✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen Strange

29. La verdad

Después de explicarles a Gwen y Stephen el porqué no pueden estar ahí y como se crearon los illuminati en ese universo iban a dar un voto que decidiría el destino de ambos hechiceros, América y James.

Pero antes de que tomaran una decisión les dieron la oportunidad de hablar a lo que Strange les advirtió sobre la bruja escarlata sin embargo la arrogancia y altos niveles de confianza de la capitana Marvel cegaron la visión de la gravedad del asunto.
—Nosotros no encargaremos de su brujita.

Ambos insistieron pero Reed tomó la palabra.

—Agradacemos su interés, pero no le tememos a la bruja escarlata, según nuestra experiencia quienes ponen en riesgo al multiverso en realidad es el Doctor Strange y la hechicera esmeralda.

Gwen arqueó una ceja ante esas palabras, esperaba cualquier cosa menos eso.

—¿Que?— comenzó a hablar con confusión Stephen —¿El doctor Strange? ¿El poderoso héroe que murió combatiendo a Thanos?

—Debemos decirles la verdad— escucharon otra voz que ninguno de los dos reconocía, voltearon a ver al dueño y vieron a un hombre en una silla de ruedas color amarilla.

—Nuestro último miembro, el profesor Charles Xavier— lo presentó Mordo.

—¿Que verdad?— preguntó Gwen.

—Nuestro Doctor Strange no murió luchando— Charles miraba con seriedad a ambos, aunque Gwen tratara de descifrar sus expresiones no tenía idea de para donde se dirigía la plática.

Aunque eso era lo que menos la tenía preocupada, sabía que Wanda no tardaría en llegar y si no se iban ahora seguro los encontraría.
Cosa que ya estaba pasando, Wanda volvió a deambular y ya estaba en ese universo por medio de la Wanda de ahí.

—Estabamos en guerra— comenzó a explicar el profesor Xavier —Mientras los demás nos unimos para detener a Thanos, Stephen, como siempre, decidió hacerlo solo.

—Recurrió al darkhold— continuó Mordo —Comenzó a deambular, esperaba encontrar nuestra salvación en el multiverso.

—¿Y que creés? No fué así, pero el no paró de deambular.

Stephen no se podía creer lo que el Strange de ese universo había hecho, sentía la mirada de Gwen sobre él y eso era lo que más le molestaba, él había estado enojandose con ella porqué había ocupado el darkhold y ahora resulta que también podría ser capaz de muchas cosas.

El doctor Strange de ese universo había detonado una incursión causando la aniquilación de otro universo.

Específicamente la del universo de donde provenía James, por eso lo detestaba pero los hechiceros no tendrían porque saberlo.
O al menos no aún.

—Stephen renunció a la maldad del darkhold— prosiguió Charles —Nos ayudó a encontrar el libro de los Vishanti, un arma que usamos todos juntos para derrotar a Thanos pero quedaba una última amenaza- terminó deciendo refiriéndose a él.

Xavier decidió mostrarles la verdad por medio de su mente, al verse verdaderamente arrepentido prefirió enfrentar sus consecuencias aún así fuera la muerte.

—¿Y donde entro yo en todo esto?— cuestionó Gwen molesta, ya no quería saber nada más.

—Despues de la muerte de Stephen, tuvimos que darle la noticia a sus amigos y seres queridos, entre ellos a su esposa, Gwen Strange.

Si no estuviera al tanto de la situación en la que se encontraban fácilmente se hubiera desmayado, sintió como la presión le bajó de golpe y su corazón comenzó a latir con velocidad.

Stephen había olvidado por un momento el presente caótico y volteó a ver a la peliverde con una sonrisa pero antes de poder soltar algún comentario el profesor Xavier continuó hablando.

—Gwen no soportó la noticia de lo que Stephen había estado haciendo y mucho menos la de su muerte, poco después ella comenzó a usar su poder para tratar de revivirlo pero al ver que era imposible recurrió de igual forma al darkhold— Charles veía a la mujer son tristeza, en especial sus dedos llegando así a la conclusión de que la Gwen que estaba presente también había ocupado el libro solo que con diferentes razones —Estuvo a punto de llegar a su objetivo pero en el transcurso se llevó a muchas vidas en sus manos, incluidas las de otros universos.

El grupo de héroes tenía la mirada puesta en Gwen la cuál se encontraba en un estado de shock, los illuminati habían descubierto lo que una persona con magia era capaz de llegar a hacer por aquellos a los que ama realmente.
Charles le mostró de igual forma lo que había pasado, a diferencia de Stephen ella no mostró arrepentimiento y para detenerla ocuparon a su padre, Erik Lehnsherr alias Magneto, otra noticia bastante dura para la sokoviana aunque ahora entendía el porqué la magnetoquinesis en James, lo había heredado de su abuelo.

Erik fué el único que la hizo entrar en razón y con todo el dolor en su corazón paternal la asesinó arrojándola en una pila de tubos que atravesaron su cuerpo.

Stephen estaba igual de sorprendido que ella.

—Si esa es la verdad ¿Por qué Stephen tiene una estatua?— preguntó Gwen después de unos segundos de silencio sepulcral, quería cambiar de tema, prefería hacerlo.

—El mundo necesita héroes— explicó Carter —Lo decidimos por lo que nuestro Strange era capaz de hacer, lo que posiblemente es capaz de hacer todo doctor Strange.

Antes de poder continuar con la conversación las alarmas comenzaron a sonar alertandolos de un ataque en la estancia.

—Fuimos infiltrados— exclamó Reed al equipo.

—No jodas genio— habló Stephen con obviedad.

Encendieron las cámaras y en ellas se vio como Wanda de ese universo se dirigía a América destruyendo a todos los robots que intentaran detenerla.

—Que no escapen, votaremos de regreso— ordenó la capitana Carter levantandose de su silla y saliendo de allí con el resto del equipo.

—Si logran escapar de esta cámara deben guiar a América Chávez, salven a la niña y consigan el libro de los Vishanti.

Ambos hechiceros voltearon a verse ideando un plan en sus mentes. Charles confiaba en ellos ya que consideraba que solo habían tenido un tropiezo, además de que Gwen era como un sobrina para él, no esperaba el momento para contarle a Erik los recientes acontecimientos.