—¿Entonces no vendrás? Te he dicho que puedo pasar por ti, no me molestaría pedirle a Hyunjin el coche y que– —Lo detuve antes de que siguiera aunque una sonrisa ya hacia plasmada es mis labios.
—Por más agradable que sea tu propuesta, mi respuesta sigue siendo que no, al igual que no iré a la escuela porque papá quiere que veamos departamentos. Dice que no tiene planeado quitarle la casa a mamá y que lo mejor sería que nosotros agarraramos camino por otro lado.
—Entiendo, si necesitan ayuda no dudes en llamarme. —Negué aunque él no pudiera verme, pero eso no cambiaba que estaba en desacuerdo con que él viniera ayudar.
—Suficiente haces con soportarme.
—Te refieres a ti como si fueses irritante o algo peor, cuando eres sumamente agradable.
—Eso es porque ya me conoces lo suficiente como para no impresionarte cuando soy un idiota.
Se escuchó bufar y sólo sonreí a medias, sabía cuanto a él le molestaba que me hiciera menos, pero tampoco es como que fuera la gran cosa cuando habían millones de personas afuera.
—Mejor cállate y cuelga antes de que vaya a buscarte y quiera golpear tu cara.
Rodé los ojos pero esa sonrisa ya hacía todavía en mi boca. —Gracias. —Dije por fin mientras mis mejillas tomaban ese color que hacia que todo se sintiera más caliente. —¡Y no digas nada lindo, nunca sé que decirte y eso hace todo mas un lío!
Antes de que dijera algo decidí colgar, boté el celular a la cama y caminé hacia papá que me estaba esperando en la sala. Le sonreí y me acerqué algo dudoso, ahora me sentía cómodo a su lado, después de esas disculpas y de compartir tiempo juntos, por fin podía decir que este lugar con paredes se sentía más como un hogar.
—¿Y esa sonrisa? —Me encogí de hombros y me colgué de su brazo para poder salir de casa.
Tal vez en un nuevo lugar podríamos olvidar todo lo malo que hubo en el año. Olvidar ese amor cagado, ese romance fallido y esos recuerdos detestables de mis tíos.
Al estar dando vueltas por las calles donde papá había visto anuncios, parecía no conforme con lo que se encontraba a los alrededores, sabía que papá estaba acostumbrado a lugares apartados y tener a mucha gente a su alrededor no le parecía del todo cómodo, pero era eso, o íbamos a vivir debajo de un puente.
—Es horrible, ¿No? —Dijo con su voz grave y rasposa.
Fruncí el ceño. —¿Qué cosa?
—Todo esto.
—Bueno, —Apreté mis labios. —tenía que suceder en algún momento, papá.
—Nosotros no somos lo que mereces.
—Haces lo que puedes, eso es mejor a nada. —Apoyé mi mano sobre la suya que estaba puesta en la palanca de cambios y le miré con una pequeña sonrisa en labios. Él me sonrío, pero sabía que no estaba de acuerdo con mi comentario. —No te estreses con eso, tú sigue intentándolo.
—Me siento idiota cuando se supone que soy yo el que debería de darte apoyo, no al revés.
—Papá, hay veces donde los padres necesitan hablar y recibir palabras de apoyo de los hijos. No tiene nada de malo, me hace sentir bien que necesites de mí.
Al igual que yo necesito de ti.
En verdad, yo necesitaba de más personas de las cuales me gustaba admitir, solía decir que con Jisung estaba bien, pero no, no hacía falta de una sola persona, y de ellos no debía de estar el sentimiento de bienestar.
Me tenía a mí, y a esos culos guangos que me veían bonito.
ಇ ──
Chan.
La voz de Hyunjin se estaba volviendo cada vez más irritante con el paso de los minutos, al igual que esa inestable sensación de falta porque Minho no estaba. Si bien, no quería meterme más a fondo con eso que estaba sucediendo pero sabía que era lo que sucedía, no era un estúpido para negarlo, pero tampoco me sentía con la obligación de decirlo. No ahora, no mañana y no tal vez el mes que entra.
—Anda, dime. —Volvió a repetir sacudiendo mi hombro con su mano roñosa.
Rodé los ojos e hice que no estaba, pero él siguió insistiendo con lo mismo aprovechando que Minho no estaba.
—¡Chan! —Lo miré con notoria molestia, pero su sonrisa no cayó en ningún momento.
Estúpido.
—¿Por qué tengo que decirte algo que no te incumbe?
—Porque somos amigos y no tendría nada de malo que me dijeras que es lo que sientes. No pienso juzgarte si es lo que crees que haré.
—No es eso, es que no necesitas saber que es lo que sucede. —Cerré mi cuaderno de golpe mientras él hacía un puchero.
—Pero yo podría ayudaaar.
—Nadie te está pudiendo ayuda, en todo caso, no es el momento indicado para que él sepa que es lo que siento. —Seguí —Parece que estas olvidando el hecho de que le gusta Jisung, no yo.
—¿Y eso qué? —Me miró como si estuviera loco y en esos momentos quise estrellar mi cuaderno en su cara y hacerlo reaccionar. —Puedes hacer que guste de ti.
—No voy hacer nada de eso, él me tiene que querer porque me ve como algo más que su amigo. Y no, no es el momento para comenzar un juego abusivo y dejarlo todo confundido.
Él parecía no entender porque sus ojos seguían mirándome con curiosidad. Suspiré y busque las palabras más adecuadas para que entendiera.
—Él gusta de Jisung, si llego yo con todos mis sentimientos a confesarme es obvio que seré rechazado, pero conociendo a Minho, se hará un lío mental y se va terminar confundiendo de más. Así que lo que menos necesita es que alguien como yo le diga lo que siente.
—Estás pensando de más.
—Estoy siendo precavido porque lo último que quiero es lastimarlo.
Él sonrío y pareció conforme con mi respuesta. Y yo sentí satisfacción al saber que estaba haciendo las cosas bien por él, porque lo quería de verdad, no como un simple juego al cual podría dejar a la semana.
Él era bonito y brillante. Y yo quería adorarlo todo lo que me dejara.
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𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒐́ ⎯ minsung / bangho
Storie d'amoreLos resultados de un gusto que crees pasajero no siempre terminan siendo buenos. A veces creemos que callar es mejor que decir lo que de verdad sucede por miedo a arruinar todo en lugar de ver el lado positivo de las cosas. Cosas buenas como malas...