La Propuesta Engañosa. - Ivan y Emilio Martinez. [EN EDICIÓN]

cap. 51 - Jugo de manzana

Ivan.

- ya deja de tomar - resopla Boggie - desde que llegué estas tomando, siquiera me enseñaste algo

-te mostré como cortar

-pero terminé cortando mi dedo

-pero cortaste algo, ¿o me lo vas a negar?

-¡Ivan!

-solo déjame en paz

-¿por qué estás tomando?

-que te importa

-Ivan...

Suspiro-estoy harto de todo esto

-¿de que?

-esto-señalo el lugar -estoy harto de tener que hacer algo con mi vida mientras tengo que lidiar con más vidas. Emilio no sabe que quiere de su propia hija y yo tengo que andar atrás de él mientras se decida, sin contar mi esposa y mi futuro hijo- echo mi cabeza hacia atrás- esto es frustrante

-¿y tomando solucionaste Todo?

-callate

-mejor deja esa botella y haz algo productivo. Se te va la vida tomando enves de hacer algo mejor

-¿quién te crees? ¿mi papá?-tiro el vaso al suelo y me levanto

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8:56 AM

Tengo un dolor de cabeza extremadamente aturdente.

-buen día- ay no. Conozco esa voz-hora de levantarse-enciende la luz

-¡Rubén, apaga la maldita luz!

-que humor- me pongo boca abajo. Siento como se sienta en la orilla -¿ya fuiste a ver a tu esposa?

Golpeo la cama-olvidé ir ayer

-entonces levantate y vamos, yo te acompaño

-como chingas- me cubro con las sábanas pero inmediatamente me lo quita

- ¿qué hace Elizabeth aquí? La vi jugando con Boggie. -hace un pequeño silencio -espera, la pregunta más bien es, ¿Qué hace Boggie aquí y jugando con Eliza?

-Emilio la trajo. Prácticamente me la devolvió como un objeto

-¿cómo?

-dice que se siente estresado y no tiene tiempo

Echa una risa irónica-tú hasta dejabas tus ligues por ella

- es lo que le dije. Es más, hasta me quedaba sin dinero durante meses sólo para comprarle sus útiles, mi papá me regañaba todos los días y no por eso me fui a dejarla en una casa hogar

-como olvidar cuando te descontaba tu sueldo como castigo

-y aún así hacia trabajos extras en el vecindario para completar mi sueldo

-nunca voy a olvidar que podabas los árboles y cortabas el césped de los vecinos de noche

-¡señora, ¿No quiere que le pode el césped?! Tengo disponible a las cuatro am- grito recordando cuando recorría las casas de los vecinos. Nos echamos a reír