O6 ! gruñidos que esconden la verdad.

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Y de nuevo ese pico alegre de Han estaba detrás de otra chica. ¿Qué no tenía fin? Al parecer no. Pero eso no debería de ser tan importante en mí vida como aparentaba.

Al menos las chicas eran lindas, aunque en su mayoría eran similares en ciertos rasgos; ojos grandes, castañas y sonrisas con hoyuelos. Aunque puedo jurar que alguna vez lo vi detrás de una pelirroja.

— ¿Puedes abrazarme? —Me exalté al escucharlo cerca mío. Dudé sobre ello, no quería, no tenía ganas de ese acercamiento de cuerpos, pero no siempre era de recibir ese tipo de pedidos de parte de Chris. Pero si los pedía era porque algo no iba del todo bien.

Y bueno, así matábamos a dos pájaros de un tiro porque yo también lo necesitaba.

Enterré mi cabeza en su pecho oliendo esa colonia dulce de fresas junto con el olor a menta de la pasta dental. Sonreí mientras me restregaba en él, me gustaba hacerlo, incluso a veces habían tenido la dicha de compararme con Coco por lo mismo, el caso aquí era, que Soonie era un amor y yo todo lo contrario.

Sus brazos estaban alrededor de mí y su cabeza descansaba sobre la mía, era tan relajante y sus pequeños suspiros hacían que mis cabellos se movieran junto con ellos, todo esto me hacia sentir pequeño.

No sabía porque él necesitaba un abrazo. Él no sabía porque yo lo necesitaba.

Pero no necesitábamos contar nuestros problemas para estar así.

—Comienzo a sentirme excluido. —Reí por la voz aguda de Hyunjin, pero no me moví. Estaba tan cómodo que podía dormirme en sus brazos.

Era de las pocas que me gustaban, que Chris no fuera del todo delgado porque así sus abrazos eran más cálidos. O al menos quería suponer que era por ello aunque el calor corporal no se debía a eso.

Al menos los abrazos de Jisung eran diferentes, tenían ese calor rico pero no me hacían sentir del todo seguro. Siempre terminaba con esa sensación de que todo podía terminar mas rápido de lo que pensaba. Que mi supuesto amor podría salir al aire.

—¡Ven, Jisung, abrázame como Minho esta abrazando a Chan! —Miré por un pequeño hueco a mi moreno amigo, no supe en que momento apareció, pero no me preocupé de más por ello.

Él nos miraba con una pequeña sonrisa en sus labios mientras su cuerpo era tomado por los brazos gordos de rizos.

No supe como interpretar sus movimientos toscos, sí bien, Han a veces podía mostrarse reacio al contacto cuando se encontraba de mal humor, pero claramente este no es el caso. Y tampoco debía de buscar una razón a ellos no terminaría con mis ilusiones más rotas.

♡ ──

Mi mano se aferraba a la de Hyunjin mientras esperábamos a los otros llegar. Aunque no sabía si Han se iría con nosotros o tras de su nueva amiguita.

Pero mientras tuviera al pelinegro y el de cabellos ahora rojos todo estaría bien.

Ellos sin su mayor esfuerzo me hacían sentir cómodo. Feliz con lo que era aunque no fuera tan fabuloso.

Había ciertas cosas que no podía compartir con él, esas sensaciones que él no lograba encender y eso era una calma para mi pobre corazón y mente que a veces se alteraban más de lo debido.

Era una suerte que mi cabeza no doliera tan seguido con eso de que me la paso pensando mas de lo que debería sobre lo mismo. Tantas y tantas vueltas, para que al final todo siga ese mismo curso desagradable.

Al menos tenía esa libreta abusiva que me esperaba en casa lista para escucharme.

Lo vi salir, ahí venía él aferrando sus manos en la correa de la mochila, pero más atrás ya nadie salió y eso en parte me entristeció al saber que de nueva cuenta nos había dejado. Me había dejado.

—Tiene nuevo ligue. —Dijo Chris una vez que sus manos tocaron mis cabellos, como si me estuviera dando ánimo con ese ligero toque.

Pero él no sabía, nadie más lo sabía.

—Que nuevo. —Hyunjin habló mostrando su enojo, a él tampoco le gustaba del todo que fuera así, pero era más por el hecho de las enfermedades y que Han no tuviera los cuidados necesarios, porque ahí como lo vemos de cochino, también es un pendejo despistado.

Tanto así, que no podía notar que estaba enamorado.

Chan besó mi frente por último para después caminar a nuestro lado, volteé por última vez de regreso a la entrada, fue ahí donde lo vi tomando de la mano con una pelinegra bajita y bien dotada, las que más le gustaban.

Él no me vio, pero yo hasta ese beso que dejó en los labios color cereza de la chica pude notar por sobre todo el bulto de gente que los acompañaba.

Gruñí de forma inconsciente, quise ir para jalar el cabello sedoso y largo de Han para después no volverle hablar jamás.

Pero él no tenía la culpa de mi gusto. Él no tenía la culpa de no quererme. Él no tenía la culpa de ser un hetero adorable. Y yo no tenía la culpa de que mi bobo corazón lo escogiera de entre todos los chicos de la escuela.

𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒋𝒂𝒎𝒂́𝒔 𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒐́ ⎯  minsung / banghoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora