22. Ocultar algunas verdades

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Wong, Stephen y Gwen estaba viendo con asco el cuerpo del Stephen Strange de otro universo.

—Los sueños... Son vistazos de nuestras vidas de nuestra contrapartes multiversarles...— explicó Stephen.

Gwen se mordió el labio inferior sintiendo un dolor de cabeza, ¿Por qué ella solo tenia pesadillas que incluían su soledad? ¿Solo veía lo malo? O ¿solo le pasaban cosas malas?

—Solo ves lo malo— aclaró James con una débil sonrisa dirigiendose a su madre ya que había escuchado sus ideas.

—¿Vienen del mismo universo?— cuestionó a América y a su hijo.

—No, ella cayó en el mio en busca de ayuda y después tuvimos que...— detuvo sus palabras al ver que iba a hablar de más, no quería angustiar a su madre más de lo que ya estaba —En mi universo papá y tú estaban juntos— terminó diciendo recalcando la palabra "papá" haciendo que Strange rodara los ojos.

Gwen iba a preguntar la razón del porqué dijo "estaban" ¿Que pasó en el universo de James?

—Entonces— habló Wong para volver al tema principal —la pesadilla en la que escapo desnudo de un payaso es...

—En algún lugar, es real— prosiguió América.

—En algún lugar... Me peinada con colita— soltó Stephen tratando de aliviar la tensión.

Gwen rió y se acercó al cuerpo del Stephen muerto —Mmm, aún muerto eres atractivo.

James hizo un jadeo de asco y fingió vomitar, ver a su madre coquetearle al hechicero que detestaba le revolvía el estómago.

—Tal vez más criaturas vengan por ella— comentó Wong.

—Si el poder es peligroso en manos de una niña imagínate en las manos equivacadas— exclamó Stephen con notable preocupación.

América se hizo para atrás dudosa por esa oración, ya había sido traicionada por otro Strange y aún no confiaba del todo en del universo en que estaban, el peliverde se acercó a ella en señal de cuidado.

El hechicero notó esto —¿Qué?— cuestionó por la acción y la mirada desconfiada de la chica.

James dio dos pasos hacia al frente para encararlo —No confío en un mago que no sabe hacer figuras de animalitos con globos— soltó sarcástico.

—Ahora que lo pienso— Wong trató de aliviar el ambiente —No nos hemos presentado bien.

—América Chávez— habló la pelinegra.

—James Rogers— se presentó James haciendo énfasis en el apellido solo para seguir molestando a Strange.

—Jovenes Chávez y Rogers, ¿Nos acompañan a Kamar-Taj?— cuestionó Wong trasmitiendo seguridad para que los adolescentes accedieran.

—Los protegeremos— contribuyó Gwen.

—¿Y si nos traicionas después como él lo hizo?— volvió a hablar América con un toque de desprecio.

—Yo lo mandaré a otro universo si intenta hacerlo— intervino Gwen con una sonrisa maternal.

La mujer se giró sobre sus talones sintiendo la mirada de Stephen sobre ella pero lo ignoró, su mente solo se enfocaba en dos cosas, James y América.
Movió ambas manos e hizo levitar el cuerpo del Strange muerto para después sepultarlo en el techo del edificio pero antes de cubrirlo notó algo que hubiera deseado no ver.

—Runas....— exclamó en un susurro poco audible pero lo suficiente para los presentes —Sé quien puede saber sobre esto.

Una corazonada le gritaba sobre una advertencia pero aún confiaba en Wanda, después de todo era su hermana y sabía que no podía estar detrás de esto.

¿O si?

—Pero no tengo idea de donde está— admitió con tristeza, deseaba ver a su hermana y lamentaba tener que hacerlo en esas circunstancias.

—Yo sí— interrumpió Stephen haciendo que esa simple oración le cayera con balde de agua fría a la peliverde —Sé donde podemos encontrarla.

Gwen dirigió su mirada a Strange, él no pudo descifrar sus gestos pero sabía que no le perdonaría el hecho de que le ocultó donde estaba su hermana Wanda Maximoff.

—¿Sabes donde está?— cuestionó con dolor el sus palabras, él sabía que la hechicera quiso verla durante un tiempo pero dejó de insistir cuando no encontró indicios de su paradero —Y no lo dijiste antes....

—Gwen...— Stephen se acercó a ella hasta que pudo hablar en voz baja para que solo Gwen pudiera escucharlo —Me pidió que no te lo dijera, dijo que necesitaba estar sola... Wanda quería mantener su privacidad.

Stephen la había encontrando después de querer preguntarle sobre Gwen, no fue sencillo debía de admitir pero cuando lo hizo la pelirroja no le dio muchas respuestas, solo recordaba perfectamente que le dijo que no quería ser molestada, ni por Gwen.

No le tomó mucha importancia ya que tampoco quería entrometerse, otra razón por la que no le había dicho era porqué él mismo se percató de que Wanda se encontraba bastante bien en un bosque muy hermoso.

Gwen alineo sus labios en una linea recta.

—Bien, ya estamos a mano— al ver la  confusión de Stephen continuó hablando —Yo te oculté la verdad del darkhold y tú el paradero de mi hermana.

Aunque su en rostro había una sonrisa sus palabras sonaban duras y con resentimiento.

El hechicero suspiró cansado —Gwen y yo iremos con Wanda— exclamó —Wong, tu te llevaras a los niños al santuario.

El hechicero supremo asintió y abrió un portal para ir a Kamar-Taj con James y América, el peliverde no quería dejar a su madre con Strange ya que aún no soportaba la idea de que ahora el fuera su futura pareja pero América lo jaló cruzando el portal.

Solo quedaron Gwen y Stephen en un silencio sepulcral.

—Gwen...

—Vayamos con Wanda— le cortó la palabra y dando unos pasos hacía adelante indicándole a Stephen que estaba lista para que este abriera el portal y los llevara con la pelirroja.

Nuevamente se quedó sin palabras y abrió un portal dorado que daba hacía un bosque con muchos arboles de manzano.

Oh no, los problemas apenas iniciaban.

































✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora