cap.5 - La cena

1K 53 3
                                    

Andy.

Esteban había llegado al supermercado después de casi una hora. Se quedó sin batería y mi mamá me llamaba para preguntarme porque no llegué y se fue hasta el a abrazarle y llenarlo de besos.

Yo solo recibí un "Hola al fin llegas ¿como te fue?" Osea, ¿qué? Estuve fuera de casa por un día.

O bueno medio día y lo único que me pregunta es como me fue? claro, si esteban sale por media hora es capaz de llorar. Pero por mi no. Ironía de la vida.

Me recuesto en mi cama y mi celular empieza a sonar. Es un mensaje de Camila.
Quiere que le devuelva el pote de chocolate que le robé.

Cuando salimos de allí, la acompañe hasta la parada de autobús, ya que como siempre y de costumbre, no irá caminando.

Había bastante gente esperando allí, así que cuando llegó su bus agarre uno de los dos potes de helado que había comprado. No se dio cuenta hasta que se subió y se dio vuelta para despedirse desde allí.

Yo estaba con el pote en manos y sacudiendo mi mano de un lado a otro como despedida, mientras veía su rostro que era un verdadero poema.

Lamentablemente el helado es de frutilla y uva con frutas con un poco de chocolate.
Asco.

•••

15:09

Estoy junto a Camila intentando saber que se supone que planea.

-¿y si vas?-vuelve a preguntar.-digo, tu mamá y tu hermana necesitan el dinero más que nunca.

20:01

De nuevo es de noche. Creo que los días están pasando muy rápido.

Nah. Solo pasaron unas horas.
Y ahora que recuerdo, faltan dos horas para la supuesta cena. A la cual, no asistiré. ¿cuántas veces habré repetido que no lo haré?.

Siento que sólo me lo repito intentando que no me afecte como le haga sentir a ese señor después de prometer que iría.

-señor...-murmuro en voz alta. Creo que no parece del todo un señor pero en todo caso sería un señor bastante apuesto.

Me estiro en mi cama y doy vuelta mientras sigo revisando mi insta.
Una llamada interfiere mi estalkeo.

Número Privado.

¿esto es Joda?. Ay Diosito, dime porque me haces pagar hasta los pecados de mis ancestros. ¿no los podía pagar a cuota?...

Deslizo mi dedo por el telefonillo rojo y sigo viendo la cuenta que había encontrado segundos atrás.

-Hola..

-señorita Daurzat...¿como está?

-¿disculpe?- intento hacerme de la loca. Si, hacerme la loca me salvará de esto.

-Soy Ruben. Quería avisarle que pasarán por usted en una hora.

-Ah...

-¿pensaba en no asistir?creo que no tiene esa opción en este momento...

-creo que no podré ir.

-¿en serio? Yo creo que te va faltar dinero para comprar medicamentos para tu mamá y tu hermana... digo, si es que el dinero crece de los árboles no hará falta que asistas

-¿que acaba de decir?-siento como un balde de agua fría cae sobre mis hombros y mis ojos se abren de par en par

-falsificar documentos es un delito grave...¿lo sabes? Al parecer no, mucho menos creo que a tu mamá le guste saber eso.-lo único que hago es oír su respiración a través de la línea. No soy capaz de responder.

La Propuesta Engañosa.  - Ivan y Emilio Martinez.  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora