14. Devuelta a la normalidad

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En el cielo había muchas fracturas multidimensionales, si no las cerraban las personas de otros universos llegarían al suyo, específicamente todas las que conocieran la identidad de Spiderman.

Gwen y Stephen trataban de contenerlos pero eran demasiados.

—¿Que pasa?— preguntó Peter llegando con ellos.

—Están empezando a cruzar y no podemos detenerlos— explicó Gwen.

—Tenemos que poder hacer algo ¿No puede volver a lanzar el hechizo? Pero el original, antes de que yo lo arruinara.

Gwen iba a responder pero se vio interrumpida por Stephen —Ya es tarde y están aquí por tu culpa— exclamó molesto.

La mujer rodó los ojos ante la terquedad de Stephen por echarle la culpa al niño, ella si podía lanzar el hechizo para que olvidaran que era Spiderman pero aún así no podía detener las rupturas porqué cruzarían los que conocieran a Peter.
Solo tenia una opción y al parecer Peter pensó lo mismo ya que él tomo la iniciativa de hablar, lanzar un hechizo para que todos olviden quien es Peter Parker pero Stephen se negó.

—Funcionaría— insistió Peter

—Entiende que todos los que te conocemos y queremos no- no tendremos recuerdos de ti.

—Como si nunca hubieras existido— terminó la peliverde la frase sintiendo una sensación de impotencia, no quería que él pasara lo mismo que ella cuando se borró de la memoria de los vengadores.

Pero aún así Parker aceptó y finalmente comenzaron a llevar a cabo el rutial.
Gwen borraba a Peter de la memoria de todos mientras Stephen sellaba las grietas hasta que todo volvió a la normalidad o al menos eso parecía, la estatua destruida no era algo que podía pasarse desapercibido.

—No volveré a ayudar a héroes enmascarados— dijo Stephen soltando un suspiró.

La hechicera había borrado a Peter más no a Spiderman así que al héroe aún lo recordaban, pero ella recordaba a Parker, era una lástima que no pudiera borrar su propia memoria, lo había intentado para olvidarse de Steve Rogers pero su frustración la invadió al ver que le era imposible.

—Tienes corazón de pollo, solo por eso accedes— respondió Gwen sonriendole —Además, es lo que los "héroes" hacen ¿No?— hizo comillas con los dedos en la palabra héroes.

Ya que ella no se consideraba una heroína, de hecho, hasta sentía que estaba muy lejos de ser una.

—Vayamos a casa a terminar las decoraciones para navidad— propuso Stephen mientras abría un portal y se hacía a un lado para darle paso a Gwen —Primero las damas.

Debía admitir que estar con el ex-cirujano era bastante acogedor, no había notado cuan atento y caballeroso era, bueno, solo aveces porqué cuando perdía la poca paciencia que tenia hablaba de más y no lo culpaba, pues ella era igual.

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La nieve que había cruzado el portal por accidente le daba ese toque de blanca navidad al santuario.
Gwen estaba en la cocina tratando de preparar la gelatina, galletas y chocolate caliente para la cena aunque las cosas no iban del todo bien.
Tal vez ella y la harina no eran las mejores amigas.

—¿Donde pongo esto?— Wong entró a la cocina con una gran caja de cartón.

—Allí esta bien, gracias— Respondió Gwen señalando una esquina del lugar sin voltear a verlo —¿Te gustan las galletas con arandanos ó chispas de chocolate?

El hechicero supremo dejó la caja y se acercó a la peliverde y observó la masa de galletas esparcida en una bandeja, solo le faltaba lo que le fuera a echar encima.

—Chispas de chocolate— tomó la palabra Stephen cruzando la puerta con una bolsa de chispas.

Gwen las tomó y las esparció en la masa.

—¡Listo! ¿Que hora es?

—Las diez y media— dicho esto Wong se apresuró a salir para comenzar a preparar la mesa en donde cenarian todos los estudiantes del santuario.

Stephen se acercó a Gwen hasta quedar a su lado y le ayudó a poner la bandeja de galletas en el horno.

—Estás emocionada— mencionó con una sonrisa mientras encendía el horno.

—Amo la Navidad, es mi festividad favorita— respondió más alegre.

A los ojos de Stephen ella destellaba felicidad, emoción y alegría, parecia una niña impaciente por la espera de Santa Claus, le alegraba verla así y una mueca apareció en su rostro cuando recordó la vez que llegó al santuario en busca de ayuda, ahora ya estaba mucho mejor.

Sentía una sensación agradable al pensar que él había sido parte de ese proceso de sanación.

—¿Acaso Stephen Strange está sonriendo?— se burló caminando hacia él —¿Ves? La navidad hace milagros.

—Tal vez tengas razón....

Inconscientemente él llevo una de sus manos a la mejilla de Gwen haciendo que los ojos de ella se fijaran en los suyos, todo el mundo se detuvo para ellos, su alrededor dejó de existir por unos momentos.

Nuevamente sentían esa pequeña felicidad que creían que no volvería a estar con ellos, aunque probablemente solo se vean como un pequeño soporte.... Tal vez eso era más que suficiente.

El frío aún se lograba sentir en el lugar pero para ellos dejó de existir, no solo el frío corporal si no el de la soledad en su corazón.
Se fueron acercando hasta que sus respiraciones aceleradas se mezclaron y se unieron en un delicado beso, el cuál no duró mucho ya que Gwen se separó poniendo sus dos manos en el pecho de Stephen empujándolo con delicadeza hacía atrás a la vez que ella daba dos pasos hacía atrás.

—Stephen....

—Dame una oportunidad— la interrumpió antes de que lo mandara por un tubo o le pidiera que mejor olvidaran ese beso —Tenemos esta oportunidad de volver a ser felices uno con el otro, solo una, si no funciona te prometo que no volveré a insistir ni a sacar el tema.

Stephen sabía que ella había perdido a un gran amor, igual que él, ella sentía que había caído en un pozo sin fondo y él se había sentido igual cuando tuvo su accidente, la única diferencia es que él quería avanzar y buscar otra felicidad, ella tenia miedo de volver a salir lastimada o peor, lastimar a aquellos que llegara a amar.

—¿Una oportunidad?— preguntó en un susurro poco audible pero él logró escucharla, volvió a acercarse a ella hasta volver a tener sus manos entre las de él.

—Solo una.

Esta vez fue ella la que dio el paso, volviendo a unirse en un beso lleno de sentimiento haciendo que millones de sensaciones se hacían presentes a la vez.

—Ahora si puedo darte esto— Stephen sacó el collar de su bolsillo en cuanto se separaron.

Gwen se dio media vuelta y movió su cabello para que él se lo pusiera.

—Feliz navidad Gwen— habló mientras la abrazaba.

—Feliz navidad Stephen— respondió recargando su cabeza en su pecho.

Este podría ser un nuevo inicio, ó probablemente una nueva caída y segunda vuelta.


























✔ 𝗔𝗡𝗢𝗧𝗛𝗘𝗥 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━━ Stephen StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora