Más Que Amigos. ( Shadow y tú )

Cap. 15 " ¡Fiesta De Bienvenida! "

« - Es inútil. El mundo va a traicionarte ¿Por qué luchar en absoluto? ¿Por qué arriesgar tu vida para aquellos que te perseguirán más tarde? »

( .... )

- ¡Ayer debiste de ver su cara! Estaba completamente rayada por lo que Scourge había hecho.

Yo reía mientras le contaba a Mephiles la broma que le habían hecho a Rouge.

Era tarde, pasaban más de la media noche y yo debía de descansar, así que, me despedí del erizo y fuí a dormir.

Mi habitación se heló.

Abrí los ojos y noté que no estaba en mi cama. El suelo era más duro de lo normal, el cielo era gris y algunos árboles a mi alrededor se incendiaban.

Moví mi brazo para apoyarme y levantarme, pero este dolía, mi cuerpo entero dolía.

- ¿Sabes? De todos mis años de combate jamás me han vencido en una pelea, y tú - me apuntó con su espada - No serás la excepción.

Blaze.. Su mirada reflejaba odio, ¿quién le habrá hecho tanto daño para terminar así? Con una mirada vacía y que no daría piedad alguna a sus víctimas.

- Blaze, ¿qué te pasó?

Fue lo único que logré pronunciar.

- ¿Es broma? ¡Tú me arrebataste lo más importante que tenía!

Dicho esto se acercó con gran velocidad hacía mí teniendo intenciones de clavarme su hoja metálica en el abdomen.

Cerré los ojos por impulso esperando la apuñalada.

Pero no pasó.

Lentamente abrí mis ojos y ahora una espada de hielo estaba frente a mí, a nada de ser clavada en mi cuerpo si no hubiera sido por el cuerpo de

¿Mephiles?

Desperté.

Alguien estaba abrazándome por la espalda esperando a que yo despertara, me dí la vuelta como pude viendo al erizo que estaba acostado a mi lado.

- ¡Mephiles! - Lo abracé - ¡Estás de vuelta! Pero, ¿¡qué haces aquí!? - Lo aparté rápidamente - Deberías de estar en camilla, tu cuerpo sigue sanando ¡pudiste lastimarte tratando de llegar aquí!

Él me miraba serio intentando no reír por mis múltiples reacciones.

Me senté en la cama al igual que él.

- ¡Hablo en serio! ¿Qué haces tú aquí?

- ¿No te alegra verme?

Quería arrojarle una almohada por su pregunta en broma pero iba a lastimarlo más por su herida.

- ¡N-no, yo!

- ¿No?

- ¡No! O sea ¡sí pero no!

- Bueno, supongo que tendré que irme decepcionado.

Levantó las manos en señal de rendimiento queriendo aguantar la risa.

Yo estaba apenada por la situación y no sabía cómo arreglarla, mi única reacción fue tomar la almohada que yacía a un lado mío y taparme la cara mientras me aventaba de espaldas a la cama.

- Ya está, no quería hacerte pasar un mal momento.

- ¡No lo hiciste! Pero no sabía cómo reaccionar. Estuviste dormido por días, me preocupaba que no fueras a despertar.