Capítulo 14: Traidor en el palacio.

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___ pidió a Kiyo avisar a la reina del reciente descubrimiento mientras buscaba en los libros disponibles algún indicio que apuntase a qué tipo de veneno se enfrentaban. Su concentración se vio erradicada ante las alarmas sonando en el palacio y los pasos rápidos de los guardias que trotaban por los pasillos en grupos. Suponía que la noticia de que alguien dentro del palacio había envenenado al príncipe fue algo difícil de escuchar para los padres del susodicho y estaban movilizando a sus tropas para encontrarlo antes de que pudiese escapar por verse descubierto.

La peli___ rezaba internamente por algo de paz para poder concentrarse. Había ojeado una gran cantidad de libros, pero ninguno le era útil para su causa. Kiyo llevaba un buen rato sin aparecer, pero no le preocupaba de momento. Tener el laboratorio solo para ella ayudaba a que se concentrase un poco más en su causa independientemente del ruido que había afuera. Para su desgracia, todos los libros que hasta ahora había hojeado solo indicaban que contenían recetas para medicinas, información de las mismas, hierbas y datos de las mismas y demás. Si todos los libros solo contenían datos de medicinas entonces no había caso en rebuscar entre ellos.
Siendo ese el caso, le convenía preguntar si existía alguna biblioteca en la cual buscar o de lo contrario tendría que pedir consejo a su abuela para el caso.

Paseó por los pasillos, evitando a cuánto guardia corría a su dirección para no tener un choque doloroso contra los portadores de brillante armadura y filosas armas. Cabe mencionar que muchos de ellos apuntaron sus armas a su dirección creyendo que era una posible intrusa, aunque pronto se identificó como la curandera que había sido llevada al palacio para curar al príncipe. Los guardias se disculpaban cortésmente y seguían con su camino para no importunarle más, eran tantas sus prisas que no alcanzaba a preguntarles por el asunto que le había sacado de aquel laboratorio. Estaba decidida a buscar por su cuenta siendo el caso de que todos estaba demasiado ocupados buscando al personaje que se había atrevido a atentar contra la vida del príncipe.

-Las bibliotecas deben ser salas amplias, de seguro que no me costará encontrarla por mi cuenta...

Con aquellas palabras dejadas a la merced del viento, la fémina continuó con su camino en busca de la sala en cuyo interior se almacenaban las recopilaciones de conocimientos transmitidos desde tiempos pasados. Por mucho que buscó y llamó a diferentes puertas, no lograba dar con el paradero de la biblioteca. Intentar preguntar era inútil y había avanzado tanto que ya se daba por perdida. No mucho después de vagar por aquellos pasillos compuestos por ladrillos grises y monótonos se vio teniendo un encuentro con el consejero real. El susodicho le miró extrañado, pero pronto situó en su rostro una sonrisa serena.

-Vaya, señorita ___, no esperaba verle por aquí. ¿Algo la ha traído por estos lares? Imagino que el ajetreo debe ser una carga para su concentración. _inició la charla el mayor_

-No lo ponga en duda, señor. Pero lo cierto es que estaba en busca de la biblioteca. He revisado los numerosos libros del laboratorio, pero ninguno me ofrece la información que deseo. ¿Podría, por favor, orientarme? No he recibido más que acusaciones, amenazas con lanzas y espadas y despedidas apresuradas acompañadas de disculpas.

-Por supuesto, no será ni gun problema. La biblioteca real no se halla muy lejos de aquí. Solo debe tomar el pasillo a la derecha y seguir recto hasta la quinta puerta. _explicó, ___ musitó un agradecimiento al saberse no tan desorientada como pensaba_ ¿Puedo preguntar, por cierto, qué la trae hasta la biblioteca?

-Con el médic real, hemos descubierto que el mal que aqueja al príncipe no se debe a las infecciones de las que sufren los habitantes del reino, sino que le ha sido suministrado algún veneno del cual desconozco su origen. A pesar de estar buscando por un buen tiempo en los libros del laboratorio, en estos solo hay información de medicinas y químicos junto con hiermas medicinales, pero no hay ni rastro de datos sobre venenos o sustancias peligrosas ni antídotos para estos. Esperaba hallar algo de este índole en la biblioteca.

-¿Veneno? _cuestionó el más alto, aunque ___ juraría haber visto un brillo de malicia en sus ojos. Lo dio por imaginaciones suyas y obvió este mero hecho_ Aunque dudo mucho que haye este tipo de contenido entre la vasta colección de material de la biblioteca... Oh, vaya, aquí llega nuestro médico real. Gusto me da verle tan activo, joven Kiyo. _saludó el consejero mientras veía al mencionado acercarse. Korekiyo solo le dirigió un asentimiento a modo de saludo_ Supongo que tendrán algo de lo que hablar, por lo que yo me retiro. Un placer hablar con usted, señorita ___. Espero pueda ayudar al príncipe. _se despidió el consejero para luego alejarse de aquellos dos_

-¿Ha ocurrido algo, Kiyo? _cuestionó la peli___ al ver el rostro de de hebras verdosas, que denotaba profunda preocupación_

-La reina dice que la condición del príncipe ha empeorado desde hace algunas horas. Sugiero que busquemos pronto la solución al problema antes de que su vida peligre incluso más que en estos instantes.

-Justamente iba a la biblioteca a por algo de información. He notado que no posees datos de venenos y antídotos entre tus libros. Nunca vienen mal, aconsejo que tomes posesión de algunos.

-Lo tendré en cuenta.

Con la compañía de Kiyo, ___ siguió las instrucciones del consejero real y se adentró en la biblioteca. Kiyo ayudó bastante en su orientación dentro de esta, la biblioteca era una sala iluminada por un gran candelabro de cuentas de cristal transparentes que colgaba del techo, el cual era realmente alto. La sala contaba con un segundo piso lleno de estanterías al cual se accedía subiendo por las escaleras de madera de roble arqueadasz una hacia la derecha y otra hacia la izquierda. Inmediatamente, ambos recién llegados buscaron la sección que correspondía a la información que deseaban encontrar. Kiyo comenzó a hojear un libro de gran tamaño, sin embargo, antes de imitar sus actos, ___ notó que había un libro de la sección que había sudo tomado, un agujero denotaba el lugar en el que debería estar. Por los restos de polvo en los libros contiguos pudo deducir que había sido tomado recientemente. Extraño, sin lugar a dudas, pensaba preguntar a la bibliotecaria al respecto.

Step by Step [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!Reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora