y deseé tener algo similar con la mía, poder recibir besos, abrazos y caricias de forma linda. En este momento, deseé más de lo que me podía permitir tener.
Debía de parecer un estúpido pidiendo amor de forma silenciosa.
—Min —Lo miré, sus ojos brillando me abrazaron y abrió sus brazos para que me sumergiera en ellos. Pensé en negarme, pero no era lo que quería verdaderamente, y comenzaba a volverse tedioso el hecho de que no podía mantenerme lejos de él. Era muy linda la forma en la que parecía no querer alejarse nunca de mí. Seguido de que me alegraba en cierta parte que quisiera calmar el dolor por algo más.
Y lo hice, me acurruqué en su pecho como en la madrugada, mantuve mis ojos cerrados y estuve pendiente a la conversación de ellos tres hasta que mis ojos pesaron y caí dormido en los brazos tibios de Chan.
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𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒐́ ⎯ minsung / bangho
Любовные романыLos resultados de un gusto que crees pasajero no siempre terminan siendo buenos. A veces creemos que callar es mejor que decir lo que de verdad sucede por miedo a arruinar todo en lugar de ver el lado positivo de las cosas. Cosas buenas como malas...