1O ! me gustas

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Al levantarme, me sentí como esas niñas bañadas de florecitas que iban a la escuela con muchas ganas para ver a su crush, aunque no es tan lejano a lo que estaba haciendo, pues me gustaba observar a Han en su hora de exponer alguna actividad o simplemente al leer. Me gustaba cada pequeña parte de él.

Aunque a veces sonaba tan mal.

Pero ahora, después de unas horas, estaba comenzando a exasperarme su falta de atención a nuestra platica para nada interesante, pero más que eso, no me gustaba para nada la forma en la que me miraba por segundos y después sacudía su cabeza dejando ver su inseguridad.

Él quería algo. Yo mejor que nadie lo sabía por sus estúpidos gestos. Pero si no decía nada, eso quería decir que era mejor para mí, entre más duro fuera en todo este asunto sería mejor para mis tontos sentimientos.

— Jisung, ¿Qué verga te pasa? Me desespera ver como te mueves como mosca en la soda porque no dices ni puto pío. —Hyunjin golpeó su hombro mirándolo con su entrecejo arrugado.

Chris que estaba detrás de mí rio por la cara de dolor de Han. Yo sólo seguí observando mientras me dejaba arrastrar sobre el abdomen de Chan sabiendo que este me tenía aprisionado por las caderas.

A veces me reclamaba sin querer el hecho de estar enamorado de mi mejor amigo cuando bien podía haberme enamorado de Chris o Hyunjin, cualquiera de ellos hubiera sido mejor candidato.

— Estoy buscando las palabras correctas.

—Pues desde hace diez minutos que las sigues buscando. —Agregué. Su mirada volvió a posarse sobre mí quemando todo a su paso, me era tan hermosa la forma en la que lograba que mi piel se erizara con sólo una mirada o un roce. Tragué duro y busqué la mano de Chan para jugar con ella.

Si era sincero, al menos eso alimentaba mi ego, la forma en la que sólo me miraba a mí por sobre las demás personas.

Escuché sus pasos acercándose, aunque la distancia de por sí no era larga, vaya que se sintió que caminaba al paso del tiempo, tomándose lo que fuera necesario y alterando todo mi cuerpo en cuestión de segundos.

Lo miré de reojo sintiéndome aprisionado, su dulce olor a coco y piña se colaba por mí nariz haciéndome sentir no tan alterado, pero sí desesperado.

Me gustas. —Mi rostro se calentó ante ello, fue tan simple y con ese calor que se expandió dentro de mí.

No sé si fue mi tonto corazón o yo el que llevó mi mano a mi boca para cubrir el chillido bobo, mis ojos se cristralizaron mientras seguía sin verlo, no pude evitar sentirme amado con solo dos palabras que tanto necesitaba.

Pero cuando más arriba me encontraba, la caída llegó más rápido de lo que esperaba.

Sentí mi garganta quemar y mi corazón doler cuando me di cuenta que eso no era verdad. Porque jamás podría gustarle a un chico como él.

—Todos aquí sabemos que no te gusta, sólo lo estás diciendo porque quieres algo a cambio. Esas mismas artimañas de siempre donde utilizas palabras lindas o abrazos. Ni siquiera debiste caer tan bajo. —Reprochó Chris aferrando su agarre en mi cuerpo.

Me sentía tenso, con ganas de correr y no volver a verlo en mi vida.

—Lo siento. —Se lamentó, pude escuchar perfectamente como su voz se quebró. Fue casi igual como mi corazón al saber que era sólo más de sus tontas mañas. —No busco justificar eso, pero me siento tan prisionero de papá y quería... quiero que Minho me ayude, no pensé bien que mis palabras fueran a causar... —Lo dejó al aire, de seguro asumiendo algo en lugar de preguntar. ¡Porque todos preferimos asumir que buscar la verdad!

Las suaves caricias de Chris en mi espalda no fueron de ayuda, no cuando mi corazón tenía más grietas de las que podía contar. Mi garganta se cerró y fue cuando él se agachó a verme, pero no lo dejé.

Había sido yo como siempre, pero él no ayudaba en nada siendo así conmigo, pero eso, no cambiaba que gran parte era mi culpa, por no poderme resistir ante lo que él hacía.

—Minho...

—Cállate, Han. Deja que se le pase, se supone que es tu mejor amigo pero no haces nada por hacerlo sentir bien; ¡Siempre piensas en ti!

—¡Tú no sabes nada! ¡Tú no tienes idea de los problemas que traigo!

—Todos tienen problemas y yo no veo como ellos se quejan a cada rato o tratan de cubrirlos con otros. Minho tiene sus propias cosas y no veo que le preguntes por ello.

—Lo hago...

No, no lo hacía. Él siempre se enteraba después, cuando ya el daño estaba hecho. Pero era mi culpa por no dejarlo ver a tiempo.

Porque era yo el causante de sentirme así, nadie más.

Y tampoco me dediqué a pensar mucho en mis palabras, menos en aquel sentimiento de tristeza combinado con enojo que se instaló en mi pecho. Lo que dije, fue más por el simple de hecho de cumplir con ese deseo baboso de aquel Minho oculto, aquel tonto capricho de sentir amor más allá de lo nuestro.

Pero seguían siendo esos tontos deseos.

Y me odié más, porque yo sólo me causaba daño. Porque me seguía comportando como un tonto enamorado.

Tomé la mano de Chan deteniendo sus quejas hacia las acciones de Han, luego de eso miré el rostro de él, ese bello rostro al cual en estos momentos estaba deseando golpear.

— Te ayudaré, pero que sea la última vez que utilizas esa estúpida palabra conmigo. No seas idiota, no confundas las cosas. —En mi voz se notó el desagrado, pero él pareció no verlo cuando se dedicó a abrazarme, como intentado reponerme.

Chris se tensó ante eso, su mano se alejó de la mía, dejando ese vacío abusivo donde yo estaba solo. Aún sabiendo que él no podía hacer nada, sabía que no estaría conforme con mi respuesta. Incluso Hyunjin dejó ver su molestia.

Pero era una decisión mía, por más que esta fuera la causante de mis próximas lágrimas.

𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒐́ ⎯  minsung / banghoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora