Capítulo 22: Presentaciones.

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-Madre, y-ya te dije que puedo yo solo. _insistió el pelimorado, intentando que su madre le diese la cuchara y le dejase comer en paz_

-¡Ni hablar! Mientras no estés totalmente recuperado dejarás que tu madre te cuide. _contraatacó su progenitora, negándose a perder la batalla. ___ y Kiyo miraban aquella escena sentados a cada lado de la puerta_

-E-Estoy bien, s-solo déjame comer tranquilo. _se quejó, pero ni bien terminó de decir la última palabra su madre introdujo la cuchara cargada de comida en su boca_

-Dije que no aceptaré una negativa por respuesta. _sentenció, notando que nuevamente había ganado la batalla_

___ observaba aquello con una sonrisa en el rostro, le resultaba agradable ver a la reina tan animada y su hijo casi totalmente recuperado. El veneno había dejado algunas secuelas, pero nada que no fuese a desaparecer con el tiempo. Kiyo se excusó y salió de la habitación al recordar que tenía mucho material que rehacer después de los eventos en los que su laboratorio sufrió los daños. ___ le dijo que luego iría a ayudarle, cosa que el de orbes ambarinos agradeció para luego abandonar la habitación. La fémina continuó continuó observando como el pobre choco de hebras moradas se resignaba a dejar que su madre le alimentase de nuevo. Tenía las mejillas rojas por la vergüenza y a menudo tendía a apartar el rostro, para disgusto de su madre, quien luego volvía a "pelear" con él por ser rebelde. Las risas de la peli___ no tardaron en dejar sus labios, cosa que llamó la atención de la reina.

-Oh, lo olvidaba... Ven aquí, ___, mi hijo todavía no ha tenido el placer de presentarse debidamente.

-N-No me dejas hacer n-nada... _musitó el chico, cubriendo su rostro con su almohada. Era realmente tierno de ver_

-No seas tímido, Kichi. Anda, quita eso de tu cara. _rió la mayor, el chico hizo lo que dijo muy lentamente, seguía teniendo las mejillas rojas a causa de la vergüenza_ Ella es ___, es a quien debemos que hayas despertado después de tan grave incidente. De no ser por ella... No quiero ni pensar qué habría pasado. _le presentó la reina_

-Un gusto conocerlo, alteza. _saludó la peli___ con una leve reverencia, pero el chico solo se avergonzó más y apartó la mirada rápidamente. Su actitud era demasiado tierna, pero suponía que el príncipe no solía socializar demasiado_

-Perdónalo, es realmente introvertido. Pero estoy segura de que pronto se acostumbrará a tu presencia. _se excusó la reina mientras pellizcaba suavemente la mejilla de su hijo, haciéndolo enrojecer incluso más que antes_ Su nombre es Kokichi.

-Un honor conocer su nombre. _sonrió_ Por cierto, alteza. Quería hablarle de algo.

-Claro, puedes comentarme lo que desees.

-Pues, verá usted... Como ya el príncipe no corre peligro, creo que ya va siendo hora de que regrese con mi abuela. Ella está cargando con toda la situación afuera y temo que algo le pase si le dejo sola por más tiempo...

-Oh, es verdad. Tu abuela ha hecho un magnífico trabajo. Supe que los casos disminuyeron considerablemente en este tiempo. Actualmente solo quedan unas decenas de personas afectadas y su tratamiento marcha bien. _anunció la mayor, ___ se sintió aliviada de escuchar aquello y no pudo sino alegrarse de pensar que su abuela era una persona increíble_ Aunque es una pena que te vayas. Creo que nos acostumbramos a tu presencia aquí aunque solo fueran unos días.

-Estaré a su disposición siempre que lo crean necesario. _dijo ella aún sonriendo_ Si me disculpa, iré a ayudar a Kiyo. Me apena dejarle solo cargando con tanto trabajo. _se excusó, la reina asintió y ella dejó la habitación poco después bajo la atenta mirada del de orbes morados_

-¿De dónde viene? _preguntó una vez la chica le dejó a solas con su madre_

-Oh, no me sorprende que no te suene su cara. Ella proviene de los barrios bajos. Es curandera al igual que su abuela. Al principio, cuando quedaste inconsciente, buscamos por ayuda entre los médicos nobles, pero ninguno ssabía cómo tratarte. Al mismo tiempo comenzó a expandirse una especie de enfermedad que comenzó a afectar a la gente. Creímos que era lo que podía estar afectándote, pero nadie tenía cura para ello. Afortunadamente escuchamos que ella y su abuela trabajaban para hacer algo al respecto. Y, de hecho, su abuela es quien ha hecho posible contener las afecciones. ___, en cambio, vino aquí en lugar de su abuela dispuesta a tomarte como su paciente con la asistencia de Kiyo. Nos sorprendió bastante saber que ella había descubierto que estabas siendo envenenado.

-¿Envenenado? _preguntó, sorprendido de saber el estado en el que estuvo_

-Así es. No veas lo preocupados que estuvimos todos. Kiyo nunca había tratado a una persona envenenada, lo mismo con la mayoría de los médicos. Y crear un antídoto, por lo general, lleva mucho tiempo. Ella tenía conocimientos excepcionales gracias a su abuela y con la ayuda de Kiyo, no solo logró encontrar una cura para ti, también dieron con el responsable.

-Me sorprende que haya alguien más habilidoso que nuestro médico real.

-A mí también. Pero parece que no está dispuesta a dejar a su abuela y a su hermano atrás. Había pensado en ofrecerle trabajar aquí junto a Kiyo, pero no creo que acepte. En cambio, debemos pensar en la recompensa que se dará a su familia por su gran trabajo en estos días.

Poco después de aquella conversación, la reina dejó a su hijo descansar. Aunque el susodicho no lograba conciliar el sueño intentando asimilar todo lo que su madre le había contado. No tenía idea de que alguien atentó contra su vida usando veneno como recurso. Tampoco sabía que aquella peli___ había sido quien salvó su vida. Le estaba agradecido, eso de seguro. Parecía ser una buena persona dado que se llevaba relativamente bien con la mayoría de la gente dentro del palacio a pesar de haber estado poco menos de una semana conviviendo en el lugar. Ella era relativamente sociable, todo lo opuesto a él. Pero se había ganado el respeto de muchos luego de haber salvado su vida, y no era para menos. Después de saber que no estaría más por allí, no evitó pensar que tal vez sus caminos no se volverían a cruzar, después de todo, él nunca salía del palacio, y ella vivía con su familia en los barrios bajos. Sí, lo más probable es que nunca la volviese a ver...

Step by Step [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!Reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora