Amantes desde la infancia, Louis y Harry son jóvenes lobos enamorados, pero cuando son convocados por el ejército, Styles parte hacia la guerra contra los media raza, quienes luchan en busca del poder de Inglaterra, dejando atrás a su omega sin una...
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Louis fue llevado a emergencias por Harry, quien estuvo acompañado por Niall y Shawn, dejando a Liam y Zayn para cuidar de los niños y lidiar con el media raza desmayado en su patio trasero.
El aura del alfa había cambiado drásticamente, pasando de estar enfadado a estar preocupado a un nivel surrealista. Tenía al omega inconsciente en sus brazos, estaba caliente y sudado, la marca en su cuello parecía empeorar por momentos, poniéndose violácea e hinchada.
Hasta que finalmente llegaron al hospital.
Louis fue ingresado rápidamente, con Harry acompañándolo y sosteniéndole la mano durante todo el camino en la camilla, hasta que lo instalaron en su habitación.
El alfa estuvo sentado unas cuatro horas en el sillón frente a la cama, donde Louis descansaba con sus ojos aún cerrados. Las enfermeras le sacaron sangre para los análisis, un trozo de piel para la biopsia y lo medicaron, también le informaron a Harry que él estaría despierto antes de que salieran los exámenes, y fue verdad.
— ¿Harry? —susurró Louis, con la garganta ronca por la sequedad.
El rizado se levantó bruscamente, acercándose al pálido omega. Lo tomó de la mano, apretando la piel entre sus fríos dedos para sentir a Louis.
— Oye, me asustaste. —suspiró, sus ojos verdes brillaron por las lágrimas. — ¿Cómo te sientes? —dijo con voz ahogada, relamiéndose sus labios secos.
— Enfermo, para variar. —Louis rodó sus ojos azules, bajando la mirada a sus manos unidas. Le devolvió la caricia con sus dedos, parpadeando lentamente.
— ¿Por qué no me lo dijiste? —Harry se quejó con las cejas fruncidas en una expresión de dolor, se sentía traicionado.
Habría cuidado de él.
— No pensé que fuera a ser tan malo. —se encogió de hombros, apartándose del contacto con el alfa y desviando la mirada hacia sus pies cubiertos. — ¿Y Henry?
— En casa con Zayn y Liam. —musitó, Louis asintió antes de que un señor con bata blanca entrara en la pieza.
— Louis, ¿cómo te sientes? —preguntó sonriendo el médico, un hombre de unos sesenta años. Se acercó al omega, tomando su temperatura con el dorso de la mano. — Tu fiebre ha bajado, bien.
— Me siento mareado, nada más. —Louis intentó sonreír. Los ojos de Harry lo vigilaban al igual que al doctor.
— Ya veo. Bueno. —suspiró el alfa. — Han salido tus resultados. No es nada tan grave, sin embargo, necesitas quedarte un poco de tiempo aquí. —se lamentó, con la mano llena de papeles.
Louis resopló incrédulo, apretando la sábana con la punta de sus dedos, fastidiado. Odiaba los hospitales.
— ¿Qué ocurre? —Harry le cuestionó con las cejas arqueadas. Estaba preocupado.
