Capítulo 21: Despierto.

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Se topó con varios guardias que corrían en sentido contrario al suyo. Alguien había dado la alarma de que se había encontrado al traidor y debía ser encerrado al ser un peligro. ___ se apresuró y se adentró en la habitación del príncipe, siendo recibida por 3 lanzas apuntando a su cuello. Palideció al ver aquellas cuchillas filosas tan cerca de su rostro, pero los guardias retiraron sus armas enseguida al ver que solo era ella. Se disculparon por el susto que le supuso ser amenazada tan de repente, pero ella obvió este hecho y se acercó a la cama del príncipe, avistando al chico aún inconsciente. Levantó un poco su cabeza y le dio a beber aquella disolución que traía en su mano, viendo el pequeño frasco vaciarse poco a poco conforme su contenido descendía por la garganta del de hebras moradas. Ahora solo restaba esperar, pero suponía que una sola dosis no sería suficiente.

Explicó a los guardias la situación y pidió que estos le informaran a la reina cuando llegase, pues sabía que eventualmente volvería a aquella habitación y pasaría ahí las horas. El ajetreo había cesado fuera, al parecer habían detenido al sujeto al fin. Caminó con más calma por el pasillo, no tendría nada que hacer hasta saber si el antídoto tenía efectos positivos en su paciente. ___ estuvo vagando por largo rato hasta que finalmente se decidió a permanecer en su habitación y tomar una larga siesta. No había notado el cansancio que aquejaba su cuerpo hasta que este entró en contacto con aquella cama tan cómoda. Inmediatamente sintió el sueño apoderarse de todo su cuerpo y se dejó caer sobre el colchón, cerrando los ojos hasta sumirse en un agradable y merecido descanso.

No pasaron más de 4 horas cuando alguien comenzó a llamar frenéticamente a su puerta, sacándola de su agradable sueño. Gruñó en respuesta a aquel despertar tan brusco que había tenido y rodó hasta caer de la cama debido a que se negaba a levantarse. Se arrastró hasta la puerta, usando el pomo de esta como apoyo para levantarse al fin y luego abrió la misma. Uno de los guardias estaba allí. Ni siquiera medió palabra alguna, tomó su mano y la arrastró consigo por los pasillos. Por mucho que quería quejarse este hecho, la peli___ aún se encontraba demasiado adormilada como para emitir alguna palabra coherente, solo dejaba salir gruñidos como mucho. No fue hasta que llegaron a su destino que averiguó la causa de que le hubiesen privado tan súbitamente de su descanso. El príncipe había despertado.

-¡___, qué bien que estés aquí! _habló la reina, tomando sus manos con emoción. Se notaba en su rostro que había estado llorando, probablemente de la alegría al ver a su hijo abrir los ojos después de haberle tenido tan preocupada_ ¡Vamos, vamos! _dijo, animada, mientras tiraba suavemente de sus manos y le llevaba ante el de hebras moradas. El chico no decía nada, se le notaba profundamente confundido, además de su evidente debilidad después de sufrir los estragos del veneno_ ¿Cómo está? ¿Aún corre peligro?

-Está algo débil, pero ahora que ha despertado no creo que corra peligro. Me alegro de saber que el antídoto funciona. Tendrá que tomar dos o tres dosis más para asegurarnos de que no quiere veneno en su organismo. Pero pronto podrá volver a su rutina diaria. _dijo después de haberle examinado bajo la atenta mirada del chico. Su cara no le sonaba de nada, ¿quién era? ¿Por qué no estaba Kiyo revisando su estado?_

Kiyo apenas estaba entrando en la habitación después de ser avisado, notando de inmediato aquellos orbes morados mirándole fijamente. El peliverde se mostró notoriamente aliviado de ver al príncipe con sus ojos abiertos nuevamente y procedió a preguntarle si sentía algún malestar o necesitaba algo. Recibió negativas leves como respuesta, el pelimorado no decía nada. Solo movía su cabeza sutilmente para indicar una respuesta. ___ explicó a Kiyo que debían preparar más dosis para él, Kiyo inmediatamente asintió y ambos dejaron la habitación. Jamás había visto al médico real socializar con alguien que no viviera dentro del palacio, el hecho de verle tan amigable con una desconocida le daba a entender de que se estaba perdiendo de muchas cosas. Su madre tomó su mano, llamando su atención.

-No sabes cuanto me alegro de verte despierto de nuevo. _habló su progenitora mientras acariciaba el dorso de su mano gentilmente_ Todos estuvimos muy preocupados.

Él muy apenas se veía capaz de decir algo, se sentía sumamente débil hasta para hablar, pero su madre no esperaba palabras en respuesta a las suyas, se conformaba con que le escuchase. Pasó largas horas recibiendo mimos por su parte, en su estado era algo agotador al no poder moverse siquiera. Afortunadamente, aquello terminó cuando Kiyo irrumpió en la habitación con una bandeja plateada en sus manos. Algo de comida y un frasco con un líquido de color verde marino en su interior. Aquello no le daba buena espina, no pudo evitar mirar con recelo aquel frasco. Kiyo notó su mirada, percibiendo la creciente aversión que sentía por aquel líquido, era obvio que sabía de qué se trataba aquello. Él odiaba las medicinas, y no poder moverse para evitar que se la dieran a beber era una infierno para él. Por otro lado, también tuvo que soportar ser alimentado por su madre dado que no se podía mover. Apreciaba los gestos de su progenitora, pero no le hacia mucha gracia que le tratase como si fuese un bebé para cada cosa que hacía. La peli___ hozo acto de presencia luego de que Kiyo dejase a la reina ocuparse de su alimentación. La mayor saludó a aquella fémina con una sonrisa radiante. ¿También su madre? ¿Quién era esta chica y por qué todos parecían llevarse bien con ella? De momento no podría siquiera buscar respuestas a aquellas preguntas, tendría que esperar a sentirse totalmente recuperado para luego preocuparse por cosas como esa. Solo esperaba no tardar demasiado o su madre le mataría de vergüenza.

Step by Step [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!Reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora