24. Dos dijes, una portadora.

1.7K 205 19
                                        

—Tiene el darkhold, completo...— exclamó Gwen sentada en las escaleras de la entrada de Kamar-Taj con James a su lado.

En sus manos tenía el collar con la piedra esmeralda que Stephen le había dado y la cadena del reclutamiento de Steve, no sabía porqué las tenia juntas en ese momento pero agradecía que el tenerlas con ella le trasmitían paz y esa calidez de hogar, solo que no sabía cuál lo hacía más.

Stephen solo la observaba con dolor.
¿Como es que todo su avance se fue a la mierda en menos de tres días? Si las cosas seguían así la perdería también.

—La bruja escarlata es un ser de magia inconmensurable, reescribie la realidad a su gusto... Se profetisa que va a gobernar o aniquilar el cosmos— explicó Wong al resto de lo hechiceros presentes.

Habían convocado toda la ayuda posible tanto para proteger el templo como a América.

—Con solo su mente se adueñó de todo un pueblo, si consigue el poder de América podría esclavizar a todo el multiverso— comentó Stephen.

—La persona que según tú iba a ayudarme— comenzó a hablar América —a quien le dijiste donde encontrarme ¿Es quien busca asesinarme?

—Sí...— suspiró, su idea no funcionó y prácticamente había entregado a la niña en bandeja de plata.

—Existe una profecía que dice que la bruja escarlata será vencida por la hechicera esmeralda— volvió a hablar Wong dirigiendose a los presentes —lo malo es que nadie sabe nada más de ella ni donde está.

Gwen volteó a ver a Stephen con una mirada suplicante pidiéndole que no abriera la boca, no quería que les dijera que la hechicera esmeralda se encontraba allí ya que sus expectativas serían muy altas y ella no se sentía lo suficiente como para llenarlas.

—Kamar-Taj debe volverse una fortaleza— ordenó Wong para que todos fueran a sus posiciones.

Stephen se acercó a la peliverde con intensiones de hablar con ella, América le hizo una seña a James para apartarse pero el chico de cabello verde se quedó allí al lado de su madre.

—Debes enfrentarla— habló sin rodeos.

—No dañaré a mi hermana— respondió con la mirada gacha.

James sonrió recordando a su madre, la Gwen del universo del que él venía, no le sorprendía que tuviera muchas similitudes pero aún así no era la misma, no podía evitar sentir tristeza al recordar que su verdadera madre ya no estaba.
Soltó un bufido al recordar al causante de todo eso.

América lo encontró en un pequeño grupo se sobrevivientes y al no tener nada que lo obligara a quedarse quiso acompañarla para ayudarla después de haberle contado su situación.

—No la dañarás— volvió a hablar Stephen tomando la mano de Gwen y observando el tono negro en sus dedos —Yo estaré contigo, como siempre debío haber sido— terminó depositando un suave beso en su mano.

—El mago de fiesta tiene razón— el lindo ambiente que se había formado fue roto por James —Confiamos en ti mamá.

Gwen dio un suspiro y se levantó del suelo al mismo tiempo que Strange y James, ellos tienen razón, no iba a dañar a Wanda pero si debía enfrentarla, quisiera o no.

Hizo aparecer su traje verde que ahora volvía a tener sus tonos oscuros y su corona apareció en cabeza.

—Debemos estar listos— James activó el escudo del aparato en su muñeca.

—Tu te quedarás adentro con América— condicionó Gwen.

—Mamá— lloriqueo por no dejarlo quedarse a pelear.

—Adentro— volvió a mandar haciendo que el peliverde bufara y volviera a guardar su escudo para después ir con la pelinegra la cuál se burbalaba de su actitud.

Después de que llegara la ayuda suficiente y el santuario estuviera en su mayoria protegido se dedicaron a esperar.

El atardecer era hermoso pero para ellos significaba el inicio de una masacre, Wanda había llegado acompañada de nubes negras y una densa niebla.

—Elijan bien sus palabras, el multiverso podría depender de ello— les susurró Wong.

—Ya oímos— respondió Stephen —Sin presiones.

Ambos se dieron una mirada para asegurarse de que estuvieran listos y acto seguido dieron dos pasos para después levitar y encontrarse con la pelirroja.

—Todo esto por una niña que apenas conocieron ayer— exclamó Wanda algo molesta.

—Wanda tienes razón en estar enojada— comenzó a dialogar Strange —Tuviste que hacer terribles sacrificios.

—Tuve que atravesarle el cráneo al hombre que amaba— escupió con dolor y reproche —Y fue para... Nada, así que no me hables de sacrificios Stephen Strange.

Los tres se acercaron un poco más para no tener que gritar sus palabras y hablar con un poco más de calma aunque para Wanda eso ya no existía.

—Si me entregas lo que quiero...— se dirigió a la peliverde —Te enviaré a ti y a James a un mundo en donde al fin estés con Steve.

Stephen sintió un pinchazo en su pecho al escuchar la propuesta de Wanda para Gwen, observó unos instantes a la peliverde esperando su respuesta.

—A diferencia de ti estoy bastante bien con mi universo— el hechicero soltó el aire que tenía retenido al escuchar su respuesta.

—No quieras engañarte Gwen— susurró Wanda hacía su hermana viendo que la hechicera llevaba el collar y la cadena colgando de su cuello.

—Es una niña— exclamó con dolor cambiando el tema y llevándose una mano a su pecho para cubrir ambos dijes, no podía creer hasta donde podía ser capaz de llegar su hermana.

La bruja escarlata solo la fulminó con la mirada.

"Es una niña", recordó cuando Steve le reclamó a Tony sobre Wanda, sentía como si su corazón se rompiera en pedazos pero no por el rubio si no por su la pelirroja que ahora no lograba reconocer.

—El poder absoluto de Kamar-Taj se encuentra ante tí— sentenció finalmente Strange alejandose un poco.

Wong dio la orden de ponerse en defensa, dialogar se fue a la mierda y solo quedaba pelear aunque Gwen sabía que aún con toda la ayuda no podrían vencerla.

—Ni se te ocurra entrar a este terreno sagrado— advirtió Stephen.

—No tienes idea de lo muy razonable que me he portado.

—Claro, usar el darkhold, hacerte llamar bruja, enviar a esas criaturas por una niña, nada de eso suena realmente razonable.

—Les pedí que concuidado se apartaran de mi camino, ya han agotado mi paciencia

Wanda no quería hacerles daño, solo quería obtener el poder de América pero si no cedían a sus palabras tendría que tomar medidas más severas.





























✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora