ꕥ 🅧︎🅧︎🅧︎🅘︎🅘︎🅘︎ ꕥ

424 93 40
                                    

Meses antes

La primera vez que Felix supo que algo andaba mal, fue cuando una noche junto con Jeongin y Jisung ingresaron al bosque como prueba de su valentía. A la edad de ocho años uno quiere probarse muchas cosas, incluso un Jeongin de seis años quería demostrarles que también podía enfrentar la oscuridad sin problemas. Sin embargo, esa misma noche se habían alejado tanto que temieron no saber cómo volver, y como si las cosas no pudieran ponerse peor, Jisung informó haber visto algo entre los árboles.

— Pues, árboles, Jisung, seguro viste árboles-

— Oh, no, no, no, es un oso, Felix, un oso — le interrumpió en medio de su angustia. El rubio no tardó en sujetar la mano de Jeongin y colocarlo detrás de él como instinto protector. — Tenemos que irnos . . . Debimos hacerle caso a Seungmin. Vamos a morir aquí.

— ¿Vamos a morir? — preguntó el pequeño Jeongin al borde de las lágrimas, por lo que Lix negó con rapidez.

— Nadie va a morir. Sólo hay que irnos por el lado contrario y tener cuidado en-

Pero Jisung pisó una rama con fuerza, la suficiente para generar un ruido sordo que pudo escucharse con claridad, al igual que las pisadas toscas y los gruñidos del oso dirigiéndose hacia ellos.

— ¡Corre! — exclamó Jisung alterado, y aunque intentó tomar de la muñeca a Felix, él simplemente le entregó la mano de Jeongin. — ¿¡Qué haces!? ¡Tú también debes correr!

— ¡Voy detrás de ustedes!

Y así fue como comenzaron a correr, tomaron cierto ritmo y se desviaron muchas veces con la intención de salir de la vista panorámica del oso, pero este podía olerlos, podía escuchar los quejidos de Jisung, y cuando Jeongin tropezó por una rama y cayó de improvisto, la angustia creció, el pánico se apoderó de sus voces y creyeron que sería el fin, pero Felix en medio de su terror por ver a sus amigos morir, simplemente gritó:

— ¡¡Detente!! — miró al animal con lágrimas en los ojos. Era tan sólo un niño, le temblaban las piernas y le sudaban las manos, era delgado y aun no alcanzaba su estatura final, pero se mantuvo firme como un muro con la idea de protegerlos. — ¡¡Largo de aquí!!

Esa fue la primera vez que Felix supo que algo andaba mal, porque el animal se detuvo y se fue por la dirección contraria como si le tuviera miedo. Jisung subió al pequeño Jeongin sobre su espalda, le decía que su hermano iba a matarlo si realmente se había raspado la rodilla. Lix giró sobre sí para mirarlos, y entonces notó cierto recelo en sus miradas. Se hablaba demasiado mal de quienes eran diferentes, de quienes podían ser hadas, e incluso Felix lucía como una.

— ¿Están bien?

— Vamos a casa, Lixie. — murmuró Jisung como si no hubiera pasado nada importante. Tocar el tema significaba darle la razón a los adultos, aceptar que tenían razón cuando decían que Felix era en extremo peligroso, y no, para Jisung no lo era, para Jisung era alguien magnífico. — Gracias por estar aquí.

Lo que pasó después de ello se convertía en un sinfín de situaciones inexplicables de las cuales nunca quería hablar, puesto que no tenía cómo explicarlas. Todo fue lo suficientemente neutro como para pasar desapercibido, hasta aquella noche, cuando soñó que escuchó una voz y un canario lo guió hasta el bosque, hasta un árbol en específico que comenzó a brillar cuando sintió su presencia. Esa fue la vez que lo conoció, o al menos que supo de su existencia, puesto que la imagen de su rostro era demasiado borrosa.

— Girasoles . . . Ellos siempre trabajan en equipo, así como su clan, los únicos dignos de poseer este libro — le señaló la parte inferior del árbol que aun brillaba, y con una voz meutra le dijo — Su raíz.

Con cariño, una flor del bosque | SKZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora