✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen Strange

19. ¿Eres feliz?

—No debiste continuar con su conversación— exclamó Stephen llevandose su copa a sus labios para darle un sorbo.

—Disculpame por haberle contestado sus reproches fuera de lugar— respondió sarcástica meneando su copa.

Stephen arqueó una ceja mientras la veía, parecía que le habia afectado más a ella las palabras de West que a él, que por cierto iban dirigirdas hacía el hechicero.

—Solo digo que no debiste habertelo tomado tan personal, solo era cuestión de ignorarlo— quiso retractar sus palabras al ver que Gwen abria los ojos y la ligeramente lo boca indignada.

Ella dejó su copa en la barra y se dispuso a salir al balcón pero antes de que pudiera dar siquiera dos pasos fue tomada por Stephen de la mano y de la cintura.

—No quise decir eso— habló en voz baja tratando de hacer que Gwen lo viera pero ella desviaba su mirada hacía todos lados —¿Estás bien? Últimamente has estado muy.... Intensa.

El semblante de la peliverde cambió drásticamente mientras se mordia el labio inferior y tragaba grueso al saber que responder.

—Sabes que puedes hablar conmigo— volvió a decir Stephen mientras quitaba su mano derecha de la cintura de Maximoff y la ponia en su mejilla para dar ligeros circulos.

Gwen fijó sus ojos verdes con los de él pensando en si decirle o no hasta que finalmente habló.

—¿Recuerdas las pesadillas que tenias?— cuestionó.

Strange asintió, recordaba esas pesadillas con los dos adolescentes desconocidos que despertaban su curiosidad pero dejó de darle vueltas al asunto cuando dejó de tenerlas.

—Yo....— pensó en millones de excusas para cambiar el tema pero ella sabía que no podía seguirle ocultando el hecho de que bloqueo su mente para no tener esas curiosas pesadillas, volvió a sentir a Stephen cerca de ella trasmitiendole confianza y pudo continuar explicando —Bloqueé tu mente para que dejaras de tenerlas con un hechizo del darkhold.

Stephen cerró los ojos mientras meneaba su cabeza y alineaba sus labios apretandolos un poco, esa no era la respuesta que esperaba y mucho menos la que quisiera oír.

—Dijiste que no volverías a usarlo— bufó levemente al mismo tiempo en que soltaba a Gwen y se daba media vuelta para poder apoyarse en la barra.

—Fue para ayudarte.

Él iba a responderle que no necesitaba su ayuda pero pensó mejor sus palabras y se quedó callado.

—Stephen....— Gwen iba a disculparse por haberle vuelto a ocultar el darkhold, se sentía pésima otra vez pero antes de que pudiera hablar Christine llegó junto a ellos en busca de más vino.

—¡Hola!— exclamó feliz viendo al dúo.

Gwen le sonrió con gentileza para despues decir: —Felicidades por tu boda— y dicho esto se dirigió al balcón con su copa, necesitaba aire fresco para relajar su mente ya que comenzaba a sentir otra vez esa pequeña punzada en el costado de su cabeza.

Stephen suspiró y le sonrió a la castaña —Felicidades Christine— exclamó elevando un poco su copa mientras veía con el rabillo del ojo a la peliverde recargada en el barandal.

Palmer analizó un poco sus gestos, al haber sido su pareja, compañero de trabajo y amigo conocía bastante bien esa mirada.

—¿Problemas en el paraíso?— cuestionó con sutileza —Te iba a pedir que me acompañaras con Charlie ya que es un gran fan pero parece no ser el momento— terminó por decir refiriéndose a su ahora esposo.

—Es complicado— respondió Strange inclinando un poco la cabeza —Parece que yo no sirvo para este tipo de cosas.

Parecía que la vida le ponía juegos en los que no podía ganar aunque hiciera trampa, quería proteger a Christine y terminó alejándola, ahorita quiere proteger a Gwen del darkhold y está pasando lo mismo y eso que nisiquiera son pareja formalmente.

La pequeña risa de Palmer lo sacó de sus pensamientos —Tienes razón— bromeó —¿Practica lo mismo que tú?

—Algo así— sonrió al pensar en que probablemente ella tenia más poder que él.

—¿Llegas a sentir esas mariposas en el estómago con ella?— volvió a preguntar con una sonrisa cómplice.

—¿A donde quieres llegar?— Stephen soltó una leve carcajada al saber a donde se dirigía esa platica, escuchar como tu ex novia trata de darte consejos para tu nuevo amor es raro —¿Eres feliz? ¿Con Charlie?— preguntó repentinamente con curiosidad.

—Sí, por supuesto que sí— aseguró Christine sonriendo enamorada volteando a ver a su esposo el cuál se veía alegremente hablando con unos invitados —¿Y tú?

Inconscientemente volteó a ver la hechicera que seguía en el balcón con la vista al cielo, ante sus ojos era hermosa y desprendía esa calidez que envolvía su solitario ser —Sí— respondió finalmente sin pensarlo mucho.

Aunque su mente le decía que había altas posibilidades de que era difícil llegar a algo estable con ella su corazón quería seguir intentándolo, en muchas ocasiones le había hecho caso a su cerebro pero ahora tomaría la decisión del corazón que latía con felicidad cuando estaba con Gwen Maximoff.

Además, Stephen Strange no se daba por vencido con facilidad.

—Trata de hacer bien las cosas esta vez— continuó hablando Christine —Te mereces ser feliz.

Stephen asintió volviendo a poner su mirada en su ex compañera la cuál le hizo una seña de que se acercara a la peliverde.

Le dio un último abrazo para felicitarla y se dirigió al balcón con Gwen.

Sin saber que el tiempo que les quedaba de paz para poder hablar entre ellos se les acabaría.