— Tu comida es maravillosa, omega, pero no puedo comerla si me la sigues tirando encima. —Harry se rio, frunciendo el ceño hacia Louis que estaba a su lado.
— Lo siento, no sé en qué estoy pensando. —Louis sonrió sin gracia, recogiendo las papas del regazo del alfa con cuidado.
— ¿Pasó algo? —preguntó el de ojos verdes, arqueando una ceja y limpiándose los pantalones con su mano libre.
— No, está bien. —el omega sonrió. — Henry, cariño, ¿necesitas ayuda? —observó al cachorro comiendo lentamente, concentrándose en no tirar los guisantes de la cuchara de plástico.
— No, mamá. Ya estoy grande. —le mostró una sonrisa, mirándolo dócilmente. — ¿Puedo tomar gaseosa? —preguntó mientras sostenía la cuchara cerca de su boca, parpadeando sus ojos azules.
— La verdad es que no. —Louis negó con una sonrisa, volviendo a ayudar a Harry con su propia comida.
— 'Arry, ¿me das un poco de gaseosa? —preguntó Henry con la boca llena, sus mejillas estaban hinchadas como las de una pequeña ardilla.
— Mamá dijo que no, cachorro. —Harry negó con la cabeza, sonriéndole ostentosamente a Louis.
Lo hacía cada vez que Henry lo incluía en las peticiones en un intento de eludir la orden de su madre. El omega se limitaba a poner los ojos en blanco, resoplando ante el presuntuoso alfa.
— Yo soy la madre aquí, jovencito. Y no, no lo harás. —Louis posó sus ojos frente al cachorro, quien se encogió de hombros, volviendo a comer en silencio.
Harry resopló, mirándolo con ojos suplicantes.
Y yo el padre, y yo el padre, y yo el padre.
Louis negó con un movimiento de cabeza, recibiendo una gran mano en su muslo. Un discreto apretón a la altura de la rodilla lo electrizó.
— Por favor. —Harry suplicó, con las cejas juntas mientras miraba fijamente al testarudo omega.
— Todavía no. —dijo, interrumpiendo otra oración del alfa con un tenedor de comida.
Harry puso los ojos en blanco, engulló la comida y se levantó.
— ¿A dónde vas? No has comido ni la mitad. —Louis bufó, dejando caer los cubiertos sobre el plato.
— He perdido el apetito, voy a dar un paseo. —avisó Harry, caminando lentamente hacia la puerta.
Definitivamente estaba cansado de esta mierda en su brazo. Picaba mucho y le seguía estorbando en todo.
— ¿Qué? Harry, no puedes irte así. —Louis protestó, levantándose de la silla, arrastrando el mueble hacia atrás.
— Solo tenías que darnos gaseosa. —el niño recogió los hombros, pinchando una papa con la cuchara.
— Voy a traer una Coca-Cola fría, Henry. Vuelvo enseguida. —el alfa le sonrió de lado a su cachorro, abriendo la puerta con su mano libre.
Louis gruñó bajo, caminando apresuradamente hacia la salida. Harry ya estaba en el pasillo, así que Louis salió y juntó la puerta, manteniendo su mano en el pomo.
— ¡No vas a traer ninguna gaseosa! He dicho que no, Harry. —gruñó enojado, con sus dedos blanquecinos agarrando el metal con fuerza.
Era él quien al final tenía que lidiar con un cachorro revoltoso e intranquilo por la cantidad de azúcar en su sangre.
Henry era imposible con las gaseosas.
— Siempre dices que no, Louis. Ni al refresco, ni a nosotros, ni a decirle. No, no, no. —Harry arremetió, gesticulando con su mano libre, imitando una boca que se abría y cerraba. — Traeré el maldito refresco. —infló sus fosas nasales mirando al omega una vez más.
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Five Years After You || L.S
FanfictionAmantes desde la infancia, Louis y Harry son jóvenes lobos enamorados, pero cuando son convocados por el ejército, Styles parte hacia la guerra contra los media raza, quienes luchan en busca del poder de Inglaterra, dejando atrás a su omega sin una...