Con cariño, una flor del bosque | SKZ

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— Seungmin . . . Abre los ojos.

En ese momento el humano no supo si el miedo a lo desconocido o el susurro de Hyunjin cerca a su oído le había causado tal escalofrío, pero aun así abrió los ojos y presenció el espectáculo con una sorpresa grata, con ligeros toques de vértigo, sí, pero sin dejar de admirar a tales magníficas criaturas volando bajo las estrellas de la noche.

— Son hermosos. — admitió, se aferró con mayor fuerza al brazo de Hyunjin (puesto que estaban parados sobre las ramas de la copa de un árbol) en cuanto una ráfaga de viento los envolvió, y entonces sonrió con aire divertido. — Nunca en mi vida pensé que haría algo así . . . Jamás imaginé que vería algo tan . . . tan espléndido.

— Lucen peligrosos, ¿no es así? — le murmuró el pelirrojo, manteniendo la cercanía entre sus cuerpos. Seungmin lo miró de reojo y sólo asintió — Pero no hacen nada por maldad, lo hacen por sobrevivir. Cazan por sobrevivir. — Hyunjin también miró a los dragones manteniendo esa danza voladora entre ellos, con una gracia y delicadeza hipnotizantes. — Todos los sobrevivientes somos cazadores.

— Supongo que así funciona la naturaleza . . .

— Esa es la justicia natural. — convino mientras asentía. Desde que le habían cortado las alas, no volvió a atreverse a subir hasta la copa de un árbol, pero Seungmin lo impulsaba a hacer cosas, como saltar de un abismo, enfrentar ninfas en su propio territorio, acercarse a los dragones, robar libros importantes, probar pócimas, dudar, traicionar . . . Interesarse en el lazo, en el amor. — Aunque mi clan pueda especializarse en la manipulación de elementos naturales, los del clan Oiril siempre serán mejores en el control de la tierra, los del clan Anipse podrán manipular mejor el aire, y probablemente las ninfas de cascadas, lagos, ríos y arroyos tendrán mejor dominio sobre el agua, pero mi clan, el clan Esor, siempre va a destacar en la invocación y manipulación del fuego. — hasta ese momento el pelirrojo no tenía idea de que Seungmin se lo había quedado contemplando, fue cuando él quiso verlo que sus miradas se encontraron, por lo que Hyunjin le señaló con sus ojos los dragones que el humano de inmediato observó — Si un dragón atacaba, todos los clanes iban a sus guaridas, no podían hacer mucho, sólo intentar sobrevivir, incluso algunas de sus aldeas terminaban siendo devoradas por el fuego que expulsaban los dragones. Solía pasar por temporadas, o cuando iban a buscarlos e interrumpían su paz. Pero en el caso de mi clan, ellos luchaban, controlaban el fuego, enfrentaban a esas criaturas, y dicen que desde ese entonces los dragones no se acercan a toda aquella hada que tenga el cabello rojo . . . y tampoco a su humano.

— ¿Por eso no se acercan a ti?

— Por eso no se acercan a nosotros. — confirmó, añadiendo una sonrisa de labios al final. — Quiero que sepas más. Déjame mostrarte más sobre mi clan.

— ¿Me hablarás sobre tu clan?

— Haré algo mejor — se removió con la intención de iniciar su descenso de aquel árbol, y con ayuda lo dejó apoyado sobre algunas ramas. —, te lo mostraré.

— ¿A qué te refieres?

— Digo que esta noche mi clan hará un ritual, y es algo que me gustaría que vieras. Quizá no nos acerquemos mucho, pero será interesante verlo. — aseguró confiado. Tras ello ayudó al menor también a bajar, debían ser cuidadosos, puesto que estaba oscuro y para Seungmin era un poco difícil saber dónde era seguro pisar y dónde no, por eso en medio del descenso dejó que Hyunjin no dejara de tocarlo para sujetarlo con firmeza. — Es algo que hacen antes de la luna de sangre.

Unos minutos después ya estuvieron pisando suelo firme, pero pese a eso Hyunjin no soltó su mano y en cambio se lo llevó por otro camino. Hasta ese momento Seungmin no se había dado cuenta de que las hadas podían ver bastante bien en la oscuridad . . . Quizá porque eran parte de ella.