16. Sueños realistas

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Stephen despertó exaltado de su cama, a juzgar por la oscuridad en la habitación sentía que aún era de madrugada.

La puerta de su habitación fue abierta y por ella entró una Gwen alterada y algo despeinada ya que estaba durmiendo.

—¿Que pasa?— cuestionó con el entrecejo fruncido pero en cuanto sus ojos cayeron en Stephen las palabras se le fueron de la boca —Ouh.

Normalmente Stephen dormía sin camisa, la tenue luz de la habitación apenas podía hacee que se vieran pero era suficiente como para ver el pecho y torso del pelinegro, al cuál no le preocupó ya que tenía la suficiente confianza como para estar así frente a ella.

Sacudió su cabeza para poder concentrarse en el verdadero problema, Stephen parecía asustado.

Encendió la luz y entró a la habitación cerrando la puerta tras ella, ignorando por completo el hecho de que Stephen aún no tenia su camisa puesta, ahora eso era lo de menos, quería saber porqué su reacción como si hubiera visto a un fantasma a la mitad de la noche.

—¿Estás bien?— preguntó con preocupación acercándose a él y sentándose a la orilla de la cama.

—Tuve una pesadilla— respondió con un suspiro pasándose las manos por su rostro.

—¿Quieres contarme?

Stephen volteó a verla, Gwen le sonrió con calidez mientras ponía su mano en la mejilla de él.

Ese simple tacto hizo que sus músculos se relajaran, aún sentía como su corazón iba muy rápido pero el gesto de la peliverde era suficiente como para calmarlo.

Cerró los ojos tratando de recordar algo de su pesadilla pero solo había fragmentos.
Fragmentos en donde dos adolescentes estaban incluidos, una chica y un chico.
Ella tenia el cabello negro y vestía de mezclilla mientras que el otro vestía de cuero y tenia el cabello.... Verde.

Sintió la otra mano de Gwen en su barbilla haciendo que abriera los ojos y los conectara con los de ella.

—¿Quires contarme?— volvió a repetir aún con suavidad en su voz.

Vamos Strange, hay millones de personas que pueden teñirse el cabello de verde, se regañó a si mismo —No fue nada— trató de sonar convincente pero Gwen solo rodó los ojos.

—No tengo que usar mis poderes mentales para saber que mientes.

Stephen soltó una risa en voz baja y suspiró —Fue extraño... Fue un sueño pero era muy realista— explicó —Seguro no fue nada, lamento haberte despertado.

Gwen torció los labios, ella también había tenido pesadillas y recuerda cuando Stephen estaba despierto para cualquier cosa, una amplia sonrisa apareció en su rostro al pensar que ahora era momento de devolverle ese pequeño favor.

Le hizo y gesto con la mano para decirle que se moviera un poco, él así lo hizo y le dio un espacio en su amplia cama en donde la peliverde se metió para tratar de volver a dormir.

Ya habían pasado tres meses desde lo que pasó en Navidad, en ese tiempo se había creado un lazo de confianza que los unía, sin embargo, aún no eran oficialmente novios.

—¿Te quedarás aquí?— cuestionó el hechicero mientras volvía a acomodarse para dormir.

—Sí, así será más fácil despertarte en caso de otra pesadilla— respondió tratando de restandole importancia a sus palabras aunque en el fondo este paso era importante para ella.

O más bien para ambos.

—Descansa— susurró Stephen volviendo a cerrar los ojos para dormir.

La luz de la habitación se apagó y solo se escuchó el completo silencio, Strange volvió a dormir pero Gwen no, sentía cierto dolor en su cabeza que no se lo permitía además de una extraña sensación.

¿Se estaba volviendo paranoica? Como deseaba poder hechizarse a si misma pero no podía, si no ya lo hubiera hecho hace mucho tiempo.

Suspiró mientras se pasaba ambas manos por la cara tratando de volver a conciliar el sueño pero fue imposible.
Pasaron los minutos y sin darse cuenta ya había pasado una hora desde que llegó al cuarto y sus ojos seguían abiertos.

Lentamente comenzó a cerrarlos inconscientemente cuando un movimiento algo brusco a su lado volvió a despertarla.

Stephen parecía volver a tener esa pesadilla, se movía de un lado a otro con inquietud y soltaba pequeños jadeos y susurros.

El corazón de Gwen se estrujó al no saber que hacer, parecía que algo no estaba bien.

Sin pensarlo dos veces se levantó de la cama y caminó hasta la pared más cercana en donde al ver que seguramente él no despertaría por si solo tronó los dedos y apareció el darkhold frente a ella.

Se prometió a si misma que no volvería a ocuparlo pero fue inevitable, no podía dejar que Stephen continuara con sus pesadillas.

Hojeo las páginas desgastadas hasta que llegó al hechizo correcto.

Se aclaró la garganta y respiró profundo, volvería a ocupar el darkhold aún sabiendo que probablemente le volvería a ser difícil dejarlo.

Su aura verde salió de sus manos y fue directo a la mente de Strange, bloquearía cualquier pesadilla que se presente hasta que volvió a escuchar la misma voz de siempre solo que esta vez dijo algo que hizo que su mente se nublara.

"Mamá"

Dio por terminado el hechizo y la parte del darkhold que ella tenia volvió a desaparecer, ella lo ocultó mientras volteaba en todas direcciones en busca de esa voz masculina que la llamó.

Definitivamente ese era James, su hijo la había llamado.



























✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora