Stephen se había logrado liberar de las telarañas de Peter y así poder salir de la dimensión espejo pero ahora tenia otro problema, no podía volver a Nueva York si su anillo le había sido arrebatado.
Caminaba desolado por el gran cañón sin idea de que hacer, soltó un bufido al pensar en lo que creía que Gwen iba a hacer.
"Seguro ella le quitará mi anillo a Peter y vendrá por mí para devolvermelo" gran idiota Stephen Strange, seguramente justo ahora la peliverde se encuentra leyendo el darkhold para arreglar el problema y no había ido por él por miedo a enfrentarse a las consecuencias.
—Que malas ideas tienes de mí— escuchó la voz de Gwen en su cabeza.
—¿Hace cuanto estas ahí?— cuestionó con leve tono de fastidio.
—Lo suficiente para saber que aún no confías en mí— podría jurar que escuchó la voz de Maximoff apagada a la vez mezclada con decepción —¿Enserio creíste que usaría otra vez el darkhold?
—¿Y no lo ibas a hacer?
El silencio en su mente le respondió esa pregunta, claro que lo iba a hacer.
—¿Lo usaste?— volvió a preguntar, si alguien lo viera ahora lo juzgarian de loco por hablar solo en el gran cañón.
—No.
Eso bastó para que sintiera un pinchazo en su pecho, había tenido una mala idea de ella cuando él no estaba para vigilarla.
—No soy una niña Stephen, ya me casé— esa palabra hizo que un nudo se formara en su garganta por alguna razón pero trató de ignorar ese sentimiento —Tuve un hijo, sé lo que está bien y lo que está mal, también puedo hacerme cargo de mis problemas, no necesito que sientas lástima por mí.
—¿Quien dijo que sentía lástima?
Nuevamente el silencio en su mente, soltó un suspiro y siguió caminando sin la esperanza de que Gwen llegara a salvarlo pero para su sorpresa la peliverde apareció frente a él rodeada de su aura verde y con su traje aún puesto.
—¿No me tienes lástima?
—¿Por qué la tendría? En cuanto me dijiste lo que pasaste me propuse a ayudarte pero no porqué sintiera lástima, si no porqué siento que puedes llegar a ser más.
—¿Entonces porqué no confías es mi? Aún creés que puedo caer ante el darkhold.
—Porqué no eres tú, es ese libro, cualquiera que lo ocupe puede volverse adicto, créeme, siento que si yo leyera aunque sea una maldita página entraría a un agujero del que probablemente no encuentre la salida, no quiero que eso te pase a ti.
Esa última oración tocó el corazón de Gwen haciendo que volviera a sentir esa sensación de calor en su pecho.
Antes lo había relacionado con lo que sentía cuando se trataba de Steve y por eso tenia miedo pero no, esto es diferente... Pero aún no se le quita el temor.
Ella le sonrió mostrando sus dientes y arrugando su nariz —De acuerdo mago de fiestas— Stephen sonrió ante ese apodo, ridículo pero viniendo de ella no le desagradaba tanto —Ahora... ¿Esto que es?— preguntó sacando el collar con la piedra esmeralda en el centro.
Stephen cerró los ojos y se pasó las manos por la cara, no tenia planeado dárselo hasta navidad.
—Un regalo— respondió con calma —Queria dártelo en la cena de navidad pero veo que ese plan ya se arruinó.
Gwen soltó una risa —Es hermoso, gracias Stephen— se acercó a él hasta quedar a unos centímetros de distancia —Pero.... Tienes razón, dámelo en la cena de navidad y de una mejor forma— exclamó devolviéndole el collar.
Stephen río bajo mientras lo tomaba, sus manos rozaron levemente con las de ella causándole millones de sensaciones a través de su cuerpo.
Igual que a Gwen, ella también sintió una linda sensación ante ese pequeño rose pero antes de que pudieran decir algo un portal se abrió frente a ellos.
Ambos giraron su cabeza para mirar a quienes se encontraban del otro lado del portal dorado encontrándose con Ned y Mj.
—Ouh... Lo siento- interrumpí algo— habló Ned.
—Acerte— habló Gwen en voz baja, si, su sensación habia sido correcta de iban a necesitar el anillo.
Strange gruñó mientras cruzaba el portal haciendo que Gwen riera, su actitud pasó de ser un hombre hablando con una mujer hermosa a la de un niño cuando le quitaban su dulce favorito.
—¿Donde está?— exclamó con furia arrebatandoles el anillo y el cubo al par de adolescentes.
—Antes de que diga algo señor— volvió a hablar Ned pero se corrigió —Doctor Strange señor, el plan de Peter funciona.
—¿Que plan?— preguntó girandose para ver a Gwen la cuál estaba parada junto a él en completo silencio en busca de una explicación
—¡Los está curando!
Ned tenía razón, Peter estaba logrando su objetivo.
Stephen lo miraba con asombro y Gwen con una sonrisa llena de orgullo.
Ambos se dirigieron con los tres Spiderman's para hablar pero se vieron interrumpidos por el duende verde, arrojó algunas bombas para atacarlos, los tres Peter's esquivaron algunas mientras que Stephen fue protegido por el Doctor Octopus ya que este se encontraba con el perfil bajo, el duende verde aprovechó esto tambien para quitarle el cubo que los enviaria a su universo pero antes de que pudiera irse lejos con él Gwen lo atrapó y se lo quitó jalandolo hacía ella.
Apenas tuvo el cubo en sus manos Stephen se percató de que una de las bombas del duende estaba en él generando así una ola de miedo.
—¡Gwen no!
La bomba explotó pero él logró llegar a ella para envolverla en sus brazos y capa, gran parte de la estatua de la libertad fue destruida al momento haciendo que ambos cayeran desde una gran altura pero antes de tocar el suelo Gwen los detuvo al mismo tiempo que sostenía a Ned en el aire.
—¿Estás bien?— preguntó Stephen con preocupación recorriendo su rostro con la mirada en busca de algún rasguño pero estaba perfecta.
Gwen solo asintió mientras sus ojos verdes se iluminaron por sostener a Ned, haciendo que el hechicero quedara encantado por el brillo.
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✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen Strange
SonstigesSegunda parte de "REALIDAD" Ahora que Gwen se encontraba completamente sola, la peliverde decide buscar ayuda y que mejor que la del hechicero supremo. Lo que ninguno sabía era que la hechicera lo ayudará con la bruja escarlata quien también es su h...
