Capítulo 29: Presagio de mal destino

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Que el consejo se reunieses desde horas tan tempranas no era algo muy normal. En el palacio todos estaba intranquilos y eso no ayudaba a calmar la creciente preocupación de cierto pelimorado. El susodicho se encontraba en su habitación, como era casual. Viendo a todos moverse desde la gran ventana de cristal a un lado de su cama mientras escuchaba pasos en los pasillos, al otro lado de su puerta. En esos momentos de soledad y aburrimiento su almohada de plumas era su mejor amiga. Se encontraba estrujádola con toda su "fuerza" mientras murmuraba cosas inentendibles y miraba a todos lados. No le gustaba escuchar ajetreo en el palacio a horas tan tempranas. ¿Sería buena idea preguntar a sus padres qué pasaba? Dejó su almohada de lado y caminó hasta la puerta, estaba a punto de abrirla, pero alguien del otro lado fue más rápido y le pegó con aquella gran puerta en toda su cara, haciéndole caer al suelo.

-¡Kichi, ¿dónde estás?! _exclamó su madre, preocupada, mientras le buscaba con la mirada, asustándose de no dar con él_

-P-Preocupándome de que n-no me hayas dejado sin nariz... _musitó él mientras se llevaba una mano a su rostro_

-¡Oh dios mío! _exclamó ella e inmediatamente se arrodilló en el suelo para revisar él mostró de su hijo. Golpeado o no, molesto o no, su hijo seguía pareciendo un bello y tierno ángel. Después de proporcionarle un bien abrazo y demasiados mimos en contra de su voluntad, finalmente le dejó le y explicó el motivo de su visita repentina_ Esto es grave, la situación no podía ser peor.

-¿Q-Qué ha pasado? _cuestionó, poniéndose nervioso ante sus palabras_

-Guerra, eso pasa... _dijo ella, más seria de lo usual. De no ser por lo pálido que ya es, la reina juraría que su hijo quedó blanco como una nube al escuchar sus palabras_

-¿G-Guerra? ¿C-Cómo que guerra?

-Como temíamos, la guerra inició en el reino vecino, se ha extendido hasta llegar a nuestra fronteras. Un mensajero ha llegado esta mañana y ha informado que los ejércitos enemigos están por llegar a nuestra frontera. Acabamos de enviar refuerzos, pero nada garantiza que pueda retenerlos allí.

-¿E-Ejércitos? ¿C-Cuántos reinos hay implicados?

-Eso intentamos averiguar, pero sabemos que no es solo uno y vienen en contra nuestra. De momento tu padre estámás preocupado en evacuar a los civiles antes de que logren cruzar la frontera.

No podía ser peor. ¿Justamente iniciaba otra guerra después de todo el incidente que hubo hacía apenas media semana? Aunque, internamente, no estaba demasiado preocupado. No era la primera guerra que ocurría en sus 17 años de vida. Si hacía cuentas, esa sería la número 4. Acompañó a su madre a la sala de reuniones, todo el consejo real estaba allí. Inmediatamente de escindió destrás de su progenitora mientras evitaba mirar directamente a los ojos a cualquiera de los 7 ancianos que componían aquella pequeña pero importante organización. Su padre se encontraba en uno de los extremos de la gran mesa sobre la cual se hallaba un mapa de todos los territorios del reino. Encima del gran mapa habían fichas con esculturas simples de madera, estaba planificando una estrategia para contrarrestar una invasión.

Tanto él como su madre tomaron asiento a cada lado del rey mientras escuchaban atentamente todo lo que se decía. Por supuesto, se recalcaba el hecho de que los civiles eran lo más importante de momento, a su padre no le importaba que invadiesen y tomasen algún territorio, sus mejores tropas estaban a la espera de ver qué ocurría para pasar a la acción. En caso de perder terreno, ellos lo recuperarían sin mucho esfuerzo, eran veteranos sumamente habilidosos en batalla. A veces se preguntaba si él realmente tendría que ocupar el lugar de su padre algún día. ¿No podría seguir su padre siendo el rey? Se le daba excelente. Él no se consideraba mejor estratega ni de lejos, aún no sabía nada de política, ni siquiera de economía u otros asuntos. Su padre era un rey hecho y derecho, se le daba demasiado bien, ¿no podría seguir haciéndolo?

-Y bueno, alteza. ¿Qué pasará con las defensas aquí? Nuestro reinonno es precisamente pequeño y nuestras tropas no podrán defender cada fragmento de la frontera. _habló uno de los ancianos_

-No necesitamos proteger toda la frontera. Incluso si el enemigo quisiera invadir, tendría que pasar por el territorio de otro reino, con el cual mantenemos una alianza que ha perdurado por años. Ya hemos enfrentado una situación semejante, y estoy seguro de que están al tanto de la situación. No dudo que pronto tengamos algún mensaje suyo.

Las horas pasaron en aquella sala. Kokichi estaba quedándose totalmente dormido, lo mismo para su madre. En cambio, su padre y el resto del consejo real seguían hablando como si apenas comenzasen la reunión. Alguien abrió la puerta de imprevisto, haciendo que los dos adormilados pegasen un brinco en su lugar. Uno de los guardias hizo acto de presencia, por la expresión de su rostro, se trataba de algo urgente. Enseguida comunicó el mensaje: Tal como predijo el rey, había llegado un mensajero del reino vecino. Inmediatamente la reina se puso de pie y fue a recibir al recién llegado, quien poco después entró en la sala en su compañía. Los ancianos abrieron sus ojos con genuina sorpresa y quedaron en silencio mientras que el rey meditaba sus palabras para ocultar la gran impresión. Él único que no entendía nada era su hijo, quien los miraba a todos, confundido.

-Disculpe la irrespetuosa intromisión, alreza. _habló aquella persona que acompañaba a la reina. El pelimorado le miró, ligeramente sorprendido, aquello no era la voz de un hombre_ Mi padre me ha enviado expresamente con este mensaje dado que ahora mismo nuestras tropas se encuentran dispersas para impedir una invasión que parece ser inminente.

-Princesa Tenko, nos ha tomado por sorpresa su presencia en nuestra sala. Pero no se quede ahí, tome asiento, debió ser un viaje agotador. _dijo el rey mientras daba la bienvenida a la fémina, quien retiró aquel casco, dejando a la vista dos largas coletas verde oscuro y un rostro definido y bello, pero cargado de total seriedad_

-Con su permiso... _musitó ella cordialmente mientras se unía a aquella reunión. Las cosas iban cada vez peor y la reunión no daba señales de acabar pronto_

Step by Step [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!Reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora