2. Recuerdo

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Antes de iniciar un torturoso recorrido por su mente, Gwen movió ambas manos y lo deshizo, Stephen vio impresionar su poder, normalmente nadie lograba deshacer alguno de sus hechizos con tanta facilidad.

—Escucha, nos conocemos— comenzó a hablar la peliverde —Mi nombre es Gwen Maximoff ó la hechicera Esmeralda... Si te soy sincera ya no sé quien soy en realidad.

El pelinegro la escuchó detenidamente mientras la observaba con detalle.

—Vine aquí porqué necesito tu ayuda con esto— la chica levantó su mano derecha y sacó un poco de su poder —No soy una amenaza.... Si me permites puedo mostrarte.

Ella dio dos pasos hacía al frente haciendo que Stephen se pusiera alerta pero al ver la mirada decadente de Gwen aceptó.

La peliverde solo le mostró la ves que pelearon codo a codo contra Thanos, cuando estuvieron en el funeral de Tony Stark y la última ves que se vieron cuando Steve Rogers regresó cada una de las gemas y no volvió.

Gwen sintió una punzada en su pecho al ver esa última escena, realmente las cosas no habían terminado así pero prefería tener ese secreto para ella misma.

Ese y el otro de que tiene el darkhold y ha practicado magia caótica con él.

—Gwendolyn....— exclamó el hechicero con una sonrisa de amabilidad —Ahora te recuerdo, pero.... ¿Por qué te borraste de mi memoria?

—De la de todos en realidad... Necesitaba desaparecer hasta que pudiera controlar y entender mi poder.

—Pues eres bienvenida en el santuario.

—¿Quien será bienvenida al santuario?— llegó preguntando otro hechicero el cuál Gwen reconoció.

—Wong, te quiero presentar a la nueva estudiante— exclamó Stephen.

Gwen saludó con una pequeña sonrisa y Wong imitó el acto.

—Será tu alumna, al ser el hechicero supremo no tengo tiempo para esas cosas.

—Creí que tu eras el hechicero— habló Gwen volteando a ver al pelinegro.

—Si pero como yo me blipeé le dieron el cargo a él.

Gwen asintió en respuesta y Wong se despidió de ellos para después irse.

El hechicero comenzó a caminar y le hizo una seña a la chica para que lo siguiera a lo que ambos caminaron hacía uno de los pasillos.

Gwen analizaba cada detalle del santuario e inconscientemente agarró la cadena que llevaba en el cuello la cual tenia el nombre de Steve grabado.

—Aquí dormirás porque.... Supongo no tienes a donde ir— exclamó el hombre a lo que ella negó con la cabeza —De acuerdo, mi cuarto estará al frente.

Stephen señaló la puerta del frente que daba a su cuarto.

—Me gustaría tenerte bajo mi observación.

—Aún me consideras una amenaza— la peliverde rodó los ojos.

—Prefiero tener mis precauciones— Stephen inclinó levemente la cabeza.

Aunque le trasmitía confianza prefería tenerla vigilada.
Aún se preguntaba como era que ella había deshecho uno de sus hechizos con un simple movimiento de manos y sin esfuerzo.

—Gracias— exclamó Gwen para después abrir la puerta de la que seria su habitación.

Stephen asintió con una sonrisa y se dirigió a la sala principal del santuario.

La chica cerró la puerta y respiro hondo.

Sabía que sería difícil avanzar después de todo lo que perdió pero haría un intento, tal vez después de que Strange le enseñe a controlar mejor su poder podría seguir con la busqueda de James.

Por que sí, Gwen Maximoff aún quería a su hijo devuelta.

Decidió darse una ducha y arreglar un poco su cabello, después de días que no se lo peinana lo tenía todo hecho un revoltijo, al ver que sus puntas no tenían salvación decidió cortarlo hasta la altura de los hombros en una perfecta linea recta.

Sus ojeras aún eran demasiado notorias pero ahora dormiría mejor y comería bien.

Entonces pasó una pregunta por su cabeza.
¿Wanda estará bien?

Probablemente no, la pelirroja se encontraba en la misma situación que ella solo que a diferencia, Wanda se encontraba sola.

Torció los labios ante esa idea, de verdad amaba a su hermana pero también recordaba las palabras de Agatha.

La bruja escarlata y la hechicera esmeralda.

Vaya mierda de vida, negó levemente para sacarse esa idea de la cabeza mientras se lavaba los dientes.

Entonces se escuchó como tocaban la puerta así que fue a atender.

—Tu primera lección será hoy antes de dormir— prácticamente ordenó el hechicero —¿O tienes algo más que hacer?

—No, pero ¿Por qué hoy? Creí que iniciariamos mañana.

Gwen de verdad prefería dormir antes de comenzar a practicar con su magia.

—Cuanto antes mejor.

—Bien, te veré en cinco minutos mago de fiesta.

Stephen la miró con severidad ante el último apodo.

—¿Entonces como me dirijo a ti?

—Señor.

—¿Señor Doctor?

—Solo arreglate, te veo en cinco minutos.

Dicho esto el hombre se acercó a ella para tomar la perilla de la puerta y cerrar, Gwen río internamente al ver su comportamiento.

Dio un suspiro y se terminó de arreglar para después ir al campo de entrenamiento.



















✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora