Con cariño, una flor del bosque | SKZ

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Meses atrás:

Y cuando el cuerpo de Seungmin logró zambullirse con éxito, Jeongin se colocó detrás de Changbin para que el agua no le salpicara con tanta fuerza, puesto que el futuro jefe de tribu se había retado a sí mismo con saltar desde la roca alta que estaba al lado del lago. Al instante un Felix sonriente comenzó a aplaudir satisfecho, mientras Jisung reía al mismo tiempo que tosía por el agua que se había tragado a casualidad; Chan, en cambio, se aseguró de que Seungmin pudiera llegar a la superficie a tiempo, lo cual hizo en cuestión de segundos y comenzó a gritar con júbilo. En ese momento Changbin aprovechó que tenía al menor de todos sujetado de su cuello para zambullirse y llevárselo con él, causando que Jeongin se quejara con tono infantil y pronto los demás iniciaran una guerra de agua, creando dos equipos: el primero conformado por Jeongin, Changbin y Felix, y el segundo por los restantes.

— ¡Felix! ¡Me ahogo! — exageró Jeong, buscándolo con los brazos extendidos. El mayor se apresuró en llegar hasta él y abrazarlo como a un pequeño niño. — ¡Gracias!

— ¿Te ahogas? — le preguntó con aire divertido, y aunque el menor asintió pese a que el agua le llegaba a los hombros, lo mantuvo a su lado con una sonrisa, mientras que Changbin estaba siendo atacado por los demás. — ¡¡Asustan al niño!!

— ¡¡Yah!! ¡¡Yah!! — se quejaba el mayor, cuando de repente Jisung decidió lanzarse sobre él y ambos se hundieron sin más, acabando con la guerra de salpicarse agua bruscamente.

Seungmin también quiso bucear, e incluso Chan lo siguió casi de inmediato. Felix acarició la cabellera de Jeongin un par de veces, para luego romper el abrazo.

— No te vayas . . . — murmuró el menor, a lo que el rubio giró sobre sí para mirarlo confundido.

En ese preciso instante los demás aparecieron en busca de oxígeno. Changbin se dirigió sin dudar a la orilla, y Jisung se apresuró en tomarlo por los hombros para ser jalado. Por otro lado, Seungmin también quiso salir para volver a la piedra y lanzarse una vez más, y Chan se animó en intentarlo, pero primero se acercó a su hermano para asegurarse de que estuviera bien.

— ¿Te lastimaste? ¿Quieres que te ayude a salir? — le preguntó un poco preocupado, pero el menor negó. — ¿Seguro?

— Yo puedo.

— Bien. — aceptó resignado y se dirigió a la orilla.

Felix miró nuevamente a Jeongin, quien le mostró sus hoyuelos al formar una línea recta con sus labios.

— ¿A qué te referías con que no me fuera?

— Pensé que ibas a hundirte como los demás y no quería quedarme solo. — respondió con simpleza. — Fui inmaduro, ¿verdad? — se vio decepcionado de sí mismo y entonces asintió. — Lo siento, Lix. Ojalá fuera tan bueno nadando como Seungmin.

Felix vio al menor alejarse con más de la mitad del cuerpo sumergido bajo el agua del lago; sus pasos lentos formaron ondas en la superficie que en un principio parecieron líneas y luego fueron cambiando de forma, porque todo está en constante cambio, y así como un mes atrás creyó escuchar una voz extraña, en ese momento supo que realmente esa no era la voz de su cabeza. Él estaba cambiando y le aterraba que sus amigos se dieran cuenta.

Unos minutos después, sentados en la orilla sólo se encontraron Changbin y Jeongin, observando cómo los demás gastaban hasta su última gota de energía nadando y jugando entre risas, con comentarios tontos e impertinentes, porque siendo torpes era cuando se sentían más felices.

Vivir en la ignorancia muchas veces es un gran regalo.

— Poniéndote en este tipo de situación en la que te cuento un secreto y te digo que no se lo digas a Chan por más peligroso que fuera, ¿igual lo harías? — preguntó de repente Jeongin, a lo que el mayor lo miró de soslayo y luego guió su vista al frente pensativo.