Aunque salir de una mala experiencia era difícil Gwen se esforzaba para hacerlo, ya había pasado mes y medio desde que se propuso a si misma encontrar su propia felicidad.
Al igual que había pasado un mes desde que había dejado la magia caótica y notaba como sus manos volvían a su tono normal.Se sentía orgullosa de su progreso.
Por otro lado Stephen comenzaba con otra estapa no tan linda como la de Maximoff.
Justo ahora se encontraba en la biblioteca del santuario buscando algo que le dijera sobre la "hechicera esmeralda" porqué si, no se había olvidado de eso y necesitaba respuestas para lo que Gwen representaba.
Llevaba horas buscando en los libros pero no había nada que le dijera algo, aunque sea una pista.
Entonces una idea fugaz llegó a su mente, los libros prohibidos, pero... Si se hablaba sobre ella en dichos libros tal vez no era bueno.
Soltó un suspiro mientras cerraba el libro de artes místicas y se dirigió a paso rápido a la sección prohibida.
Tomó el primer libro que encontró allí y se puso a hojearlo, una parte de él quería encontrar respuestas pero otra no, ya que si ella estaba allí debía mantenerla vigilada.Y no como él quería vigilarla.
Maldecía internamente el hecho de que recientemente la conducta de la peliverde se le había hecho más interesante y su físico más atractivo, no podía negar que era hermosa.Una sonrisa de satisfacción se escapó de sus labios al no encontrar nada, tal vez estaba exagerando y "hechicera esmeralda" solo era un apodo que ella misma se había dado.
Volvió a poner el libro en su lugar pero otro llamó su atención, uno que no tenia nombre y su pasta era dura y completamente negra.
Lo tomó y comenzó a leerlo, su estómago dio un vuelco cuando vio el dichoso apodo.
—Hechicera esmeralda...— susurró yendo a la pagina que decía la columna.
El libro estaba polvoriento, como si nadie lo hubiera abierto desde hacer mucho tiempo y claro, como lo iba a hacer si se encontraba en la sección que decía "no agarre ó se enfrentara a severas consecuencias"
Llegó a la página y comenzó a leer en voz baja.
—Un ser con magia impredecible... Capaz de adaptarse para vencer a cualquier amenaza que se le ponga enfrente, creada por el mismo universo, una protectora.... Ó también una destructora... La hechicera hará lo que crea correcto con el fin de proteger el universo, protegerlo... ¡¿Protegerlo de que?!
Gritó fastidiado al ver que la página que continuaba con la información estaba arrancada.
Cerró el libro y salió de allí, ya más tranquilo en su habitación podría leerlo mejor, en medio del transcurso se encontró con cierta hechicera.
Pensó en si hablarle ó no, hablar sobre el tema de la magia y eso ya que no estaba del todo seguro sobre si sería de confiar pero su cerebro no lo dejó pensar mucho porque cuando se dio cuenta ya tenía a la peliverde del brazo arrastrándola a la esquina para hablar sin ser interrumpidos.
—¿Que te pasa?— cuestionó Gwen arqueando su ceja.
—¿Has practicado magia? ¿Desde la última vez?
—No— la seguridad en su respuesta calmó las locas ideas que el hechicero tenia sobre ella —¿Por qué la pregunta?
Stephen sintió arrepentimiento por haber iniciado esa conversación, la mirada penetrante de la joven estaba sobre él y no sabía que responder ante esa pregunta.
—Porqué creo que deberías seguir practicandola— se mordió la lengua ante esa oración, definitivamente no era lo que tenia planeado pero a la vez si quería que Gwen continuara con sus estudios —Es necesario que lo hagas.
—¿Por qué?
—No tengo porqué darte explicaciones— dicho esto continuó su camino.
Sonrió triunfante ante esa rápida salida que se dio, iba a seguir enseñándole a controlar su poder aunque ella no quisiese, había algo que lo impulsaba a hacerlo y no era el hecho de que quería volver a acercarse a ella, era porqué según las páginas de aquel libro antiguo que leyó, la hechicera Esmeralda debía proteger algo.
Dejemoslo en una corazonada.
Por otro lado Gwen estaba confundida, definitivamente no quería volver a usar su magia pero también habia algo dentro de ella advirtiendole que algo grande se acercaba y debía prepararse.
Sacudió su cabeza para sacar esas ideas que tanto la estresaban y tratar de continuar con su dia pero una nueva idea fugaz cruzó por su mente.
Stephen Strange, aquel hombre que de vez en cuando ocupaba sus pensamientos y no de la forma que ella quisiera.
No, Gwen no quería volver a enredarse en un amorío que aunque ya había pasado un tiempo desde lo de Steve aún sentía que lo traicionaba.
No quería, o tal vez tenia miedo, miedo...
Odiaba sentir miedo.Temía a volver a tener a alguien en peligro a causa de su destino, temia a volver a salir con el corazón echo añicos.
Stephen también tenía ese temor, por eso no se había acercado a alguien más después de lo de Christine pero conoció a Gwen Maximoff, alguien que había estado pasando por lo mismo, alguien que probablemente estaba igual de roto que él.
A causa de su poder sentían que no tenían derecho a estar con alguien por miedo a ponerlos en peligro.
Y ahora era inevitable, un lazo, un lazo más fuerte que amor los atraía, no sabían de que se trataba.
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✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen Strange
De TodoSegunda parte de "REALIDAD" Ahora que Gwen se encontraba completamente sola, la peliverde decide buscar ayuda y que mejor que la del hechicero supremo. Lo que ninguno sabía era que la hechicera lo ayudará con la bruja escarlata quien también es su h...