cap. 54 - Sin Temor, Sin Vergüenza

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Ivan.

-pero no estoy haciendo nada

- señor, yo acabo de ver otra cosa

- pero...

-¡nada!

-tan sólo

-váyase

-agh - me levanto nervioso. Me acerco a Andy para darle un beso con la intención de susurrarle algo

Lo pienso dos veces y no lo hago- que suerte hoy te dan de alta, ahí si voy a poder coger en paz - digo mientras camino hasta la salida pasando alado de la señora.

Sí, lo hice.

La miro directamente a los ojos y parece enojarse aún más.

Lo siento mucho por mi amada que seguro estará sintiendo vergüenza pero esa enfermera me lleva echando todos los días de aquí apenas me ve a su lado

Quito mi celular y me siento en la sala de espera, entro en mis contactos, salgo y doy toda una vuelta a mi inicio

Me volteo al ver a la enfermera salir y corro hasta el ascensor -¡señor Martínez!

Siento que me va matar.

Apenas abren las puertas voy corriendo hasta el baño y desde la ventanita que da al pasillo me quedo observando

-Ay dios mio - casi me desmayo al ver a la señora enfrente mío

Juro que parecía una película de terror

Mi celular comienza a sonar, temblando lo quito y contesto-¿Si?

-señor Martínez, lo llevo persiguiendo todo el hospital para decirle que puede pasar a la habitación con su esposa

Suena bastante aturdente y nerviosa, creo que si se cansó.

Corto la llamada y salgo intentando lucir lo más sereno posible

-gracias- le murmuro al verla pasar enfrente, siquiera soy capaz de mantener la vista en sus ojos

Trago duro y voy hasta la habitación

-¡mi amor! -sonríe y me hace lugar en la cama

-Creí que ya te ibas

-solo salí a dar una vuelta por el hospital...- me acuesto a su lado

Se acurruca en mi pecho y aprovecho para jugar con su cabello

La última vez que estábamos así era en el cumpleaños de Elizabeth

Recuerdo que ese día les leí un cuento, la tuve lo suficientemente cerca como para oler su cabello

Fresa y coco.

Esta vez sólo huele a hospital... apenas lleguemos la haré ducharse sólo para esto

Río sin darme cuenta y se separa para mirarme -¿que?

-te estás riendo

-¿es raro?

-para mi si

No puedo evitar sonreír. La acurruco de nuevo en mi pecho-¿qué quieres hacer al salir hoy?

-¿acaso puedo hacer mucho?

-no pero soy capaz de vestirme de chef sólo para cocinarte lo que quisieras

-¿qué ya no eres chef?

-claro pero nunca suelo vestirme de chef, le quitas la gracia a la vida -vuelco los ojos al cielo mientras ella ríe

La Propuesta Engañosa.  - Ivan y Emilio Martinez.  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora