Five Years After You || L.S

Firework

Como todas las mañanas, todo fue igual.

Excepto que Louis estaba estresado. Durante la madrugada fue atormentado por sus sueños en el bosque.

En un momento dado, estaba solo, y de repente fue presionado deliciosamente contra un árbol.

— Mamá, algo huele mal. —Henry se quejó, tapándose su pequeña nariz.

— ¿Qué? —Louis parpadeó. Se encontraba parado frente a la estufa donde estaba haciendo panqueques. Su mente estaba en otro lugar.

— ¡Humo! ¡Humo! —el pequeño señaló, Louis miró los panqueques ardiendo y maldijo, apagando el fuego y tirando todo al fregadero.

— ¡Mierda! ¡Maldita sea! —gruñó con el dedo en la boca, tenía quemada la punta.

— ¿No hay panqueques hoy? —el cachorro hizo un puchero, resoplando cuando Louis negó con la cabeza.

— Maldita sea. —el niño murmuró.

— ¡Hey! Te escuché, no digas eso. —reprendió.

— Pero tú lo dices. —respondió confundido, mirando a su madre preparar un tazón con cereal.

— Haz lo que digo, no lo que hago. —dijo, añadiendo yogurt.

— Mamá rara. —Henry rio, agradeciendo por el tazón lleno.

— ¡Cachorrito malcriado! Come todo, vamos a llegar tarde-

— De nuevo. Ya lo sé. —se encogió de hombros, haciendo que Louis rodara los ojos.

༺♡༻

Louis pisó la secretaría para firmar su tarjeta de tiempo tan pronto como llegó. El cachorro en seguida encontró a su mejor amigo y se fue.

— Dios mío, ¿de dónde has salido? —puso su mano sobre su pecho, sus ojos azules se abrieron ante la alta criatura. Estaba malditamente hermoso en ese uniforme de policía.

Louis rápidamente se alarmó, en todos los sentidos, buscando a su hijo.

— Ahora hago rondas aquí. Buenos días, omega. —Harry lo olió indiscretamente, logrando que Louis se sonrojara.

— ¡Basta ya! Atrevido. —le dio un manotazo en el pecho, alejando al policía que sonrió de lado.

— Bien. —resopló. —Entonces, ¿dónde está mi cachorro? —preguntó, también buscando al niño con la mirada. Louis tenía los labios entreabiertos, distraído, nunca hubiera imaginado que el azul le sentaría tan bien a Harry. — ¿Hmm? —el mayor preguntó de nuevo, haciendo que Louis parpadeara.

— Con Alex y Zayn, probablemente. —tragó seco, girándose y firmando rápido el documento. Saludó a la inspectora y luego se volteó de nuevo al alfa. — ¿No haces rondas en la calle, Harry? —Louis se mordió el labio con recelo, atrayendo la atención del lobo hacia sus finos labios rosados.

— También. —sonrió galantemente. — Vine a inscribirme para las charlas y clases de transformación. Me viene bien un poco más de dinero, aparte de mi paga de policía. —se encogió de hombros.

Louis lo miró confundido.

¿Cómo era eso? Harry se estaba volviendo loco.

— Esto es una locura, Harry. Estás delirando, alfa. ¡Rompe ese maldito papel! —Louis se cruzó de brazos, golpeando su pie contra el suelo.

— Sigue así de mandón, ya sabes lo que eso causa en mí... —tonteó, provocando un rubor en las mejillas del omega una vez más.

— Cielos, debes tener fiebre. Mira, hablé con Henry pero-