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No podía considerarse un experto, pese a que gran parte de su vida la había pasado recorriendo los bosques junto con su padre; sin embargo, era como si dentro de su cabeza existiera un reloj y una brújula, ya que de alguna forma sabía en qué momento era oportuno despertarse, en qué momento era oportuno prender una fogata y prepararse para dormir, también tenía la facilidad de orientarse, y no era para menos, después de todo era el futuro jefe de la tribu.

Seungmin no tardó en darse cuenta de la ausencia de Jisung en cuanto miró a su alrededor, estudiando la zona apenas se había incorporado tras abandonar el mundo de los sueños. Al principio quiso pensar que el mayor andaba por los alrededores, que quizá había querido asegurarse de que no hubieran animales grandes cerca o cualquier otra cosa que guardara el más mínimo sentido, pero al comprobar que realmente no estaba, rápidamente despertó a los demás.

— Changbin, Changbin — llamó a uno de los guardianes mientras sacudía su brazo. Este abrió los ojos al instante y se puso en posición de alerta, por lo que Seungmin fue hasta Chan y repitió la acción — Chan, Chan, despierta. Jisung no está. No sé a dónde habrá ido.

— ¿Qué?

— Dije que no está — aclaró con cierto desespero. Las distintas aves y sus parloteos constantes lo ponían más nervioso. El guardián principal al notar esto decidió despertar a Jeongin con delicadeza, para entonces coger el bolso que había estado usando de almohada y abrirlo con rapidez. — ¿Qué haces?

— Hay que remarcar la pintura. — respondió el mayor con firmeza. — La intensidad de su color disminuye tras una luna. Hay que protegernos.

— ¿Dónde está Jisung? — preguntó repentinamente Jeongin, el cual había demorado en recordar qué hacían ahí.

— No lo sabemos. — dijo Chan, tras ello desenvolvió un manojo de cuero que guardaba en su interior la pintura que se había mantenido fresca (y que probablemente para la noche ya no serviría de nada), pasó las yemas de sus dedos índice y medio por encima, para luego pintar las líneas poco notorias que yacían en las mejillas de Jeongin. — Quédate quieto. En cuanto todos estemos protegidos podremos hablar de-

— ¿Creen que haya vuelto a la aldea? — interrogó Seungmin, dejándolo a media frase. Para ese entonces Changbin se había acercado y parado a un lado de ellos.

— No, definitivamente se adentró aun más en el bosque. — fue la primera participación en la conversación de parte de Seo.

— ¿Querrá llegar al campo de lirios? — volvió a formular una pregunta Min. Ante el silencio agregó — Hay que ir por él.

— Aún no sabemos si fue así. — manifestó Chan con dureza. Con un ademán de mano le pidió a Seungmin que se acercara para que le remarcara sus líneas verdes, lo cual el menor hizo al instante. — Debemos volver a la aldea para estar seguros. Además, debo disculparme en nombre de todos con nuestro jefe de tribu por haber pasado la noche en el bosque.

Y la verdad es que tenía sentido su manera de querer hacer las cosas. En el caso de Changbin no podía hacer nada más que obedecer; en el caso de Jeongin tenía que seguir a su hermano, ya que estaba encargado de él, pero para Seungmin era diferente, porque era el hijo del jefe de tribu, y si quería podía obligarlos a ir en busca de Jisung, ya que, aunque se resistieran, no podrían volver a la aldea sin él. Su decisión sería clave, y todos lo sabían, por eso se lo quedaron viendo expectantes.

— No deberíamos arriesgarnos sin estar seguros, ¿no? Después de todo Jisung se sintió atacado por todos nosotros ayer, así que . . . puede que haya decidido volver por su cuenta para molestarnos. — deseó creer en sus propias palabras, pero sonaban tan ajenas, tan lejanas, que en definitiva los demás habían podido percibir su esfuerzo por ser positivo en ese tipo de situación. Todos habían crecido juntos, conocían a Jisung perfectamente y esos arrebatos insensatos que sólo Felix supo controlar. Era doloroso el tan sólo pensar que tampoco lo volverían a ver, así que, ¿por qué no sobrevivir por un breve lapso de tiempo tras una linda mentira? — Hay que tener las caras pintadas de una vez para avanzar. También necesito hablar con mi padre . . . Y anunciar la muerte de Felix dentro de la tribu.

Con cariño, una flor del bosque | SKZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora