La Propuesta Engañosa. - Ivan y Emilio Martinez. [EN EDICIÓN]

Cap. 85 San Valentín 2/2

05:47 AM.

Me doy vuelta y veo la hora en el reloj del mueble.

Giro hacia Andy y agarro su mano- feliz Navidad mi amor- le murmuro besando sus nudillos

Veo que comienza a abrir los ojos y me sonríe- feliz Navidad-ríe.

Suelta un suspiro y se acerca. Me da un beso y luego me observa atentamente.

Veo como se levanta y se coloca encima mío-¿qué haces?- cierro los ojos lentamente. Aún tengo bastante sueño

-¿no es obvio?

- Si pero- siento como se levanta un poco y salta sobre mi-¡Andy! - ella sólo ríe

Me temo decir que siempre hace eso casi todas las mañanas.
No tiene nada morboso, solamente lo hace porque así es como me despierta.

Al saltar coloca sus manos sobre mi pecho y se me va el aire. No tengo idea de cómo habrá sucedido para que ella encuentre una manera extraña de despertarme.

Sólo puedo decir que estoy traumado por todas las veces que lo hace. A veces no sé si esperar algo morboso o alguna manera nueva de quitarme el aire.

De todas maneras, desearía que se le quite esa costumbre.

No es agradable despertar con la sensación de que se me acaba el aire.

-¿qué hacemos hoy?- pregunta acostandose sobre mi pecho

Llevo mis manos sobre su espalda y juego con su cabello.

-no lo sé. Hoy no habrá nada en el restaurante así que tenemos el día libre.

Levanta la cabeza y me mira-¿podemos...?

-no-respondo rápidamente

-¿por qué?- me mira triste

-Olvidé comprar a la noche-vuelca los ojos al cielo

-pero yo tomo mis pastillas

Rio-¿piensas que no sé qué hay días que te olvidas de tomar?

-pero tomo dos al día siguiente

-No-vuelvo a responder.

Intento cuidarla más, ya no tenemos sexo sin protección. Me temo decir que no estamos preparados de ninguna manera para tener hijos.

No sólo por el dinero sino también por el trabajo. Ella necesitará más de mi atención y no podré dárselo por mi trabajo.

Sin contar que el ginecólogo dijo que tenía que esperar mínimo un mes para tener hijos de nuevo.

Su cuerpo no estaba del todo preparado en un principio. Aparentemente dos eran demasiado para su cuerpo.

Con suerte capaz algún día sólo sea uno o quizá ella esté mejor para ese entonces.

Suelta un suspiro -¿entonces no?

Estiro un poco de su cabello y ella me vuelve a mirar.

Sube hasta mis labios y se levanta-¿a dónde vas?