Stephen y Gwen se encontraban caminando por los pasillos del santuario, el silencio estaba presente pero no era un silencio incomodo si no uno que transmitía cierta calma a ambos hechiceros.
—¿Tu cabello es verde natural?— preguntó el pelinegro repentinamente.
—Ese tipo de preguntas no se hacen Strange— resopló —¿Nunca escuchaste esa frase sobre que a una mujer nunca se le pregunta algo relacionado con su apariencia?
—Entonces ¿eso es un no?— cuestionó nuevamente con una sonrisa de lado.
Gwen rodó los ojos mientras una pequeña risa salía de sus labios.
—Mi cabello era negro, cuando era niña... Cuando obtuve estos poderes— ella levantó la mano y movió dos de sus dedos sacando el aura esmeralda —Se volvió verde y poco a poco me lo teñi para conservar ese color pero algo más resplandeciente.
—Entiendo....
—¿Y tú? ¿Esas canitas a los costados son por la vejez o es solo por estética?— Gwen sonrió con triunfo al ver la cara del hombre ya que le acababa de decir viejo pero sabía que solo bromeaba.
Stephen trató de ocultar una risa para mostrarse ofendido pero le fue imposible.
—¿Se ven mal?
—No, osea te ves bien ¿Pero por qué?
Stephen inclinó la cabeza levemente, en realidad nunca se había cuestionado eso y ni mucho menos se había puesto a pensar en su cabello, mejores cosas ocupaban su mente, como por ejemplo la peliverde que tenia a un lado, la cual había estado ocupando la mayoría de su mente a diario.
—¿Por qué hablamos de cabello cuando podemos hablar de otra cosa?— cuestionó divertido.
—¿Que clase de música te gusta?— preguntó con curiosidad.
—Beyonce aunque también me gusta Lady Gaga ¿Y tú?
—Melanie Martinez y Mother Mother.
Stephen asintió mientras seguían recorriendo los pasillos del santuario, Gwen sentia una ola de emociones invadirla cuando hablaba con el hechicero supremo, algo que no había sentido con nadie más que no fuera Steve.
Llegaron a las puertas de lo que parecía ser una habitación vacía especialmente para practicar la magia, él le hizo una seña para que ambos entraran a lo que Gwen lo siguió.
Stephen dejó que su aprendiz tomara cualquier cosa que hubiera allí para practicar, quería ver el nivel de su magia y creía que esa sería una buena forma.
Gwen recorrió la habitacion usando su poder para tomar y elevar cualquier cosa hasta que uno de los jarrones que se encontraban allí se cayó y ella se incó para tratar de arreglarlo pero al sentir la intensa mirada de Stephen sobre ella sus nervios se hicieron presentes y le fue imposible.
—No puedo— exclamó soltando un bufido en señal de su molestia, si no podía arreglar un jarrón mucho menos podría traer de vuela a James y pelear contra la bruja escarlata.
Stephen inclinó la cabeza y se sacó su capa dejándola a un lado para después acercarse a la hechicera y incarse a su lado.
—Claro que puedes— comentó tomando la mano de Gwen y poniéndola frente al jarrón.
Sus manos estaban cubiertas tanto por los guantes de Stephen y Gwen pero eso no impidió que una corriente recorriera el cuerpo de ambos hechiceros.
—Solo debes confiar en ti misma— pronunció mientras el aura verde de Gwen comenzaba a salir de su mano.
Ella dio un suspiro y el jarrón que había roto comenzó a volver a armarse y volver al lugar a donde estaba hace unos instantes.
Sus manos seguían juntas, Stephen demostrando su apoyo y Gwen sintiendose segura sobre su poder.
Él entrelazo sus manos y la peliverde volteó a verlo algo confundida recibiendo un guiño coqueto de su parte.
Gwen rió sonoramente —Muy bien don juan ya terminamos.
Al momento en que Gwen se inclinó para levantarse el collar que anteriormente era de Steve se dejo caer de su cuello captando la atención de Stephen el cual lo observó tratando de leer lo que tenia escrito.
Por suerte lo notó y volvió a acomodarlo debajo de su ropa.
—¿Te gustaria salir a cenar esta noche?— preguntó Stephen sacando su lado seductor.
—¿Los maestros tienen permitido salir con sus estudiantes?— cuestionó Gwen con una sonrisa divertida.
Él aparentó pensarlo —Eres mi aprendiz no mi alumna.
—¿No es lo mismo?— atacó nuevamente la peliverde.
—¿Quieres cenar conmigo si o no?— Stephen admitía que Gwen Maximoff le llamaba la atención pero también lograba hacerle perder su poca paciencia.
—Me encantaría cenar contigo, nunca he cenado con un mago de fiestas ¿Me harás un perrito con globos?
Stephen bufó y la capa de levitación volvió a él para después marcharse con paso indigando dejando a Gwen divertirse con la situación.
—¡¿Entonces ya no saldremos a cenar?!— preguntó en un grito combinado con una risa.
—¡Un mago de fiestas no tiene tiempo para la bruja malvada de los cuentos!
La risa de Gwen desapareció y ahora la gran carcajada de Stephen se hizo presente.
La peliverde salió de la habitación para seguirlo y así una batalla amistosa entre ambos hechiceros dio inicio dejando un alboroto por todo el santuario.
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✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen Strange
РазноеSegunda parte de "REALIDAD" Ahora que Gwen se encontraba completamente sola, la peliverde decide buscar ayuda y que mejor que la del hechicero supremo. Lo que ninguno sabía era que la hechicera lo ayudará con la bruja escarlata quien también es su h...
