Capítulo 19: Resolución

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La puerta se abrió de golpe, una brisa fría corrió por toda la habitación, llevándose algunas hojas de papel por delante que cayeron lentamente al suelo. Uno de los guardias hizo acto de presencia, el mismo que había dejado cuidando la habitación del príncipe. Dada su agitación, ___ le indicó que se sentase y recuperase el aliento, el recién llegado hizo caso de su pequeña invitación. La peli___ seguía haciendo pruebas con las disoluciones y el líquido desconocido, sumamente concentrada en su trabajo.

-Ha sido un susto de muerte _empezó a contar el guardia, ___ le miró de reojo y luego continuó en lo suyo_

-Estaba haciendo la vigilancia en la habitación del príncipe. Escuché pasos dentro de la habitación. Por un momento pensé que el príncipe había despertado y abrí la puerta para comprobarlo. Fue terrible, había una figura alta, delgada, vistiendo ropas oscuras y un velo negro cubriendo su rostro. Cuando me vio, se alarmó, salió corriendo, rompiendo la ventana. Los guardias han dado la alarma, no debe ir muy lejos, pero esa no fue la peor parte. Escuché siseos, miré a todos lados, pero cuando vi algo arrastrarse hacia mí, he pegado tal brinco que bien pudo mi cabeza rozar el techo. _contó, exagerando sus gestos con sus manos. Pasó una de ellas luego por su rostro para retirar las gotas de sudor frío que descendían_ ¡Había una cobra, señorita! ¡Una cobra le digo! ¡Tan larga que parecía una cuerda oscura y gruesa! ¡Esa cosa se me ha lanzado encima, de una brazada le rebané la cabeza, pero el susto no se me va! Pudo haberme mordido, su veneno es letal.

-¿Una cobra en la habitación del príncipe? ¿Cómo llegó una cobra hasta ahí? _cuestionó, dejando su tarea de lado pornun momento_

-¡No lo sé, no lo sé! _exclamó_ ¡Pero estaba ahí, las dos mitades de su cuerpo deben estar aún en el suelo, desbordando sangre y manchando la alfombra!

-Una cobra... Entonces esto puede ser... _musitó, inmediatamente rebuscó entre sus cosas y preparó nuevas disolisiones, dejando de lado las previas. Luego de repetir las mismas acciones que antes, logró el resultado que esperaba. Aquel líquido transparente se tornó negro cuando las gotas de determinada disolución cayeron sobre ella_ Dime, ¿tienen aquí antídotos contra el veneno de la cobra?

-El médico real es quien se encarga de ello. Hasta ahora nunca lidiamos con casos de envenenamiento en el reino _explicó el guardia ya más calmado_

-Eso explica por qué no tiene libros de antídotos ni venenos en este sitio. ¡Rápido, ve a despertar a Kiyo! ¡Debemos crear ese antídoto pronto! Si mis deducciones son correctas, han vuelto a suministrar veneno al príncipe

El guardia se levantó de un salto y corrió a través de aquella puerta como un alma llevada por el diablo. ___ maldijo el hecho de no tener a mano hierbas suficientes para poder comenzar a preparar un antídoto en ese mismo momento. En medio de su debate de si debía salir a buscar las hierbas o quedarse y ver las soluciones posibles con Kiyo. El escándalo afuera término por despertar incluso a la servidumbre, todos corrían por los pasillos en busca del sujeto desconocido que se infiltró en la habitación del príncipe. Kiyo llegó al laboratorio con prisas, ___ no tardó en resumir la situación e inmediatamente el de hebras verdosas se encaminó s la biblioteca a por materiales útiles.

Habían pasado ya algunas horas, ___ y Kiyo se encontraban leyendo la gran cantidad de libros que el último trajo de la biblioteca. La peli___ ojeaba las páginas de un libro grande, de tapa blanca y que hablaba sobre reptiles. Había muchos tipos de cobras, para figurar cuál de ellas era la causante de todo con su veneno, debía ver cuál fue encontrada en la habitacion del príncipe.

-No acabo de entender qué hacía ahí una cobra _musitó Kiyo, anotando en una hoja de papel algunas cosas que halló en el libro que leía_

-Pudo haber entrado con el desconocido. Presumo que era la cobra quien le proporcionaba el veneno, ya que el príncipe no presenta ni una sola marca de mordida.

-Llevaré esta nota a los guardias. Son materias primas que podemos emplear mientas comenzamos a probar disoluciones en busca de un antídoto.

-Me parece perfecto, aunque también convendría traernos a la cobra. _dijo, Kiyo le miró, extrañado_ Podemos extraerle veneno de los colmillos para hacer las pruebas. No puedes esperar a crear un antídoto sin ver cómo reacciona sobre el veneno.

-Por mucho tiempo que llevo ejemplo viendo esta profesión, nunca me vi encarando un caso de envenenamiento. La verdad es que dudo que algún médico entre los nobles o los barrios bajos lo haya hecho.

-En ello te equivocas, pues mi abuela sí lo ha hecho. Me dijo una vez que ella era una curandera que viajaba por diferentes ciudades. Tal vez aquí ses poco común, pero para ella, viviendo en otras ciudades, se le hizo de lo más normal. Tiene un amplio repertorio de casos que fueron tratados con éxito, aunque no recuerdo haber leído nada sobre cobras.

-En ese caso estaré a tu disposición para ayudar en todo lo posible. Siempre estoy dispuesto a aprender cualquier cosa que pueda serme útil.

Tal como se dijo, trajeron a la cobra al laboratorio y extrajeron veneno de sus colmillo. Su cabeza era enorme y sus colmillos también lo eran. Los guardias y sirvientes seguían haciendo escándalo fuera, Kiyo pidió a algunos de ellos que fuesen a por las materias primas y regresaron con todos sus pedidos una hora o dos después. Así comenzaron las investigaciones nuevamente, iba a ser una noche larga, pero no tenían tiempo que perder, ahora que tenían una nueva pista que seguir, no querían dejar nada sin intentar hasta obtener una solución para tan complicada situación. Pero la duda radicaba en quién era aquel desconocido que estaba en la habitación del príncipe. Esperaban capturarle pronto, habían incluso cerrado el portón para no dejarle escapatoria posible. Sin embargo, esto no pareció servir de muchos. A la mañana siguiente el sujeto se había esfumado, para la gran sorpresa y desagrado de todos, ¿qué estaba pasando?

Step by Step [Prince/PG!Kokichi Ouma x Plebeian!Reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora