Capítulo 9 - Origen

266 37 10
                                    

Pasar noches en vela no era algo que le gustase en demasía, pero no tenía muchas opciones siendo que la posibilidad de morir ahogada con su propia sangre mientras dormía estaba presente. Había encontrado hierbas en grandes cantidades, pero la suerte seguía sin estar de su lado, a pesar de probarlas en su propio cuerpo, ninguna de las combinaciones que obtenía le ayudaban en su cometido. Era obvio, además, que su tiempo se estaba agotando, cada hora que pasa se sentía más cansada y su cuerpo comenzaba a rechazar las órdenes que su cerebro emitía.

En algún momento de su pequeña búsqueda terminó por llegar a las afueras del bosque. Las hierbas que había en el interior de este ya no le eran de utilidad al saber que sus efectos no eran lo que buscaba, por ello, trataría con las que se hallaban cerca del agua. Había estado usando como guía el río que suministraba agua al pequeño pueblo donde estuvo residiendo, aunque algo no le gustaba de este y era que no crecían hierbas en las orillas de este. Aquel detalle fue lo que llamó su atención, normalmente debería haber una gran cantidad de hierbas creciendo cerca del agua, pero no era así, por ello, comenzó a caminar río arriba, buscando la respuesta a su incógnita. No obstante, al llegaran la fuente del río, no parecía haber nada que le ayudase a descubrir el por qué de tan extraña situación. Lo mismo ocurría allí, cerca del agua no había plantas creciendo, pero tampoco había animales silvestres cerca de estas, como debía ser lo habitual. El agua no aparentaba tener ningún problema en sí, o eso pensaba hasta que sumergió su mano en esta y notó que el agua le quemaba. Inmediatamente retiró su mano, mirando su piel levemente enrojecida. ¿El agua estaba envenenada? Pero, de ser ese el caso, algo debía haber en los alrededores que causase aquello. Alguna sustancia debía tener disuelta que pudiese generarle un daño tan repentino. Pero pensar en ácidos y cosas similares era una tontería, ¿de donde llegaría algo así? Caminó por el lugar prestando especial atención a todo lo que podía haber por allí, pero no llegaba a ninguna conclusión.

-No se me ocurre nada más... Aquí no hay nada... _musitó para sí misma mientras regresaba por donde había llegado_ Algo está contaminando el agua, de eso no hay duda.

La idea de que el agua contaminada fuese la causa de la enfermedad rondaba su cabeza como un insecto molesto. Pero por mucho que investigaba no lograba hallar nada que confirmara que su idea era acertada y se le estaba acabando el tiempo. Su visión comenzaba a tornarse borrosa y le costaba respirar tras hacer algún esfuerzo. Incluso caminar le estaba comenzando a resultar una tarea sobrehumana. Comenzó a toser nuevamente, viendo las gotas de sangre caer sobre las verdes hierbas del suelo. Perdió el equilibrio por unos instantes, utilizando pues, un árbol como apoyo para no caer de bruces al suelo. Su atención fue a parar al tronco de la gran planta, sindiendo algo suave bajo la palma de su mano. Al dirigir su mirada al mismo pudo apreciar una especie de musgo blanco que parecía estar invadiendo el árbol desde sus raíces. Tomó algo de distancia para apreciarlo mejor, notando además que no era solo un árbol, sino que los de las cercanías también estaban en la misma situación. ¿Qué era esa cosa blanca? Parecía estar en todos los árboles a su alrededor, aunque algunos estaban más cubiertos de aquel musgo extraño que otros. Siguió pues el rastro extraño, encontrando al final de este un gran árbol, aunque carente de hojas y cuyo tronco estaba totalmente blanco. Aquella cosa blanca caía de este como si fuera nieve y plagaba el lugar. Podría parecer bello a primera vista, pero luego de fijarse que aquellas cosas parecían matar las plantas que entraban en contacto con ello, ya no lo era.

Aquella cosa blanca era letal para las plantas y ninguna de los entornos parecía estar exenta de sus efectos, pues a pesar de estar lejos en algunos casos, el viento de encargaba de dispersarlos diminutos copos. Comenzó a tomar distancias de aquel árbol blanquecino y procuró volver al punto donde comenzó su recorrido, pues había dejado sus cosas atrás para caminar con más facilidad. Para su sorpresa, la fuente del río no quedaba demasiado lejos de aquel lugar, lo cual comenzaba a ser preocupante, eso quería decir que las plantas cercanas al río también estaban siendo infectadas por aquella cosa blanca.

-¿Qué es esa cosa de todos modos? _se cuestionó a sí misma mientras se sentaba en el suelo, pensativa. Intentaba atar cabos después de haber revisado el entorno, pero se le hacía difícil pensar que aquellos copos blancos pudiesen causar que el agua del río quedase en ese estado. Eran minúsculos y en el mejor de los casos se irían con la corriente sin infectar nada_

Estuvo pensando por un buen rato hasta que le pasó por la cabeza la idea de que alguna de las raíces de aquellos árboles infectados pudiese estar contaminando las aguas subterráneas. Si aquello era alguna especie de hongo, como quería suponer, no le sorprendería si este llegase al cuerpo de las personas a través del agua y comenzase a infectar sus cuerpos. Entonces lo que tenía no era una enfermedad y sin importar cuantas hierbas probase en su cuerpo, no iba a poder deshacerse de aquellas marchas. Mucho menos si provenían de un bosque totalmente infectado. Se levantó del suelo lo más rápido que pido y tomó sus cosas, dispuesta a regresar con la anciana para decirle de aquello, pero no contaba con que estaría tan débil en esos momentos como para no poder dar un paso más. Comenzó a toser frenéticamente y la sangre salpicaba todo el suelo frente a ella y poco después comenzó a obstruir sus vías respiratorias hasta impedir en su totalidad que el aire llegase a sus pulmones. Cayó al suelo a la par que sus ojos comenzaban a cerrarse, había dado con su respuesta demasiado tarde.

Step by Step [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!Reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora