Capítulo 1: Ovejas perdidas

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Tras salir de aquella ciudad en ruinas acompañada de los dos pequeños, ___ tuvo algunos inconvenientes para orientarse y decidir qué rumbo debía tomar. Necesitaba dejar a los dos niños a salvo, era la tarea prioritaria. Sí, pretendía llevarles ante la familia real, sabía de sobra que les acogerían, el problema radicaba en que ella nunca había ido a las afueras de la ciudad, ella solo era una esclava más, no podía darse tantas libertades. Se decantó por seguir el único camino que había frente a sus ojos, teniendo en cuanta además que los niños no podrían caminar demasiado lejos y mucho menos con el estómago vacío. Debía preocuparse también por alimentarles hasta llegar a su destino, o al menos a un pueblo cercano. Los niños no se mostraban demasiado preocupados, más bien parecían deprimidos por la pérdida de sus padres, no tenían la menor idea de qué sería de sus vidas de ahí en adelante, lo único que tenían era a la peli___, sus parientes restantes vivían sumamente lejos y no sabían si habían sobrevivido o no, pues sabiendo que la guerra se había extendido tanto, lo más probable es que otras ciudades hubiesen corrido la misma suerte que la suya.

Apenas llegaba el mediodía, ___ llevó a los pequeños bajo la sombra de algunos árboles cerca del camino para no someterles a tanto calor, en tanto, les pidió que esperasen allí mientras ella iba a buscar algo que darles de comer. Los niños entonces decidieron esperar sin decir una sola palabra, en cambio, ___ comenzó a explorar los alrededores, viendo que mientras más avanzaba, más árboles aparecían, lo más probable es que pudiese hallar un bosque cerca. Lo mínimo que esperaba era que no hubiese animales salvajes peligrosos en su interior. No se equivocaba al suponer que hallaría un bosque en las cercanías, no parecía demasiado extenso, dudaba que pudiese haber algún animal peligroso, en cambio, encontró alguna que otra fruta por ahí, asegurándose primero de que no fuesen peligrosas, para luego recoger todas las que pudo y regresar sobre sus pasos. Se alegraba de saber que al menos los pequeños fueron obedientes, pues seguían en el mismo lugar donde los había dejado, aunque se encontraban durmiendo. No dudaba que necesitaban un buen descanso, tanto físico como mental, habían experimentado una terrible noche y no dudaba que eso les marcaría la vida durante mucho tiempo, pero esperaba que pronto pudiesen superarlo, eran niños, las gratas experiencias siempre son más fuertes que las malas, procuraría hacer todo lo posible por ellos hasta que tuviesen que separar caminos.

Dejó las frutas cerca de los dos pequeños, no solo necesitaban comer, también necesitaban hidratarse, pero dudaba que más allá del bosque hallase algo útil, y estaba demasiado lejos como para tomar otro viaje hacia allí, tendría que probar tomando el camino contrario a ver qué encontraba. Se le dificultaba bastante su labor, al estar descalza, cualquier roca, rama y demás objetos que hubiese en el suelo le dañaban bastante, aunque no lo suficiente como para hacerle alguna herida, pero era molesto caminas sobre ellos y tener que apartarlos o rodearlos. Solo halló un gran precipicio del otro lado, uno que no podría cruzar de no tener un puente con el que hacerlo. Era bastante profundo, por lo que procuró no acercarse demasiado al borde, y, viendo que no había mucho por hacer se dio la vuelta y regresó por donde vino. Los pequeños seguían dormitando cuando regresó, al parecer la hora de la siesta sería larga, y probablemente debería tomarse un descanso ella también.

-¡Kaito, ya te dije que no puedes alejarte tanto! _gritó uno de los pequeños a su hermano, quien le replicaba desde lejos, por lo que no era muy entendible lo que decía_

-¡Olvida eso, Shuichi, escúchame, vi un pájaro así de grande! _dijo el segundo infante una vez estuvo más cerca_

-¿Y tenías que ir detrás de él? No deberías hacer eso, parece que pronto va a llover. ¿Y si te pasa algo? _cuestionó ahora el menor con notoria preocupación_

-Ya, ya, ya entendí. Tú siempre igual...

___ terminó por despertar a causa de la conversación de aquellos dos. El cielo ahora mostraba unas oscuras nubes de lluvia, no debían permanecer allí por demasiado tiempo. Una vez se aseguró de que los menores estuvieron descansados y alimentados, continuaron con su camino. Poco después de comenzar a avanzar, fuertes ráfagas de viento se hicieron presentes, tanto que la peli___ tuvo que poner a los pequeños por delante y darle leves empujones con sus manos para que no tuviesen que esforzarse demasiado al ir contra el viento. Debía encontrar un sitio donde resguardarles antes de que comenzase a llover, lo peor que podría pasar era que enfermasen además de estar en medio de la nada. Lo único que se veía alrededor eran colinas, escasos árboles y algún que otro arbusto, ¿tenían que ir a parar a un prado vasto cuando menos lo necesitaban? Las primeras gotas comenzaron a caer , alertando de que mucho tiempo no tenía antes de poder darles a los pequeños algún sitio donde pasar la lluvia.

-Ay no, me han caído gotas encima. _se quejó el pequeño Kaito mientras se limpiaba el rostro_

-Bueno, cuidado, no vaya a ser que te caigan debajo.

-Muy gracioso, Shuichi. No me quiero mojar y menos con agua de lluvia, luego empiezan a aparecer charcos de lodo asqueroso.

-Pero si cuando tenías tres años parecías un cerdito saltando en cada charco que aparecía.

-Hasta que se me metió una rana en las botas.

-De quién habrá sido la idea.

-Ya, ya, niños, no es el mejor momento para esto... _intervino la peli___ mientras pensaba en qué hacer en aquellos momentos_

-¿No se supone que debería haber alguna posada para viajeros por aquí?

-¿Recuerdas siquiera que estamos en guerra y el enemigo invadió nuestras fronteras?

-¿También atracaron las posadas? _cuestionó el pelimagenta con algo de indignación_

-Eso explicaría por qué no hemos visto ninguna, ¿no te parece?

No se equivocaba Shuichi al suponer aquello, habían recorrido un buen tramo, y lo normal, tal como había mentado Kaito, sería encontrar al menos una posada para viajeros hace ya bastante tramo, pero no habían visto ninguna. A la de hebras ___ le parecía suficiente con encontrar una en ruinas y ya usaría cualquier cosa útil para hacer algo con tal de que aquellos dos no se mojasen y enfermasen allí, así que continuaron caminando, al menos, ella esperaba tener la suerte de encontrar un sitio como ese.

Step by Step [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!Reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora