cap.29 - Déjala En Paz

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09:57 Am.

Ivan.

-¿cuántas veces más debo repetirte lo mismo, Ivan?- espeta Rubén

-ya lo sé, lo que sucedió...no sé, pero no puedo odiarla el resto de mi vida. Quizá se arrepiente-me encogo de hombros

-hemos hablado tantas veces sobre la oportunidad que le quieres dar a Andy que todas las veces sucede algo que te hace cambiar de opinión, ¿no es hora que lo olvides?

- no lo creo, no lo haré. Y es todo lo que debo decir al respecto- respondo para después levantarme del sofá-Andy estará por despertar, si me disculpas, debo hacerle el desayuno-

-¿acaso no lo puede hacer ella?

-soy su esposo, debo comportarme como tal

-eso debió haberse dicho esa noche-murmura lo suficientemente alto como para que lo oiga.

Sin poder controlarme mas, voy contra él y lo agarro del cuello de su camisa-vuelves a decir algo más sobre ella, y te juro que haré que te arrepientas hasta de haberla mencionado- lo suelto de golpe y me dirijo a la cocina.

Suspiro e intento calmarme. ¿qué es lo que me está sucediendo? Nunca había amenazado a Rubén, mucho menos por una mujer, es más, no recuerdo haberle hablado de ninguna mujer antes, más que trate de algo de negocios.

De igual manera, ya empieza a molestarme el tener que contarle cada movimiento que doy. Me odiará aún más cuando se entere que sólo le daba vueltas al asunto y que la mayor parte del tiempo todo fue fingido.

-buenos dias-oigo a Tania entrar, se dirige hasta mi y me da un beso en la mejilla-vi a Rubén salir, se veía algo molesto, ¿se pelearon?

-¿ya desayunaste?- pregunto evadiendo su pregunta-voy hacerle el desayuno a Andy, ¿me avisas si Eliza despierta? Gracias-digo rápidamente para después ir al jardín

Acomodo la mesa del jardín y ubico las sillas para después volver a la cocina. Hago chocolatada caliente junto a unas galletas de vainilla, sé que a Andy le fascina las galletas de vainilla, ¿por qué no complacerla? Lo de ayer estuvo fatal y aún me sentía mal por ella ya que sabía que le caería mal.

Una vez que termino todo lo llevo a la mesa para después despertar a Andy. Apenas abro la puerta, la veo aún dormida

-Andy-la muevo un poco pero no hace caso-despierta, hice el desayuno y se va a enfriar-decido ponerme alado de ella y jugar con su cabello un poco, huele a lavanda.

Miro su rostro unos segundos y lo decido un momento ¿le molestaría si lo hago?

Le doy un beso, luego dos, y así perdiendo la cuenta hasta que despierta-ya era hora-río y noto como sus mejillas se ponen rojas-vamos- le hago una pequeña seña y me levanto para después pasarle la mano y ayudarla a levantarse

Duda por unos segundos hasta que acepta. Nos quedamos frente a la habitación de Eliza, abro la puerta y veo que ya está despierta jugando con sus muñecas-buenos días mi vida, vamos a desayunar

-¡si!-chilla para después correr hasta mi, la agarro en brazos y camino junto a Andy agarrado de la mano.

Mientras salimos al patio siento como todo se detiene, empiezo a darme cuenta de las cosas de mejor manera, miro nuestras manos y lo observo intentando grabar este momento en mi mente, el aire fresco haciendo volar su cabello dejando ver su rostro por completo.

Siento que este momento es hermoso y maravilloso, no sé en que momento empecé a sentir algo por ella, mucho menos como, ¿acaso es sólo cariño y aprecio? Aunque la pregunta sería por qué cuando ella no hizo nada, ella no me enamoró, no hizo nada para intentarlo o al menos no que yo no haya notado, mucho menos para encariñarme de ella, es más, intentaba alejarme por completo y hacer que la odiara. Y es aquí donde me pregunto si soy masoquista o soy sólo un ridículo más perdido en este mundo.

La Propuesta Engañosa.  - Ivan y Emilio Martinez.  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora