El tiempo se pasaba volando, Gwen ya había mejorado de apariencia ya que nuevamente comía tres veces al día y dormia con regularidad.
Aunque claramente las pesadillas no cesaban, había probado de todo pero simplemente no podía frenarlas.
El lazo de amistad entre Stephen y Gwen había crecido como flores en primavera pero la chica aún no le revelaba sus más profundos secretos, no sabía con exactitud como hacerlo.
Eran las once de la noche y la hechicera se preparaba para dormir aunque en cierto punto le aterre la idea ya que los sueños la atormentaban.
Se terminó de cepillar los dientes y se dirigió a la cama en donde se envolvió con sus cobijas y trató de dormir.
Stephen por otro lado estaba en su forma astral, velar las noches de Gwen se le había vuelto costumbre y aunque a muchos les molestara a él no, para él era un alivio saber que solo su voz podía sacarla de esas pesadillas.
Poco sabia del pasado o de la vida de Maximoff pero por lo que había estado viendo en su compañia sabia que ella no era mala y lo que pasó en el pueblo de Westview solo fue un accidente.
Por que sí, descubrió todo lo que pasó en aquel pueblo pero le alegraba saber que al final pudieran arreglarlo.
Los quejidos de la chica que dormía en la habitación del frente comenzaron, Stephen volvió a su forma física y se sentó a la orilla de la cama para ir en cualquier momento.
Pero esa noche fue diferente, por la orilla de su puerta vio una neblina verde entrar, era el poder de Gwen, eso no era bueno, nunca antes había pasado y eso hacia que el hechicero sintiera preocupación por Gwen.
Se levantó de su cama y caminó a la puerta del cuarto de la anterior mencionada, Le costó un poco abrir la puerta pero finalmente lo logró.
Quedó impactado al ver a Gwen levitando a unos cinco centímetros arriba de su cama, estaba rodeada de su aura esmeralda y parecía susurrar algo.
Stephen tenía que usar su magia para despertarla ya que en cuanto trataba de avanzar era levemente empujado por su poder.
Movió ambas manos sacando su chispa anaranjada con tono dorado y se abrió paso hasta estar al lado de la causante de todo.
Notó que no llevaba sus guantes verdes y pudo ver sus manos con tono negro.
—Magia caótica....— susurró para si mismo.
Entrecerró los ojos al pensar en que se lo había ocultado todo el tiempo.
Tenía que hablar con ella, ahora necesitaba saber toda la verdad.
Al despertarla Gwen cayó repentinamente de la cama haciendola despertar completamente exaltada.
—¿Quieres decirme que es esto?— preguntó Stephen agarrando su mano y poniendosela frente a ella con notorio enojo.
Gwen pareció perder los colores de la cara por unos momentos hasta que sus ojos se aguaron y se soltó del agarré de Stephen para tallarse sus manos como si con eso se quitara el color negro.
Eso hizo que el hechicero se sintiera un poco mal por su actitud pero decidió dejar su postura firme.
—Estuviste prácticando magia caótica a mis espaldas— le reprocho.
—Es mi culpa, todo esto, de verdad lo siento— sus lágrimas comenzaban a salir de sus ojos.
La peliverde se sentía una mierda, la capa de Stephen se apartó de su cuerpo y le dio un zape en la cabeza haciendo que Strange la vea de mala forma.
—¿Por qué lo hacías? Supongo que tienes una buena razón ¿O no?
Gwen asintió —Quiero a James de vuelta...
La peliverde sufría una especie de "Deja vu" sentía la mirada de Stephen sobre ella con firmeza y decepción, tal y como Steve la había visto la última vez que estuvieron juntos.
Aunque ahora que lo pensaba ya no sentía tanta tristeza por Steve, después de todo su relación había fallado y ella sentía que había hecho lo mejor por ambos pero James, James se había vuelto una especie de obstáculo para avanzar con su vida.
Si, lo quería de vuelta, no había forma de evitar que una madre que lo perdió todo deje ir a su hijo, él único que creía que podía recuperar.
—¿James?— preguntó el hechicero confundido, recordó la primera noche que ella tuvo una pesadilla en el santuario, Gwen lo gritó a los cuatro vientos como si estuviera llamándolo.
Maximoff se mordió el labio con ligereza ante la idea de revelar sus secretos, había formado una amistad con Strange y ahora lo que menos quería era perderla.
Algo dentro de ella temia que Stephen Strange perdiera su confianza y amistad.
—¿Y bien?— cuestionó Strange —De seguro sabes controlar tu magia y solo viniste aquí para encontrar nuevos trucos ¿No es así?
Ella negó con la mirada baja
—No sé controlar mi poder por completo, aún falló hasta con la magia caótica—nuevamente la voz de Agatha se hizo presente en su cabeza.
"Tu poder es infinito, solo tienes miedo a desatarlo por temor a fallar a los demás"
Desatarlo....
—Bien— Stephen trató de relajar sus facciones —Quiero que me digas la verdad... Ó tendrás que irte.
Esa última oración les dolió a ambos pero Stephen a diferencia de Gwen sabía ocultarlo.
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✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen Strange
РазноеSegunda parte de "REALIDAD" Ahora que Gwen se encontraba completamente sola, la peliverde decide buscar ayuda y que mejor que la del hechicero supremo. Lo que ninguno sabía era que la hechicera lo ayudará con la bruja escarlata quien también es su h...
