✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen Strange

36. Mi verdadero amor

Stephen logró convencer a América de que podía usar su poder la cuál tuvo una idea para detener a Wanda, abrió un portal al universo en el que habían estado con anterioridad, al universo en donde sus hijos estaban felices con su madre.

Billy y Tommy se asustaron al ver a la bruja escarlata algo que lastimó más a Wanda, con eso fue suficiente para que se diera cuenta del daño que estaba haciendo.

Usando su magia se propuso destruir su trono en la montaña así que debían irse, o al menos América y Wong debían hacerlo pero antes de hacer algún movimiento una especie de grieta se abrió de la nada dejando ver a Gwen al lado de Erik, Charles y Steve.

—Gwen— la llamó Stephen haciendo que la hechicera volteara en su dirección con una sonrisa pero al verlo en su estado sus ojos se quedaron abiertos.

La hechicera iba a dar el primer paso a su universo para ir con el hombre que ahora se había dado cuenta que amaba pero sintió algo que la retenía, volteó a ver a Steve el cual la sostenía con firmeza de la mano, ya no quería volver a soltarla ni se veía intensiones de que quería hacerlo.

El capitán cruzó su mirada con su ex novia de otro universo, no hacia falta decir alguna palabra porqué sus ojos eran expresivos con lo que querían, no quería volver a apartarse de su lado.

Gwen solo negó lentamente en una clara señal de que ella no era la Gwen que estaba destinada a estar a su lado.
Steve dio un suspiro y con un inmenso pesar soltó la mano de la peliverde con delicadeza la cuál solo le sonrió con calidez y se dirigió a Strange a toda prisa.

—¿Estás bien?— preguntó Stephen viendo su rostro para asegurarse de que no tuviera ningún rasguño.

—Ahora sí— contestó a su lado.

Rogers sonrió ante la idea de que al menos ella se encontraba en buenas manos, si ella estaba feliz y bien él también lo estaría aunque sabía que llevaría tiempo.

—Deben irse— anunció Wanda rompiendo el pequeño momento que se había formado refiriéndose a los tres hombres que estaban del otro lado de la grieta.

Gwen giró un poco y asintió para despedirse, los ojos azules de Steve aún seguían sobre ella probablemente buscando alguna muestra de amor pero ya no tenia nada que dar, al ver esto el rubio asintió con una sonrisa satisfecha.

Con su mano izquierda volvió a cerrar la grieta y ahora la hechicera pudo hablar con Stephen y Wanda.

—Ahora viajas por el multiverso— bromeó el pelinegro en un susurro poco audible.

Wanda hizo una mueca.

—No es fácil— admitió —pero tenia que venir a verte— esa última palabra iba mas dirigida hacía Wanda.

América abrió un portal y lo atravesó junto con Wong,

—Nosotras abrimos el darkhold— habló Gwen captando nuevamente la atención del hechicero.

—Y yo debo de cerrarlo— terminó por decir Wanda.

Gwen fruncio el ceño —Yo te ayudaré.

Wanda solo negó —Soy siete segundos mayor que tú, yo me haré cargo.

Esas palabras eran las que la pelirroja siempre le decia cuando eran pequeñas y cometían alguna travesura.

—Iré por tí y James— dijo Gwen a Strange aún viendo a su hermana.

Stepehen terminó de deambular y dejó el cuerpo del Strange muerto allí solo para volver al universo donde antes estaba con James.

—¿Ya acabó?— preguntó el chico de cabello verde esperanzado a lo que el hechicero asintió —Bien....— suspiró —Tomaré vacaciones después de esto.

—¿Te quedarás?— cuestionó Stephen.

—Depende— la ceja alzada del pelinegro lo obligó a continuar —¿Harás un perrito de globo? Siempre quise uno.

Stephen solo rió en un tono bajo, antes de que pudiera continuar con su conversación nuevamente una grieta apareció y de allí cruzó Gwen cubierta de polvo y tierra por el reciente derrumbe.

James abrazó a su madre y cruzó el portal para llegar al santuario dejandoles un momento a solas a la pareja.

—Stephen....— comenzó a hablar Gwen acercandose a él.

El silencio inundó el lugar, el portal aún estaba abierto pero ya no había nadie y aunque podían hablar tranquilamente las palabras no salían de su boca.

—Yo te amo Gwen— soltó repentinamente Stephen —Te voy a amar en todos los universos— aseguró poniendo su mano delicadamente en la mejilla de la hechicera —Aunque sé que Steve Rogers es tu alma gemela.

Esas palabras se clavaron como cuchillas en su corazón pero era la verdad.

Gwen sonrió débilmente y tomó el rostro de Stephen entre sus manos.

—Tienes razón— admitió susurrando pero por el silencio era fácil oír —Steve es mi alma gemela.

El alma gemela tiene una mision en la vida, el alma gemela es la persona que pasa por tu vida y deja una huella que te acompañará por el resto de tus días, eso era lo que había hecho Steve.

—Pero tú— continuó hablando acercándose un poco más a Stephen logrando que sus respiraciones se mezclaran —Eres mi verdadero amor.

A diferencia del alma gemela, el verdadero amor se quedará para siempre a tu lado, será aquel que esté allí para cuidar y amar.
Aunque, Gwen Maximoff no necesitaba a alguien que la cuidara y protegiera, no, necesitaba a alguien que la apoyara en todas las decisiones que tomara por más descabelladas que sean y ese iba a ser el trabajo de Stephen.

A partir de ahora la iba a apoyar sin importar la situación.

Se unieron más hasta que sus labios se juntaron en un apasionado beso, ahora podían amarse.
Parecía que sus bocas coordinaban y encajaban a la perfección ya que el beso era hermoso, profundo y afectivo, lo que algunas veces no se podía decir con palabras se demostraba con acciones pero esta vez sobrepasaba esas barreras ya que sabían muy bien lo que uno sentía por el otro.

—Te amo Stephen Strange— susurró Gwen entre el beso sacándole una sonrisa al hechicero.

—Hay que volver a casa— habló Stephen en cuanto se separaron mientras juntaba su frente con la de Gwen —Pero antes quería preguntarte... ¿Me harías el hechicero más afortunado al tenerte como mi novia?

—Creí que con lo que había dicho y hecho eso ya no se necesitaba preguntar— Gwen sonrió como nunca antes.

Stephen volvió a darle un corto beso y tomó su mano para caminae juntos hacía la grieta y cruzarla llegando así otra vez a su universo.

Este sería el inicio de una bella historia de amor ó el final de una historia caótica.